Exactamente 57 minutos y 56 segundos. Es la duración del video de la charla entre Carlos Salazar —ya expresidente del Consejo Coordinador Empresarial— y el ingeniero Carlos Slim.
En la plática el empresario Slim luce como lo que no son — ni en esta generación serán— los potentados de la Sultana del Norte: culto, analítico, informado, sencillo y hasta humanista. Exactamente lo opuesto a los herederos de las grandes fortunas que hace tantos años surgieron en la Sultana del Norte como producto de la creatividad, del esfuerzo y el ahorro, valores hoy inexistentes en la ciudad de Monterrey.
Se entiende —lo digo con pena— que los hombres de negocios más adinerados de mi ciudad se expresen, en privado, en tan malos términos del ingeniero Slim.
Si la envidia fuera tiña, cuantos tiñosos habría en la élite regia.
Gracias, querido Carlos Salazar, por estos 57 minutos y 56 segundos de la sabiduría de tu tocayo Slim: