La historia de otras pandemias, como la de la influenza de 1918 conocida como la “gripe española”, nos enseña que podemos esperar en los próximos meses. Sobre aviso no hay engaño y lo que era de esperarse está ocurriendo: ante la reapertura de espacios públicos en todo el mundo, los contagios de Covid-19 van en aumento.
En México, Estados Unidos y varios países de Europa se habla ya de una “tercera ola” de la pandemia y, afortunadamente, contamos con antecedentes históricos de enfermedades similares, lo cual nos servirá para no entrar en pánico. De acuerdo a registros históricos, las tres “oleadas” de la pandemia de la “gripe española”, o influenza, ocurrieron dos en 1918, siendo la más fuerte la que coincidió con el invierno de dicho año.
Después de unos meses de respiro, llegó una tercera ola que, si bien superó a la primera, no alcanzó ni siquiera la mitad de intensidad que la que ocurrió en el verano. Posteriormente, los contagios y muertes por esta enfermedad (que causó muchas más muertes que el Covid-19) disminuyeron y finalmente cesaron.
La ventaja con respecto a la epidemia ocurrida hace un siglo es que contamos tanto con vacunas como con otras medidas que nos permiten evitar en buena parte la transmisión de la enfermedad. Seguramente veremos alguna nueva ronda de restricciones o medidas de seguridad para evitar más contagios. Aunque aquí, lo más importante, es vacunarse. La inmensa mayoría de los contagios y muertes (¡Más del 99%!) está ocurriendo entre las personas que aún no se han vacunado. A estas alturas, un año y medio después de declarada la pandemia, es algo difícil el pensar en volver a sufrir más privaciones y restricciones en nuestras vidas diarias. Se tratará, esperemos, del último esfuerzo para superar este par de años de pesadilla.