La marca ‘Mar de Cortés’ transforma al golfo de California en mercancía. La doctora Micheline Cariño (2015) sostiene que es una estrategia de marketing de carácter turístico-inmobiliario y empresarial para empaquetar el paisaje y los recursos naturales del golfo. Es una mirada totalizadora que se impone de arriba hacia abajo siempre con el pretexto de permitir el ‘desarrollo’ de la región.

“Es propaganda mercantil de los macroproyectos costeros, falsos paraísos desarrollistas con los que se intenta disfrazar la vulnerabilidad de las costas del Golfo de California y de las comunidades recipiente”, escribe la doctora en ‘El mar de Cortés no existe’. Más adelante agrega: “es un fenómeno de aculturación incorporado erróneamente a la nomenclatura cartográfica oficial”.

El solo proponer el cambio de ‘Mar de Cortés’ a ‘Mar del Yaqui’ desató la indignación de varios, como el exgobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, quien reprochó rápidamente en Twitter la idea:

“¿Es en serio? Los Yaquis habitan en Sonora, pero no en los tres estados que comparten sus litorales: Sinaloa, Baja California y BCS. El 3 de mayo de 1535, Hernán Cortés desembarcó en la que se llamó Bahía de la Santa Cruz, hoy de La Paz. Se argumenta que, gracias a eso, la península es mexicana”, explicó Carlos Mendoza en su cuenta de Twitter, defendiendo el nombre de Mar de Cortés el cual no es el nombre oficial.

Hago este breve contexto porque el nombre revivió con el Foro Mar de Cortés. Un evento que llama la atención por los participantes que estarán y, cómo lo mencionó el gobernador Víctor Castro Cosío, presentando la cartera de inversiones para la región del golfo de California conformada por Sinaloa, Sonora, Nayarit, Baja California y Baja California Sur.

Las columnas más leídas de hoy

Nada se sabía del foro que reunirá, según Carlos Mota en su columna Un montón de plata en Excélsior, durante el 10 y 11 de noviembre a la millonaria Christy Walton, ligada a WalMart, quien es dueña de Innovaciones Alumbra donde aglomera las marcas que se disfrazan de desarrollo sustentable como acuacultura industrial de pargo y totoaba con Earth Ocean Farms; Cobia Open Blue un recinto de 1,000 hectáreas en mar abierto y Sol Azul Maricultivos donde produce ostiones, proyectos distribuidos en la Península de Baja California. Además, cuenta con el Rancho Cacachilas, compuesto por varios ranchos que compró a lugareños, en el que tiene concesiones de agua e incluso una concesión minera.

Al evento, de confirmarse lo escrito por el columnista, llegaría Ernesto Stein, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Supuestamente también estará Miguel Sánchez Navarro, de Fortem, que acaba de adquirir en La Paz el Hotel Perla y consiguió de Rubén Muñoz, exalcalde paceño, el aval de construir el proyecto inmobiliario de lujo AlMar Residencial. Sin olvidar que gobernadores y mandatarias de los estados mencionados.

El gobernador de Baja California Sur confirmó que diferentes sectores estarán presentes. Desde hoteleros, navieras, agroindustriales que ven en esta zona “zonas de oportunidades”. En la página oficial del Foro Mar de Cortés, misma que aún no está terminada, se explica que éste es:

“Una institución incluyente y propositiva, impulsora de confianza, generadora de relaciones de gran profundidad y de proyectos e iniciativas de alcance global, anclada en encuentros altamente interactivos entre líderes comprometidos de la región conformada por los cinco estados bañados por las aguas del Mar de Cortés”.

¿Comprometidos con qué o quiénes? De nuevo, queda evidenciado como el nombre ‘Mar de Cortés’ es solamente una forma de transformar la vocación del golfo de California. Pensar desde el crecimiento económico sin tomar en cuenta la finitud de sistemas ecológicos, las implicaciones sociales y políticas de un sistema económico global que exige cada vez materia y energía para funcionar.

Así ‘Mar de Cortés’ es un símil de conquista: un producto para el mercado global.

¿Quién se beneficia realmente del desarrollo?

Carlos G. Ibarra en Twitter: @Cachobanzi