“Ante este mundo de ganadores vulgares y deshonestos, de prevaricadores falsos y oportunistas, de gente importante que ocupa el poder, de todos los neuróticos del éxito, del figurar, del llegar a ser. Ante esta antropología del ganador de lejos prefiero al que pierde.”
PIER PAOLO PASOLINI
Dando y dando, ¿y el mitin ya sale sobrando?… ¡Qué va! El regalo correspondido de pronto se vuelve la excusa para mantener viva la llama.
Salvados por la… llamada, esa que tuvo Claudia con Trump. O quizá no, dado que la salvación fue exactamente la misma para Canadá, exactamente al mismo tiempo, aun cuando en este último caso no hubo intercambio de regalos ni llamada ni gráficas de excel sobre el fentanilo… Yo solo digo…
Salvados más bien, entonces, por muchas —muchísimas— empresas estadounidenses muy importantes que le señalaron al señor Trump el desgarriate económico y social que se dejaría venir si insistía en violar el T-MEC y extorsionar a sus socios comerciales con unos aranceles del 25%.
Salvados porque, contrario a lo que sostiene la administración federal claudista, para el copetudo personaje sí existe una correlación entre los narcotraficantes, el fentanilo y sus amenazas. Y como no bastó la entrega de 29 delincuentes la semana pasada por el gobierno de Claudia Sheinbaum (a petición expresa del gobierno naranja), Trump pide ahora que México revise todo su comercio con China y le imponga nuevas tarifas a ese país. Dando y dando, regalos de aquí para allá y de allá para acá, a cambio de otro mes de oxígeno para toda la región norteamericana. Un mes a la vez; pausas… nada históricas.
Y bueno, habrá muchos —los más— que celebrarán como nunca antes a la presidentA; otros no le concederán nada de nada; mientras que los menos intentaremos ser objetivos —y por ahora aliviados— , pero sin por ello dejar de subrayar que la victoria es temporal y tiene la caducidad que Trump le imponga.
Procurando objetividad (eso sí, sin perder el tono mordaz que me caracteriza) debo decir que lo que ya se ve como una manía de Donald Trump de microgestionar (‘micromanagement’ le dicen los gringos) es lo peor de lo peor para la estabilidad económica, ya no se diga para fomentar la inversión y el crecimiento. Y es que, verán ustedes, lo malo de ir de mes en mes, es que no se puede planear ni gestionar a largo plazo. Un microgestor mata eso. Así que NO celebremos, recomiendo yo; el estilo de administración del presidente estadounidense ha hecho que nuestra primer mandataria esté atendiendo la agenda de Trump 24/7 y que todo México se la pase con el Jesús en la boca. Imposible también trazar de manera estratégica un plan para disminuir los impactos que tendrán los desplantes de Trump. La amenaza naranja traerá a Sheinbaum durante cuatro años responde que responde a lo que digan los impulsos, ocurrencias y demandas para su cartera, los negocios y la base electoral del norteamericano.
En vista de lo anterior, de verdad no veo qué celebrar este domingo 9 de marzo en el Zócalo de la Ciudad de México. Encima, objetivamente hablando, no requerimos (ni Claudia como presidenta ni México como país) una manifestación multitudinaria ni para burlarnos de la amenaza naranja ni para lanzar abucheos contra los estadounidenses. ‘Entre populistas no se leen las manos’ y, si no es para alabarlo, este “festival” no será bien recibido de aquel lado del Río Bravo.
¿Por qué arriesgar un intercambio que bien que mal a ambos individuos les va funcionando? Uno en el que él exige y patalea, mientras que la otra toma decisiones para satisfacerlo. Vayamos adelante. Y ‘adelante’ no será con masas que protesten contra Trump en la plancha capitalina.
Que las autoridades nos respondan con seriedad: ¿de qué se trata? ¿De mantener vivo al T-MEC y viable económica y socialmente la región o de hacer un evento partidista para avivar la llama del fervor cuatroteísta?
Giro de la Perinola
El gran poeta León Felipe, siendo ateo recitó: “Para cada hombre guarda un rayo nuevo de luz el sol… y un camino virgen Dios”. Lo menciono porque este miércoles de ceniza, en el Senado, varios fueron los legisladores que mostraron la cruz en la frente durante la sesión en el pleno. No pocos de ellos son los mismos que criticaron a Vicente Fox por portar crucifijos o por persignarse en público…
A lo que voy: más allá de su religión o creencias, vale recordarles a los senadores que nuestro país es laico conforme al Art. 40 Constitucional (ese todavía los cuatroteros no lo han reformado) y este debería valer para que no se pongan a hacerla de representantes religiosos.
Además de hipócritas, despreciables.