Fue la boda maldita de uno de los principales inquisidores de la 4T lo que vino a destapar la cloaca en los pasillos de Palacio Nacional.
El enlace matrimonial de Santiago Nieto con la Consejera del INE, Carla Humphrey, generó un gran escándalo y despertó la ira del compañero presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no porque se llevó al cabo en un exclusivo hotel en Antigua, Guatemala, sino porque algunos de los invitados hicieron gala de excentricidades, lujos y despilfarros y porque otros más, eran sus adversarios.
Aunque ya desde hace meses habían trascendido rumores de un supuesto distanciamiento entre AMLO y Santiago Nieto, en el diseño de “justicia” que armó AMLO, estaba la figura de un Fiscal General dispuesto a todo y con carácter de inquisidor, y un responsable de la Inteligencia Financiera capaz de utilizar a la Institución para amedrentar a cualquier “adversario”, enemigo u opositor a la 4T.
Hubo rompimiento antes del “bodorrio”
La relación entre AMLO y Santiago Nieto se comenzó a enfriar primero, por las abiertas diferencias que sostuvo con el Fiscal, Alejandro Gertz, que pasaron de que uno acusara al otro de no armar bien los expedientes, hasta el punto en que el responsable de la UIF, empezó a “hurgar” entre los bienes y la riqueza del Fiscal, incluyendo asuntos delicados y personales como el litigio en el que disputa millones de dólares de la Universidad de las Américas o el pleito por el que mantiene encarcelada a su cuñada.
Hubo otros hechos que la UIF debió conocer y atender antes de que se convirtieran en un escándalo para la 4T, como los famosos “Pandora Papers”, donde aparecieron personajes como el consejero Jurídico de Presidencia, Julio Scherer, quien dejó el puesto; el titular de la SCT, Jorge Arganis que fue defendido por AMLO; Manuel Bartlett, quien se refugió en su cinismo; el senador de Morena, Armando Guadiana Tijerina, el principal proveedor de carbón a la CFE; y, en ese contexto, la información de triangulaciones financieras del propio Gertz en paraísos fiscales.
Los expedientes malditos
Otras investigaciones que seguramente llevaba la UIF y que pudieran impactar en la 4T, son los vínculos que pudieran surgir de las transferencias que realizaba desde México el operador financiero de Nicolás Maduro, Alex Saab Moran, detenido en Cabo Verde y extraditado a Estados Unidos.
Por otro lado, la parte de la investigación sobre el caso Lozoya que debió cerrar la UIF, era la de vincular los sobornos que recibió el ex director de Pemex, con exlegisladores del PAN y del PRI para la aprobación de la reforma energética de Peña Nieto. Al parecer no se pudo, tal vez porque nunca sucedió, pero el hecho dejó mal parado a Gertz Manero.
¿Había renuncia previa a la boda?
Luego vino el desafío de Santiago Nieto y su esposa de invitar a su boda a amigos y enemigos acérrimos de la 4T y de AMLO, lo que fue muy mal visto en Palacio Nacional.
Empezando por la novia, quien, por ser Consejera del INE, el Instituto más democrático con que aún cuenta el país, ya es enemiga de AMLO. Pero no sólo eso, sino que como Consejera, votó a favor de retirar la candidatura a la gubernatura de Guerrero del compadre de AMLO, Félix Salgado Macedonio, lo que causó la furia del presidente contra el Instituto.
De hecho, en cuanto se destapó el escándalo en torno al enlace, Salgado Macedonio se burló de la feliz pareja: “La que me tumbó, se lo llevó entre las patas. ¡Feliz Luna de Miel y que viva el amor! Cayó un apóstol y entró otro. ¡Dios es grande!”.
Otra de las invitadas, la secretaria de Turismo de la CDMX, Paola Félix Díaz, muy cercanas a Sheinbaum, viajó en el avión privado de Ealy Ortiz, dueño de El Universal, periódico al que AMLO califica como vendido y corrupto. Los pasajeros fueron detenidos por más de cinco horas por llevar más de 35 mil dólares en efectivo. Sobre el incidente, se especuló que “el pitazo” del dinero pudo salir de Cancillería, lo que viene a avivar el pleito entre Marcelo Ebrard y Sheinbaum.
Estuvo también invitada la polémica gobernadora de Campeche, Layda Sansores, hija de uno de los caciques mayores del PRI, Carlos El Negro Sansores Pérez, quien también arribó en avión privado, aunque poco se ha comentado.
Otros asistentes a la boda que se “quemaron” fue la feliz pareja de la ministra de la Corte, Yasmín Esquivel y su esposo, el asesor de AMLO y responsable del proyecto del aeropuerto de Santa Lucía, José María Riobóo.
También convidaron a la excandidata presidencial del PAN y actual senadora de la República, Josefina Vázquez Mota.
Al final, AMLO destituyó a Santiago Nieto y puso a “un gorila” sin experiencia, pero sí con sed de venganza, al frente de la UIF, al eterno legislador Pablo Gómez. De este modo, AMLO tendrá la mancuerna perfecta que pretendió desde el inicio de su administración, un Fiscal que enjuicie y un responsable de la UIF que arme expedientes “a modo” en contra de los opositores y que “tape” las fechorías de los suyos.
Veremos hasta dónde llega el endurecimiento de AMLO. ¡Agárrense!