En la marcha de hoy en defensa del INE participaron unas 20 mil personas impulsadas por un respetable ánimo ciudadano y un admirable espíritu cívico.

Pero, desgraciadamente, la marcha también contó con la presencia de personajes verdaderamente impresentables, con una historia de documentadas corruptelas, trampas y operaciones sucias en la política. Y estos han sido la nota.

Había escrito hace unas horas una columna preguntándole a Enrique Krauze si consideraba adecuados compañeros de lucha  democrática a Roberto Madrazo y Alejandro Alito Moreno, dos de los más sucios presidentes que el PRI ha tenido en su historia.

Dije que a Krauze solo el odio a AMLO —que el brillante historiador no consigue controlar— pudo unirlo a Alito y a Madrazo. Y añadí que, tristemente, no eran estos los peores entre los asistentes a la marcha. Mencioné como a alguien bastante menos ético a Claudio X. González y, contra lo que yo pensaba, también anduvo por ahí alguien aún más nefasto. En realidad nefasta; estoy hablando de Elba Esther Gordillo.

Elba Esther es sinónimo de corrupción y de fraudes electorales lo sabe todo el mundo y lo demostró AMLO en un mitin del 2006 cuando difundió un audio en el cual Gordillo le pedía a un gobernador priísta aplicarse en el robo de votos.

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Por cierto, ese audio lo llevó a los campamentos de protesta de Andrés Manuel López Obrador el jefe máximo de los chuchos del PRD, Jesús Ortega. Hoy algunos chuchos, como un acólito de Ortega, Fernando Belaunzarán, marcharon codo a codo con Elba Esther Gordillo. Terrible.

Creo que no se han dado cuenta en los sectores decentes de la oposición —existentes sobre todo en el PAN— y en la llamada sociedad civil idealista, que sus dirigentes siguen haciendo el papel de tontos útiles y son utilizados por lo peor del PRI.

No aprendieron los líderes panistas de la reciente trastada que les hizo Alito Moreno en la Cámara de Diputados cuando este tipo obligó a los legisladores del PRI a votar en contra de lo que había pactado el resto de la oposición.

No tendrán derecho a llamarse sorprendidos ni tampoco a enojarse —carecerán de cara para ello— cuando próximamente Alito Moreno, Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo los vuelvan a traicionar o, más bien ¡a usar como Kleenex!... de esos que se tiran a la basura cuando cumplieron su función de limpiar inmundicias.

Una pena que la marcha del INE solo vaya a servir para que Roberto Madrazo Alito Moreno, Elba Esther Gordillo y algunos otros laven sus miserables prestigios.

No lo merecían los poco menos de 20 mil participantes en la manifestación… Wn efecto, casi 20 mil, en mi cálculo personal. Y me voy largo: el secretario de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, dijo que fueron solo 12 mil. La organización de la marcha tendrá otros datos.