A ver, vámonos por partes, amigos:
Nadie de nosotros podríamos negar que el fenómeno de las mañaneras de AMLO ha sido un éxito. Para bien o para mal, la gente habla de lo que se dice en ellas.
Gente pro-AMLO y gente anti-AMLO, de algún modo las ve, las escucha y se entera de lo que el presidente quiso decir. Las mañaneras dan mucho material para reír, para llorar, para enojarse y hasta hacer cientos de memes y diversas reflexiones.
En fin, que ahora Xóchitl Gálvez ha decidido realizar a partir de ya, sus propias mañaneras.
Sinceramente está en graves aprietos, porque para empezar su equipo de asesores tendrá que dar con el nombre perfecto para ello. La palabra “mañanera” ya tiene el sello personal de López Obrador quien es un genio comunicando. Sin duda alguna.
¿Me parece mala la idea? En realidad no.
Adelantársele a Claudia Sheinbaum, quién también ha asegurado que le dará la famosa continuidad a las mañaneras, pues fue algo que seguramente el equipo de la candidata por Morena no vio venir.
A favor de Xóchitl diré que cuenta con mucho carisma. Es simpática y se avienta unas buenas puntadas pero tendrá que ensayarle mucho para ser una buena oradora, porque, en realidad si algo le admiro también a López Obrador es que no lee nunca. Que yo sepa (nunca he ido ni me dejarían entrar a Palacio Nacional) no usa teleprómpter. Puede estar 3 horas hablando y hablando y la gente lo escucha.
Aun cuando su discurso cada vez sea más errático, es experto en cambiar de tema cuando se siente acorralado, sabe en qué momento insertar el “chiste” o la “puntada” y sí, ese es para mí, su único don y ese don lo llevó a ser presidente.
Xóchitl deberá demostrar que sabe hablar sin tener nada que leer. Y también deberá de reírse de sí misma como lo ha hecho AMLO: “Dicen que hablo lento”, ha mencionado con una sonrisa.
Xóchitl deberá de reírse de la misma manera de su peculiar forma de hablar. Sabemos que así como la característica de Obrador es hablar lento y aveces hasta pienso que lo hace adrede... La característica de Xóchitl es su dificultad para pronunciar la letra “r”.
La gente obradorista/sheinbaumista (no sé qué término le vayan a poner a los que simpatizan con Claudia) ya se ha mofado de ello. Pienso que Xóchitl tiene la capacidad de afrontar eso con buen humor.
Por otro lado, por supuesto hay gente que está enojada con ella por querer implementar la “xochilera”, hay gente que dice que fue pésima decisión de sus asesores, hay gente que dice que está harta de eso o simplemente le llaman “copiona”.
Pero bueno si de copiar se trata pues no hay nada que refutarle a Xóchitl. Ya sabemos y es innegable que Claudia Sheinbaum también copia y copiara el estilo obradorista. Entonces por ahí no va la argumentación.
¿Que la gente está harta de las mañaneras de AMLO? No lo creo así. Finalmente, insisto, para bien o para mal, terminan todos hablando de ella todos los días.
Xóchitl tendrá que encontrar un estilo propio y un sello y una marca personal.
Pero me pregunto: ¿Quién fungirá como un Jesús Cuevas en el equipo de Xóchitl? Porque sinceramente va a necesitar apoyo tecnológico para sus presentaciones, pero no me imagino ahí a Santiago Creel moviéndole a la computadora para proyectar lo que Xóchitl le solicite.
“A ver, Santiago, no tendrás por ahí el video de Mario Delgado?” No, pues no.
¿Desde dónde las transmitirá Xóchitl? Quizá desde su casa sea buena idea. Así nos ahorraría mucho dinero a todos los mexicanos. Ya se vio que nos sale muy caro a todos que el presidente de todos los mexicanos viva en Palacio Nacional.
¿Alguien verá la xochilera de Xóchitl? Sí, los morenistas.
A mí me parece un acierto que Xóchitl tenga su propio espacio. No me parece para nada un mal manejo de sus asesores.
Me apasiona saber que finalmente algo se va a empezar a mover dentro de la política de este país, porque lo que este país necesitaba con urgencia es eso. El contrapeso y la diversidad de opciones para votar este 2024.
Es cuanto.