Cuando la ciudadanía salió masivamente a votar, millones de personas lo hicieron en favor de una opción democrática, por una representación que volteara a ver las demandas reales de la población y no por la opción de un pensamiento único, del centralismo absurdo y de intereses personales y de grupo en torno al “Caudillo” para satisfacer su ambición autoritaria de poder y control político.
La oposición devastada
Después de la elección los partidos actuales quedaron cancelados como opción. La oposición se agachó frente al poder y tan brutal fue la devastación que el PRD perdió su registro, el PRI quedó como un partido testimonial y el PAN se redujo a su mínima expresión.
Del lado del oficialísimo, como el PNR de Plutarco Elías Calles, Morena vendría siendo el partido hegemónico en torno a Andrés Manuel y para imponer el pensamiento único, el PVEM y el PT sus satélites útiles para convalidar las decisiones del líder de la transformación.
Una esperanza
Qué pasa con la ciudadanía, con los millones y millones de ciudadanos que no se identifican con esa ideología autoritaria, que aborrece la inclusión, que considera subversivos los movimientos feministas, que condena la homosexualidad, que acusa a los padres que demandan medicamentos para sus hijos con cáncer y descalifica a aquellos que quieren una educación que les permita aprender y desarrollarse, en lugar del adoctrinamiento clasista e ideológico que impone la 4T, que militariza, miente y fracasa.
Nuestra sociedad, que demanda pluralidad, libertad y democracia, quedó huérfana, sin nadie que la represente, los partidos políticos no responden a sus expectativas ni tienen capacidad de representar sus demandas frente a un régimen autoritario.
¿Está todo no todo perdido? Veamos, el movimiento de la Marea Rosa, la que surgió en defensa de instituciones como el INE y el poder judicial, junto con muchas otras importantes expresiones sociales, podría escuchar una importante iniciativa que lanzó el embajador Agustín Gutiérrez Canet podrían conformar un espacio que dé cabida a las voces y al diálogo.
El embajador y un importante grupo de personajes, abrazamos la propuesta de crear “un nuevo partido político formado por ciudadanos honrados y preparados, ajenos a la miseria de la política bastarda, en busca del bien común y la justicia”.
Descontento social y Plan C
AMLO anunció su famoso Plan C y que lo impondría en el mes de septiembre de 2024, seguro de que ganaría la mayoría absoluta en el Congreso y de que impondría su capricho.
El Plan C que hoy tiene a México temblando y a los mercados financieros nacionales e internacionales titiritando, porque destruir la SCJN significaría una estocada al Estado de derecho.
La sociedad mexicana tiene la oportunidad de organizarse para la creación de un partido político que emane de la ciudadanía y que nos represente verdaderamente, uno donde quepan muchas formas de pensar y se sumen, políticos profesionales cansados de controles cupulares de los actuales partidos políticos.
Es muy importante que la sociedad civil que tan rotundamente se expresó no quede huérfana en estos aciagos momentos y sirva para transitar a la democracia y para no conformarnos con el autoritarismo populista que ganó inequitativamente a una oposición que no nos representa.
X: @diaz_manuel