Sonora Power

La llegada de Guadalupe Taddei Zavala a la presidencia del Instituto Nacional Electoral marca todo un hito en la consolidación de la democracia en México.

Hay muchos elementos que le dan un alto valor a la selección de la sonorense por la vía de la insaculación en tómbola y es que más allá de argumentos como el de que es la primera mujer en acceder a esa posición, creo que tiene un alto valor el hecho de que se trata de una persona que ha entregado su vida profesional (32 años de trayectoria) al trabajo desde adentro de las organizaciones electorales.

Taddei Zavala es una persona comprometida con la causa de la democracia y me queda claro que de todos los que participaron en el proceso de selección de los nuevos consejeros ciudadanos que integran el Consejo General del INE, ella es la que mayores merecimientos tiene.

La nueva consejera presidenta del INE encabezará a través del Instituto todo un proceso de cambio desde adentro, que nos permitirá a los mexicanos alcanzar finalmente el sueño de la democracia plena y sin adjetivos de que tanto se habló hace 25 años.

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Por su origen en el seno de una familia trabajadora de Cananea, un pueblo minero en el que debió crecer y desarrollarse en medio de la injusticia y de las luchas incompletas, Lupita (como le decimos los sonorenses) es una persona que desde siempre se ha identificado con causas sociales, con causas democratizadoras, con causas de igualdad.

A ella le tocó en sus inicios dentro del entonces Instituto Federal Electoral la fase inicial de la integración del Registro Nacional de Electores, también el desarrollo de la ahora indispensable credencial para votar con fotografía.

Pasó por institutos electorales locales de Chihuahua y Durango y después se regresó a Sonora como vocal dentro del incipiente Instituto.

Fue seleccionada en 2014 como presidenta del Instituto Electoral de Sonora y le tocó implementar varias reformas a la Constitución que dieron paso a cambios profundos en esa estructura.

Le correspondieron 2 procesos para elegir gobernador, en este caso la transición del panismo corrupto de Guillermo Padrés al priismo inerme de Claudia Pavlovich y de la primera mujer gobernadora al primer gobierno emanado de un movimiento de izquierda, con Alfonso Durazo Montaño de candidato.

Es decir le tocaron 2 transiciones políticas, con cambio de siglas en el poder, pero también tuvo en sus manos procesos electorales locales muy importantes, en específico las elecciones del 2018 que fueron concurrentes con la elección presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

No sobra decir que ninguno de los procesos que le tocó organizar y sancionar terminó judicializado y que si bien como es propio de toda democracia hubo alguna queja y alguna impugnación, todo terminó por transcurrir dentro del orden institucional que se podría esperar, en medio de procesos políticos en los que la crispación y la negativa de los actores a ceder el poder, aun siendo derrotados, era la máxima.

A Guadalupe Taddei le correspondió también dar paso a una reforma política que creo ha sido esencial en el desarrollo político de Sonora, que es la de la igualdad y equidad de género en la asignación de candidaturas, y esto ha permitido la llegada de un grupo sólido de mujeres a la esfera del poder, en un estado con un alto componente de machismo y misoginia como es Sonora.

Hoy en día, resultado de esa reforma, en el Congreso del Estado hay 19 mujeres diputadas frente a solo 14 varones. También hoy en día (esto como resultado de la fuerte presencia de mujeres en la vida política de Sonora) hay un grupo de al menos 12 mujeres en roles protagónicos, como secretarías, diputaciones federales, liderazgos partidistas y empresariales.

Es decir le tocó romper el techo de cristal, desde el momento en que fue ella quien desde la posición de presidenta del Instituto Estatal Electoral, implementó esas medidas.

Hoy la vida la colocó de nueva cuenta en una posición donde puede ejercer el cambio y ser un factor determinante en el avance democrático de nuestro país.

A Lupita le tocará el proceso electoral del 2024, la elección intermedia del 2027 y la elección del 2030. Todos esos procesos son sumamente trascendentes.

Pero también le toca garantizar una transición de la burocracia dorada de Lorenzo Córdova y sus compañeros, esos funcionarios electorales cuya ramplonería les hacía creerse indispensables como elementos garantes de la democracia en México, que ahora saberse desplazados y sobre todo fácilmente reemplazados, les toma un trabajo indescriptible.

Guadalupe Taddei Záfala protagoniza toda una revolución que viene desde el norte y en sus primeras acciones pondrá la marca de la casa, comenzando por su rendición de protesta con su izquierda en alto.

Siguiendo por los pasos naturales que se deben dar en el INE, es decir una limpieza profunda de la estructura, una serie de auditorías a sus antecesores a fin de poner en claro cómo fue la administración de los recursos en manos del Instituto y determinando medidas de control del gasto y austeridad que permitan eficiencia y sobre todo equilibrio entre lo que ganan los altos mandos y el persona de base en este organismo que es de todos los mexicanos.

Por supuesto, es de esperarse que Taddei también asigne roles de protagonismo a más mujeres como garantía de democracia y transparencia.

Cuando se le designó, yo a Lupita Taddei le puse un mensaje en su red privada, le dije “Felicidades por tu nombramiento, seguro estoy que harás un gran papel… y nos harás sentir orgullosos de ti a todos los sonorenses”.

Hoy desde aquí le refrendo el deseo de éxito y le manifiesto mis respetos.

Se que lo hará y muy bien.

Correspondencia a demiandu1@me.com | En Twitter @Demiandu