La lista de miembros del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador  que le han renunciado, cada día es más extensa. El tema es que los que han renunciado  seguramente lo hicieron muertos de miedo, porque aunque asegure y vuelva a asegurar AMLO que él no conoce de miedos ni  sabe de rencores, estoy casi segura que el que le renuncia es alguien que le clava un puñal en su pecho que sí es una bodega y eso no lo olvida fácilmente .

Pero, por otro lado, las renuncias que él ha sufrido no solo las “sufre” él, sino todo el país, porque ha abandonado el barco llamado 4T gente que tenía a su cargo puestos muy importantes.

Por decir un ejemplo, se me viene a la mente la renuncia de Tatiana Clouthier quien tenía a su cargo la Secretaría de Economía de México.

Aún recuerdo que ella ha sido uno de los elementos de la 4T más valientes, al renunciarle en vivo y en cadena nacional en una de las mañaneras de AMLO. Es decir, le pegó  donde más le dolía y se le notó a Obrador, tanto, que cuando Tatiana quiso abrazarle para despedirse él no la abrazó de regreso.

Por supuesto que don Andrés Manuel siempre tiene todas  las respuestas para todas  las preguntas. En aquel entonces dijo que Tatiana había terminado su ciclo y ya.

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No nos dio un reporte verdadero sobre el motivo de la renuncia, aunque, claro, este México que anda ya bastante avispado sabe que esa renuncia se debió al colapso en temas de economía dentro del país y creo yo a la falta de preparación en el tema de Tatiana.

Pero es que ya sabemos, al presidente le importa más la lealtad que la aptitud, por eso puso ahí a su entrañable amiga en ese puesto donde Tatiana pues ya no dio para más.

Sabrá Dios qué de cosas, trampas, robos y desvíos  habrán visto sus ojos y habrán escuchado sus oídos, pero ella hizo como que nada vio y nada pasó. Seguramente, le prometió a su ex jefe silencio y lealtad después de su renuncia.

Obrador sabe que puede y podrá confiar en ella y que Tatiana no divulgará nada de lo que le tocó vivir mientras fue Secretaria de Economía.

Ahora se viene una nueva renuncia, una muy importante y relevante: la de Karla Quintana, comisionada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas.

Les diré que estoy segura tengo un don o algo así paranormal (no me llamen loca, nomás les pido); soy una persona ultra intuitiva. Hace unos días, quizá esta misma semana, de reojo vi la mañanera y ahí estaba Karla Quintana, hablando de que efectivamente sí han habido bastantes personas desaparecidas pero que la cifra no es tan alta.

No lo dijo así textual, sin embargo, noté que no es un tema el de personas desaparecidas que a ella no le pesara.

Se le notaba triste, tensa, nerviosa, su voz temblaba, su semblante no era el mejor. Ella sabía y sabe que el número de personas desaparecidas en este país es muy alarmante.

Luego, AMLO también intentó minimizar el tema  y ahí sí entonces sí que es preocupante. Cuando el presidente dice “todo está bien” es que algo no anda bien.

Karla Quintana anunció su renuncia en la red social que dice el presidente no tiene mayor relevancia ni peso, en X. Tuiteó (si aún se le puede llamar así):”Hoy he presentado al presidente mi renuncia al cargo de Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas”. Así, nada más. Como si X fuera el mismísimo departamento de Recursos Humanos de la 4T.

Nada pasó con esta grave renuncia (y digo grave porque también sabemos de qué se trata). Se le desbordó y rebasó a Karla el tema de los jóvenes desaparecidos en Jalisco,  y también el hecho de que muchas personas desaparecidas sobre todo de Coahuila y Guerrero aparecían en el censo como vacunados contra el Covid-19.

Esta renuncia se da también tras la promesa de López Obrador de que para octubre habría un nuevo censo de personas desaparecida y nueva información y reportes.

Pues la ex comisionada  ya no pudo con la bomba que le reventó en las manos.

El presidente minimizó para no variar esta renuncia, diciendo que “ya se había cerrado un ciclo” y que aún no sabía quién sería el relevo siguiente.

Me pongo a pensar en qué nivel de peso aceptará la persona a la que el líder de la nación le delegue ese cargo. Me imagino que será un puesto muy bien pagado como para seguir tapando las desapariciones de personas en este país y poner la cara de paz y de que “aquí no pasa nada” en las mañaneras.

Se dice, de acuerdo a una nota publicada en Proceso, que Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, población y migración le exigió a Karla Quintana maquillar la cifra de desaparecidos en este país ante lo cual ella se negó.

Es tétrico y terrorífico por donde se le vea. Nuestros compatriotas siguen desaparecidos y dentro del gabinete hay un gran desgarriate.

Solo los muy allegados al presidente de México siguen junto a él, sosteniéndole y dándole soporte, porque están reventándole bombas por doquier.

Y no es que la oposición lo odie y provoque estos colapsos  o esto sea culpa de Felipe Calderón. La ineficacia y la inacción de este gobierno genera este tipo de situaciones.

Y creo sin temor a equivocarme que vendrán tiempos más complejos, pues se acerca el 2024 y todo el foco de atención del presidente, todos los recursos o, sus piezas y sus movimientos estarán enfocados en las elecciones del año que viene.

La verdad es que siempre agosto sabe a Navidad así que estamos muy cerca de terminar este año.

Veremos a un presidente distraído en ese tema electoral, pero también lo veremos a la defensiva, pues hoy más que nunca, yo creo hoy más que en el 2006 él quiere convencer de que la gente que votó por Morena tomó la mejor decisión y los que no votaron por ellos, deberían de hacerlo.

Mientras, madres y padres desesperados por sus propios medios buscan a sus hijos. Mínimo AMLO tendría que darles la cara y recibirlos.

Cosa que no quiere porque estoy casi segura se muere de miedo hacerlo.

No sabemos lo que nos espera y sí, sí lo sabemos a la vez.

Y da miedo pensarlo.

Es cuanto.