En su Diccionario de filosofía el erudito José Ferrater Mora explica qué es el humanismo. Veamos enseguida una síntesis de su ensayo.

Un educador alemán, F. J. Niethammer, en una obra de1808 “entendía por humanismo la tendencia a destacar la importancia del estudio de las lenguas y de los autores clásicos (latín y griego)”.

Antes, en Italia, umanista se usó “para referirse a los maestros de las llamadas humanidades, es decir, a los que se consagraban a los studia humanitatis. El humanista se distinguía, pues, del jurista, del legista, del canonista y del artista…”.

Ferrater Mora precisa que el jurista, el legalista, etcétera sí se ocupaban de los studia humanitatis, pero lo hacían “como profesionales” y no propiamente “como pura y simplemente personas”.

(Nota: En todas las citas del Diccionario de Filosofía de José Ferrater Mora sustituyo la palabra hombre usada por el autor por una más adecuada en esta época, persona).

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Ferrater Mora en su diccionario se pregunta si el humanismo tiene significación filosófica o si, más bien, sus aspectos literarios son más fuertes de lo que pudiera tener de movimiento filosófico. El autor responde argumentando que las dos posiciones anteriores “son, cada una por su lado, excesivas”:

  • “En efecto, el humanismo —el humanismo renacentista— no es, propiamente hablando, una tendencia filosófica, ni siquiera un nuevo estilo filosófico. En todo caso, no hay un conjunto de ideas filosóficas comunes a autores como Erasmo, Montaigne, Nicolás de Cusa, Marsilio Ficino, Pico de la Mirándola, Valla, Ramus y otros autores a quienes suele calificarse, justamente o no, de humanistas”.
  • “Por otro lado, no es justo concluir que los humanistas renacentistas no tuvieron nada que ver con la filosofía. Por lo pronto, hay un aspecto de su actividad –la filosofía moral, intensamente cultivada por los humanistas– a la que no puede negarse importancia filosófica”.
  • “El humanismo renacentista no es reducible a la concepción de Burckhardt del ‘descubrimiento de la persona como persona’…”.
  • “Muchos humanistas trataron de destacar lo que se llamó la dignidad de la persona (por lo menos de la persona educada liberalmente) y con ello suscitaron ciertos cambios en la antropología filosófica de la época.
  • “Así, el humanismo renacentista no es ni una filosofía ni una época filosófica, pero es en parte uno de los elementos de la atmósfera filosófica durante el final del siglo XIV y gran parte de los siglos XV y XVI”.
  • “En la época actual se ha hablado de humanismo no sólo para designar el movimiento antes descrito, sino también, o sobre todo, para calificar ciertas tendencias filosóficas, especialmente aquellas en las cuales se pone de relieve algún ideal humano. Como los ideales humanos son muchos, han proliferado los humanismos”.
  • “Tenemos con ello un humanismo cristiano, un humanismo integral (o el humanismo de la Encarnación en el sentido de Maritain), un humanismo socialista, un humanismo (o neohumanismo) liberal, un humanismo existencialista, un humanismo científico, y otras muchas, casi incontables, variedades”.
  • “Algunas de estas tendencias humanistas se caracterizan por la insistencia en la noción de persona, en contraposición a la idea del individuo”.
  • “Otras tendencias se caracterizan por predicar la sociedad abierta contra la sociedad cerrada. Otras, por destacar el carácter fundamental social del ser humano. Otras, por poner de relieve que la persona no se reduce a ninguna función determinada sino que es una totalidad, etcétera”.

En su Diccionario de Filosofía el estudioso catalán José Ferrater Mora amplía muchísimo la información acerca del uso que numerosos autores han dado al término humanismo.

En la política mexicana, recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que su legado será el humanismo mexicano.

¿Qué es el humanismo mexicano? Un reconocido intelectual de izquierda, Rafael El Fisgon Barajas, define al humanismo mexicano postulado por AMLO como la antípoda del neoliberalismo.

En una entrevista, El Fisgón sostuvo que el proyecto de la cuarta transformación de AMLO tiene una profunda raíz humanista, como la tuvieron las tres anteriores transformaciones de la sociedad mexicana:

  • La primera transformación, la de la Independencia, “claramente está inspirada en lo que fueron todas las teorías de la Ilustración”, sobre todo relacionadas con las ideas de soberanía y autodeterminación.
  • La segunda transformación, la de la Reforma, dice Rafael, está también inspirada en la Ilustración y retoma la tesis francesa de libertad, igualdad, fraternidad. Pero, además de por la soberanía,se luchó por la libertad de pensamiento.
  • La tercera transformación, la de la Revolución, incorpora derechos sociales de segunda generación.
  • La 4T o el humanismo mexicano de López Obrador, apunta Rafael Barajas, sería la suma de todas las luchas del pueblo mexicano.
  • AMLO, subraya El Fisgón, pone el acento en la necesidad de acabar con el racismo y el clasismo.

En resumidas cuentas, me parece que para AMLO el humanismo mexicano parte de la famosa frase atribuida a Publio Terencio de que ‘nada humano nos es ajeno’.

En ese sentido, Rafael El Fisgón Barajas publicó el sábado un dibujo en La Jornada que es profundamente humanista: Llanto por Gaza. En la extraordinaria viñeta de Rafael llora una niña de Gaza. Nadie puede estar de acuerdo con la destrucción de esa sociedad, claro que no.

Ahora bien, me pregunto cuándo un humanista ejemplar como Rafael Barajas publicará un llanto por Israel. Porque hace pocos días este país fue atacado por una fuerza terrorista que acabó con la vida de jóvenes, niños, niñas, gente de edad avanzada. ¿O ya se nos olvidó lo que hizo Hamás al invadir tan violentamente a no pocos comunidades israelíes integradas por una mayoría de personas buenas, trabajadoras y creativas?