“In Illo uno unum” (En Cristo somos uno)
Lema episcopal de León XIV y de los agustinos
“Nadie fue ayer
Ni va hoy
Ni irá mañana
Hacia Dios
Por este mismo camino
Que yo voy
Para cada hombre guarda
Un rayo nuevo de luz el sol
Y un camino virgen Dios”
León Felipe (agnóstico)
¡Habemus Papam! La fumata bianca de la Capilla Sixtina anunció al primer Papa en la historia de la Iglesia católica nacido en Estados Unidos y con nacionalidad gringa y peruana. No es el primer Papa agustino, pero sí el primero después de Martín Lutero quien era de esa orden. Advertencia: los agustinos rompen con lo que no les gusta; después de todo, así nació la iglesia luterana…
Para aquellos que buscan símbolos y coincidencias (diosidencias dirían los católicos), León XIV fue electo en el mes mariano por excelencia (mayo) y en el día de la Virgen de Luján, patrona de los argentinos (¿guiño de Francisco?). También día de la Cruz Roja y de la conmemoración del día de la victoria para los aliados en la IIGM. Un día que volvió la paz al mundo y, sí, el saludo inicial de León XIV fue desear la paz en todos nuestros corazones.
Después de su primer saludo —en italiano—, de la bendición —en latín—, se dirigió a la multitud (más de 100 mil reunidos en la Plaza de San Pedro) en ¡español!
Fundamental subrayarlo: NO lo hizo en inglés, fue en español y saludando especialmente a Perú, donde el ahora Papa desarrolló buena parte de su sacerdocio.
Robert Francis (otra coincidencia) Prevost tomó el nombre de León XIV, rindiendo tributo a León XIII el pontífice que en 1887 reconoció la advocación de la mencionada Virgen de Luján y fue reconocido por su pensamiento moderno. Así como por sus encíclicas sociales, especialmente la RERUM NOVARUM, la que se considera la primera encíclica social (y la más importante) de la Iglesia católica. Apoyaba al derecho laboral y también la formación de uniones o sindicatos y también la propiedad privada. Sin olvidar las relaciones entre el gobierno, empresas, trabajadores y la iglesia.
Sobre estos valores, el nuevo pontífice seguramente impulsará relaciones más justas, equitativas y para beneficio de quienes menos tienen.
Antes de ser sacerdote estudió matemáticas y ya como sacerdote en Perú aprendió el español y el quechua. Cree y ha vivido la iglesia pobre, cercana y útil para quienes más la necesitan, así que seguramente con él tampoco veremos gran boato. ¿Vivirá en Santa Marta como Francisco o en los departamentos papales en el Vaticano? Pronto lo sabremos, si bien es lo de menos. También fue ‘superior general’ de los agustinos durante 12 años. Tomó el mandato de una orden en crisis y la impulsó a retomar su acción misionera. No poca cosa.
Pero mientras para algunos esta designación es señal de continuidad con la apertura de Francisco, para otros es el declive de la Iglesia católica. El Papa no está exento de controversias, pues lo acusan de haber solapado abusos en el seno de la misma (no se ha probado nada). Uno solo de los casos sigue en proceso.
León XIV dice que los obispos son pastores, no administradores; ahora como Papa deberá seguir siendo pastor de más de 1,300 millones de católicos, pero también administrador de unas finanzas QUEBRADAS, pero con las cuales se mantienen asilos, escuelas, hospitales en todo el mundo.
Dado su andar como sacerdote misionero, León XIV dice que: debemos ser una iglesia misionera, una iglesia que construye puentes, que recorre distancias y que está siempre abierta a recibir a todos. Darle a todos la bienvenida en la caridad, en el diálogo y en el amor.
Ahora bien, no porque lo hayan electo significa que no es un acertijo. Para no pocos de sus compatriotas cardenales, les resulta un enigma, tal vez porque pasó una gran parte de su vida fuera de Estados Unidos y de los reflectores. Esta es una oportunidad para que los católicos estadounidenses se acerquen más a la iglesia mundial, aunque viendo la respuesta de muchos latinoamericanos (especialmente peruanos), lo presumieron como propio. No en balde en Roma le llaman “el yanqui latino” (Latin yanqui), por ser estadounidense, pero hablar un español perfecto y contar con la nacionalidad peruana.
En política, León XIV pide el cuidado del medio ambiente; considera que las mujeres deben participar más en la vida de la Iglesia, en diferentes niveles, pero NO ordenarlas como sacerdotes (dice que “no necesariamente resuelve un problema, haría uno nuevo”) y apoya ferozmente a los migrantes.
No es fan de Trump y tampoco del vicepresidente JD Vance (católico, por cierto, desde hace 6 años). El presidente de los Estados Unidos tampoco es fan de León XIV. De él dijo: “es un gran honor la elección de un Papa estadounidense, pero estoy sorprendido por la elección de Prevost, él nacido en Chicago”. Él tenía otro candidato, otro cardenal estadounidense y, se sabe, a él mismo...
Más allá si somos cristianos, católicos, agnósticos, etcétera, pronto descubriremos cómo es León XIV; la rapidez con la que se están dando hechos muy importantes y alarmantes en el mundo lo exige. Se desea que al líder de la Iglesia católica y jefe del Estado Vaticano, le vaya bien pues se requieren líderes que puedan contrastar con diversos líderes amenazantes del mundo.