Juguemos a especular. En la reciente visita que hizo el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, ¿su homólogo y anfitrión le habrá solicitado que nos regresen a Categoría 1 en materia de aviación?, y en caso de que esto hubiera pasado ¿habrá sido durante el tour que Andrés Manuel le dio por Palacio Nacional, mientras se divertía jugando al “elevadorista”?

Regresemos a la realidad. Sabemos que el Presidente de México sí abordó el tema en la “Cumbre de Líderes de América del Norte” (CLAN), junto con otros temas tan importantes como diversos. Se habló de la diversidad, la equidad y la inclusión, destacándolos como piezas fundamentales para la fortaleza, la vitalidad y la resiliencia de los tres países: México, el anfitrión, y nuestros dos vecinos norteños, Canadá y los Estados Unidos. A mí me gusta más la frase “no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta”.

Por supuesto que no podían dejarse de lado temas tan controversiales como el cambio climático y el cuidado del medio ambiente. Se habló de competitividad entre estas tres naciones, y temas álgidos como el de la migración.

La salud fue otro punto que tocaron los tres mandatarios en la reunión, así como el combate al narcotráfico, y ahora el tema que nos atañe: la seguridad aérea. Sabemos que para el próximo mes de mayo estaremos cumpliendo dos años de tener degradada a nuestra aviación nacional. Estamos en Categoría 2 y los indicios que da la propia autoridad es que logremos recuperar la 1 en el próximo verano.

Uno de los compromisos que se hicieron a nombre de la nación azteca fue el de adoptar los estándares globales y las prácticas que recomienda la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Debemos recordar que la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos de Norteamérica (FAA por sus siglas en inglés), cada 10 años realiza una auditoria a la aviación de nuestro país, con la finalidad de verificar que se apliquen dichos estándares de seguridad, buscando que la aviación a nivel mundial sea segura, esto es, que no representemos un peligro.

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Como sabemos, en 2010 nos degradaron por primera vez a Categoría 2, y aquella duró solo seis meses. Ya les he narrado cómo Mexicana de Aviación -ya bajada de vuelo- coadyuvó a tal recuperación, al realizar vuelos de certificación donde estaban presentes autoridades de la FAA, y la entonces SCT, verificando que se llevasen a cabo todos y cada uno de los protocolos.

También les he platicado que la primera degradación se dio por el desaseo del accidente sufrido por quien fuera Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y la falta de personal “verificador”. Finalmente, con alfileres colocados, logramos regresar a la tan anhelada Categoría 1.

Diez años después la historia se repite, pues era obligación del entrante sexenio de Peña Nieto darle seguimiento, y cuidar que se hicieran todos los trabajos que dejó “pendiente” la administración de Calderón Hinojosa.

¿Qué pasa cuando no se le da mantenimiento a una casa durante muchos años? Pues las tuberías se tapan, las instalaciones sufren en general desperfectos y la casa se vuelve inhabitable. Pues eso nos pasó con la segunda degradación.

Debo insistir: ¡No!, no fue por la cancelación del NAIM, ni porque el AIFA “no cuenta con las certificaciones necesarias de parte de la OACI”, aunque la OACI se ha cansado de decir que ellos no certifican a nadie.

La degradación a Categoría 2 significa que las leyes o reglamentos del país carecen de los requisitos para supervisar a las compañías aéreas del país, de conformidad con las normas mínimas de seguridad internacional, o bien, que la autoridad de aviación civil carece de experiencia técnica, personal capacitado y/o procedimientos de inspección o resolución de problemas de seguridad.

Uno de los puntos que nos degradaron fue la falta de “verificadores”, mismos que se comprometieron a contratar, pero que en los hechos no hicieron. La degradación repercute en la imposibilidad de abrir nuevas rutas desde y hacia los Estados Unidos, precisamente nuestro principal cliente.

Sin embargo, los hechos suscitados la mañana del 11 de enero del 2023 me hacen preguntarme ¿y quién certifica a la FAA? Ese día amanecimos justamente con un hecho sin precedentes, solo recuerdo un evento similar y fue justamente otro 11, pero este de septiembre del 2001, cuando los Estados Unidos tomaron la determinación de cerrar su espacio aéreo después del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York.

Pero mientras los Estados Unidos ven la paja en el ojo ajeno, resulta que justamente un día después de estar en un México degradado a Categoría 2, Joe Biden se topó con la noticia que su aviación había colapsado, dejando vuelos demorados y cancelados a lo largo y ancho de su país.

Esto no solo afectó a las aerolíneas norteamericanas, sino también a las aerolíneas internacionales que salen o entran del país de las libertades, lo que acarreó retrasos y cancelaciones de vuelos a nivel mundial.

Mediante un tuit la propia FAA anunció:

“Las operaciones normales de tráfico aéreo se están reanudando gradualmente en Estados Unidos luego de una interrupción nocturna del sistema Notice to Air Missions que brinda información de seguridad a las tripulaciones de vuelo. Se levantó la parada en tierra. Seguimos investigando la causa del problema inicial”

FAA

Por supuesto, ni tardos ni perezosos, desde la Casa Blanca salieron a declarar que la falla no fue derivado de un “ciberataque”, pero que ya solicitaron a la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA por sus siglas en inglés) realice una investigación.

¿Qué fue lo que ocurrió este 11 de enero? Todo apunta a un culpable: el NOTAM (Sistema de Notificación a Misiones Aéreas) ¿Qué es? Es un sistema de consulta que utilizan los pilotos antes de efectuar un vuelo y que proporciona información reciente sobre las condiciones y sistemas relacionados con el vuelo.

El NOTAM dejó de funcionar el martes por la noche, después de que el Presidente de aquella nación regresase de su visita a nuestro país. Y según datos del sitio web FligthAware hasta el mediodía del miércoles se habían cancelado alrededor de 1,100 vuelos y demorado más 7,700.

Una duda más, muy personal ¿quién asesora la FAA? ¿se imaginan que hubiera pasado en México esta falla? Sí de por sí el culpable de todos los males es Andrés Manuel, con más razón y enjundia estaría siendo culpado de esto y de las fumarolas del Popocatépetl, pero no fue así.

Sucedió en el país vecino, ese que nos degradó a Categoría 2, y que no permite que la aviación mexicana crezca y se recupere después de la crisis sanitaria por el Covid-19. Nuestro país, tercermundista, “bananero” como le llaman algunos, cuatrotero le dicen los más furibundos, jamás ha tenido una falla a nivel nacional de esas dimensiones, y aun así estamos en Categoría 2, es increíble ¿no?

Así que sí yo fuera Andrés Manuel, estaría descolgando el teléfono desde ya para solicitarle al buen amigo Biden, el inmediato regreso a la Categoría 1 de nuestra aviación ¿ustedes qué opinan?