El día de ayer el periodista Hans Salazar preguntó en el espacio de la “La Conferencia Mañanera” sobre el desalojo que sufrieron mis compañeros jubilados aglutinados en la Asociación de Jubilados, Trabajadores Y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM).
Cito textual la respuesta que en primera instancia dio el Presidente Andrés Manuel López Obrador:
“Pues hay que pedirle información a la Secretaria del Trabajo, porque ella, este… es la que está atendiendo este asunto, vamos a pedirle que…, sí pero de todas maneras que este…, nos informe bien, Luisa María Alcalde”.
Andrés Manuel López Obrador
Para inmediatamente después proseguir con una perorata (discurso largo, vehemente y poco oportuno, dice el diccionario) argumentando que el tema es una “herencia” de la política neoliberal y de la corrupción, que empieza cuando se privatizaron las aerolíneas, diciendo que “primero privatizaron Mexicana y después Aeroméxico”.
Estimado Andrés Manuel, te hablo directamente sin rodeos. La historia de Mexicana y de Aeroméxico ya nos la sabemos, llevo por lo menos 15 años denunciando la corrupción que impera en la aviación nacional. Lo vengo narrando desde antes de que fuera representante sindical, como una simple sobrecargo de Mexicana; después lo hice ya como Secretaria de Actas de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA), y ahora en otra faceta más, como columnista.
En repetidas ocasiones has dicho que “ya no es como antes”. Mencionaste a Gastón Azcárraga y te pregunto: ¿Qué acciones ha realizado tu gobierno para traerlo de vuelta al país y que pague por el fraude maquinado en contra de Mexicana de Aviación? ¿Qué han hecho con Grupo Posadas?, ¿Qué con Tenedora K, creada por Jorge Gastelum, y donde está involucrado Santiago Creel?
Después tuve que mirar atónita cuando dijiste que la mayoría de los trabajadores de la aviación eran afines al PAN, y con esa declaración deshumanizas a los trabajadores, apelando a que en la percepción del imaginario colectivo persista la diatriba de que existe un “pueblo bueno”, dando a entender -a contrario sensu- que por haber votado en su gran mayoría por el PAN, esos trabajadores son “pueblo malo”, entonces merecen ese destino, el de no recibir justicia.
Este discurso me parece no preocupante, sino alarmante. ¿Estás diciendo que dependiendo de mis preferencias electorales será la atención que reciba como ciudadana? Yo podría hacer una larguísima lista de eventos a los que personalmente acudí para hablar siempre del tema de Mexicana de Aviación, pero solo mencionaré algunos: lo hice con Bertha Luján, cuando era Secretaria Legítima del Trabajo, en sus oficinas ubicadas en Ejército Nacional; fuimos a verte a tu casa de campaña y hablamos brevemente contigo un grupo de compañeros, que al final nos dejaste con Ricardo Monreal.
Mi pregunta es en serio: ¿Debo entender que lo dijiste en La Mañanera es que merecemos este destino porque algunos compañeros (dando por hecho que la mayoría) no votaron por ti? Me queda muy claro que no conoces el tema, pues aseguras que tras privatizar ambas aerolíneas, a una la quebraron. Esto es falso, Mexicana no ha quebrado y por eso es el reclamo, porque seguimos en un maldito limbo jurídico/político que lleva más de 12 años, sin respuesta ni solución alguna.
Existe una sentencia de quiebra de la empresa, pero que no se ha podido ejecutar, ergo, no existe quiebra todavía. Muchos de los “activos” de Mexicana siguen trabajando y generando riqueza, como lo es la Base de Mantenimiento (MRO) y el Centro de Adiestramiento a Tripulaciones (CAT).
Y reiteras que sea la Secretaria de Trabajo que informe de cómo ayudar. Te puedo decir que, en las múltiples mesas de trabajo que he tenido a lo largo de distintas administraciones -incluyendo la tuya-, siempre he llevado una propuesta de solución al conflicto; no estoy esperando a que llegue el hada mágica y lo resuelva con un movimiento de su varita.
Me explico: por motivos de la naturaleza del trabajo, los tripulantes de cabina de pasajeros (sobrecargos), concluían su carrera laboral muy jóvenes, en edades que rondaban los 40 y 50 años de edad. Esto provocó que mis compañeros que habían alcanzado su jubilación en Mexicana, no pudieron seguir pagando el Seguro Social, por el fraude cometido contra la empresa, pues se quedaron sin su pensión, razón y motivo por los que hoy no pueden acceder a una jubilación vía IMSS.
Bajaron de vuelo a Mexicana de Aviación y al mismo tiempo se descubrió que el fideicomiso correspondiente para pagar las pensiones de los jubilados no tenía los fondos suficientes. Entonces este grupo de personas se quedó sin el dinero que recibían por concepto de “Jubilación Vitalicia”, y no pudieron seguir pagando sus cuotas al IMSS, por lo tanto NO pueden recibir una jubilación vía el Seguro Social; estamos hablando de poco más de 600 jubilados, un número que no va a crecer, pues ya no habrá más jubilados de Mexicana de Aviación; sé que suena horrible, pero es un grupo que tiende a extinguirse, no podemos voltear para otro lado, ni negar que a lo largo de estos doce años, poco a poco han ido falleciendo mis compañeros.
Y esto sí es horrible, por donde se vea. Parten de esta vida sin servicio médico y sin dinero. No todos, pero algunos habían encontrado una fuente de ingresos en la cafetería improvisada en el AICM; al desalojarlos los está arrojando a la indigencia total y un gobierno de izquierda, cuya prioridad debería ser, sin lugar a dudas, la clase trabajadora.
Por eso he insistido hasta el hartazgo a las administraciones federales, incluyendo a la actual, con la propuesta de que el gobierno “adopte” a este grupo y encuentre la manera legal de que ingrese al IMSS, sin que ellos tengan que pagar ni un centavo, para poder recibir una pensión. Y es que al jubilarse en edades entre los 40 y 50, muchos no alcanzan aún la pensión universal de los adultos mayores.
Estimado Andrés Manuel, compañero y líder de la Cuarta Transformación, tengo que decirte que “lo peor” de tu respuesta dada ayer en La Mañanera fue cuando hablaste de que este problema tiene su origen en que no se han tenido buenos dirigentes, y que nunca se acercaron a ti cuando fuiste oposición. Señor Presidente, desde el 2007 hasta el 2011, periodo en el que fui Secretaria de Actas de ASSA, siempre hubo acercamiento de la base a tu movimiento.
Y antes, tuviste mi apoyo en el 2000, y en las elecciones del 2006 voté por ti, sin importarme el rechazo de un buen número de miembros de mi sindicato; fui a todas las marchas contra el fraude electoral, y colaboré para la realización del documental de Luis Mandoki “¿Quién es el Señor López?”.
Fue doloroso escuchar de tu boca lo siguiente:
“también no ha habido…esto es un cuestionamiento fraterno, buenos dirigentes de parte de los trabajadores, cuando nosotros estábamos en la oposición, no se acercaban a nosotros”.
Andrés Manuel López Obrador
¿De verdad Andrés Manuel? ¿Jamás se acercaron a ti? Te tengo que desmentir porque me hiere en el alma todo el trabajo que hice contigo. Participé en tu programa “La verdad sea dicha” para hablar de la ilegal venta de Aeroméxico, que salió al aire el 23 de octubre del 2007. Acudimos varias veces a dialogar contigo a tu casa de campaña, situada en la Colonia Roma, fuimos a las oficinas del Gobierno Legítimo en Ejército Nacional, estuvimos varias veces apoyándote, ya fuera “En el Grito de los Libres”, en la reunión con los Jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas, y en innumerables marchas y mítines.
Y de todo lo anterior hay un vasto testimonio gráfico, Andrés Manuel, no se puede tapar el sol con un dedo. ¿Podemos de una buena vez dejar de hablar del pasado y comenzar a hablar del presente?, este presente que exige hoy soluciones reales y viables, como la que acabo de exponer para mis compañeros sobrecargos jubilados.
Respecto al resto de trabajadores de Mexicana de Aviación, como veo que no hay un verdadero interés en fortalecer la aviación nacional, pido la ejecución de la quiebra y en consecuencia se entreguen las liquidaciones correspondientes directamente a los trabajadores, impidiendo que los sindicatos quieran cobrarnos cuotas sindicales atrasadas y préstamos personales a las Cajas de Ahorro y Préstamo. Como en el caso de los sobrecargos agremiados a la ASSA, que pretende cobrarnos las cuotas de los más de 12 años que Mexicana de Aviación lleva sin volar. ¡Momento!, si dejamos de pagar, no fue por gusto o decisión propia.
Me siento ofendida cuando escucho que, como Presidente de la Nación, eres incapaz de responder una simple pregunta, y te andas por las ramas, hablando de los conservadores y del pasado, incluyendo recomendaciones a lecturas de Silva Herzog, el padre.
Estoy convencida de que no hay algo más dañino que los gobiernos neoliberales, en eso estamos de acuerdo. Pero tengo que decirte, de frente y siempre de manera respetuosa, que me escandaliza la postura tibia y ambivalente de tu respuesta. Que ofrezcas, para salir del paso, que “vamos a ver cómo está la situación” sin que exista un respaldo franco, abierto y total a unos trabajadores que no tuvimos ninguna culpa ni responsabilidad en el fraude cometido contra nuestra fuente de empleo.
El sentimiento de orfandad es lo que permea en la mayoría de mis compañeros. Y ahondo en el tema: independientemente de las preferencias partidistas, bajo los ojos de la Constitución todos somos mexicanos y tenemos los mismos derechos y obligaciones; por eso no puedo con el maniqueísmo del “Pueblo bueno”, porque entonces ¿Resulta que los trabajadores de la aviación somos “el pueblo malo”?
En conclusión, dejas el tema en manos de Luisa María Alcalde, lo que podemos traducir que la decisión será tomada por Arturo Alcalde Justiniani, abogado de mi sindicato ASSA de México, y del sindicato de pilotos ASPA. Podríamos decir que dejas “la iglesia en manos de Lutero”.
Quiero aprovechar este espacio para agradecer a Hans Salazar por subir el tema de Mexicana de Aviación a la palestra, ya llevábamos semanas intentando que el Presidente hablara al respecto, pero no había sido posible, hasta el día de ayer. Muchas gracias.
Ya con esta me despido: durante 25 minutos se abordó el tema, con sus respectivas desviaciones, sin sentido desde mi punto de vista, y todo terminó en que se le pregunte a Luisa qué es lo que está haciendo, aprovechando que “lo más probable” es que se presente a la Conferencia mañanera en una semana. Tiene tiempo suficiente para “preparar” las respuestas a todas las preguntas aquí planteadas, y a todas las que hemos formulado al respecto, en otros foros, las muchas voces partícipes del tema Mexicana de Aviación.
Dejo el Artículo 1ero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:
“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección…
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.”
Artículo 1, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
Remato: No existe, ni debe existir, un pueblo bueno y uno malo.