No podemos negar una realidad, AMLO hace y deshace como y lo que le viene en gana y es por una sola y simple razón, una oposición abyecta, que está ensimismada en sus intereses mezquinos de poder y corrupción o bien, es “agachona” y sólo se dedica a convalidar cada una de las ocurrencias del compañero y camarada Andrés Manuel.

Ayer domingo, se realizó el primer ejercicio de una consulta pública, con una pregunta que no aporta nada para fortalecer el proceso democrático, porque en el fondo la intención de la propuesta enviada por el compañero presidente, no era precisamente democrática ni tiene que ver con juzgar a los políticos del pasado.

Nuevamente, la ocurrencia de la consulta fue para imponer su voluntad y que la oposición baile al ritmo que él les impone.

La consulta lleva mucho “chanfle”

Lo que realmente busca es anular las instituciones democráticas de la nación:

A) Culpabilizar al INE de cualquier situación que no le parezca y a partir de eso buscar su desaparición, así AMLO se colocaría como el juez supremo y organizador de los procesos electorales, como el PRI de los setenta.

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B) Buscar una reforma a la Ley de Consulta para que quede “a modo” y para que AMLO y su gobierno sean la autoridad que decida qué y cuándo se realicen las consultas y no quede a cargo de una autoridad imparcial y autónoma. Este ejercicio es igualito al que se hace en Venezuela, la consecuencia sería que el Congreso de la Unión propiamente desapareciera.

C) La aplicación del Estado de Derecho quedaría exclusivamente en manos del presidente que, como ya lo demostró, lo hará de manera discrecional, a sus adversarios todo el peso de la ley, mientras premia a sus correligionarios y “matraqueros”.

Oposición cómplice

Empezando por el manejo que se le dio a la consulta y el silencio de la oposición. Para AMLO todo el que se le oponga es acusado de corrupción y quemado en leña verde, eso es actuar de forma miserable y prepotente, porque no se atreve a simplemente a aplicar la ley. Es decir, si son corruptos, cometieron ilícitos y violentaron la ley y la Constitución, como jefe del Ejecutivo Federal su responsabilidad es que se aplique la ley.

Sin embargo, la consulta más bien parece una estrategia para que ya no se hable de la corrupción de la 4T ni de cómo llegó al poder. ¿Por qué nadie exige justicia por la corrupción de administraciones pasadas? De las ligas de Bejarano y Carlos Imaz, de los viajes a Las Vegas y del lavado de dinero de sus exsecretario de Finanzas en la Ciudad de México, Gustavo Ponce; de los videos de la “recaudadora” de Morena, Eva Cadena, que recolectaba dinero en efectivo y se lo entregaba a Rocío Nahle para la campaña; de la cuñada de AMLO que desfalcó a la Secretaría de Educación de Veracruz en el gobierno de Duarte, de los videos de Pio y Martín López Obrador, de los contratos a Pemex a la prima Felipa Obrador; de la tragedia de la Línea 12 del Metro y toda la corrupción que provocó el colapso.

La oposición ha callado en temas como la desaparición de los fideicomisos que dejaron enormes huecos en la gestión pública y no reaccionaron en la cancelación del NAIM, a pesar de sus implicaciones para el desarrollo económico y comercial de la nación.

No dicen nada sobre la crisis de salud ni por la falta de medicamentos derivada de una terrible corrupción e ineficiencia de la 4T. El uso electorero de las vacunas, sobre todo antes del 6 de junio, ni de la posible pérdida o desconocimiento de a dónde pararon más de 19 millones de dosis.

La parálisis en el sector energético y sus consecuencias, con apagones que no se registraban desde la década de los setenta ni de las explosiones y accidentes en refinerías e instalaciones de Pemex.

El PAN de Marko Cortés y Ricardo Anaya han convalidado todo. El PAN no tiene una agenda legislativa ni propuestas, simplemente “bailan” al son de los tamborileros de la Chontalpa.

Marko Cortés como dirigente prefirió, junto con su pandilla hacerse de “la vista gorda” y dejar pasar todas las políticas impuestas por AMLO por atroces que fueran y dejar solos a sus gobernadores y legisladores.

Además, para asegurar la continuidad de esa política agachona y entreguista, Cortés nombró a Jorge Romero como Coordinador de bancada en la Cámara de Diputados. Romero, incondicional de Anaya, fue acusado de corrupción luego de su paso por la Alcaldía de Benito Juárez.

El PRI de Alejandro “Alito” Cárdenas está peor, es el títere sin dignidad de uno de los aliados más cercanos a AMLO, el “talibán” José Murat Casab y ahora, la propuesta de AMLO para ellos podría ser que se convirtieran en un apéndice de Morena.

¿De qué tratará la negociación para que al inicio del periodo ordinario de sesiones voten a favor de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, aunque ello implique un daño al país y a la vida democrática?

Este tipo de oposición hará que la consulta de AMLO cobre sentido y desde ahí avanzar a la destrucción del INE, un gobierno sin contrapesos y que maneje a su antojo a la justicia y sus instituciones.

La oposición no parece despertar, se mantiene callada, sin agenda legislativa, sin propuestas sin hacer verdadera política y reducidos a transitar pasivamente hacia la entrega del poder absoluto a AMLO.