¡¡SPOILER!! Si quieren verla NO entren a leer mi columna. Y bien, pues la verdad es que leí algunos comentarios en X acerca de lo buena que era esta serie. Ayer me di a la tarea de descubrirla, un poquito forzada por mis adolescentes.
Nadie nos va a extrañar es una serie cien por ciento mexicana que se sitúa en el año 1984 en el otrora DF.
Perfectamente bien ubicada en tales años, la serie nos muestra imágenes de esa hermosa ciudad. Para los que hemos tenido que emigrar de ella y nacimos ahí nos lleva a un recorrido de nostalgia por las calles caóticas de la Ciudad de México... Caóticas pero hermosas. Caótico todo pero hermoso.
Y nos lleva a vivir y a asomarnos a la vida de 5 jóvenes que luchan contra un sistema educativo que existía en aquel entonces, pero que sigue exactamente igual.
Materias que no se comprenden, pero se imparten sin el mínimo de conocimientos en pedagogía, maestros desmotivados, directores de escuelas privadas que solo les importan los alumnos como un número más y los ven como un negocio.
Sistemas de aprendizaje obsoletos e inservibles, bullying imparable en todas las escuelas privadas, donde el que acosa no es expulsado, porque “no se les vayan a bajar los números ($) a los dueños”.
Pero dentro de todo este escenario que pudiera parecer desalentador, existe también aquel maestro o maestra que te salva la vida, aquel profesor que en verdad se preocupa por la estabilidad emocional de el alumno. Y es que sí, en casi nada hemos avanzado, pero en aquel entonces no existía la posibilidad de contar con un psicólogo o psicóloga que pudiera atender a los alumnos.
Al menos ahora las escuelas privadas cuentan con un psicólogo para cada grado escolar.
Por lo demás en nada hemos avanzado, los jóvenes siguen teniendo el mismo sistema arcaico de enseñanza y un estancamiento brutal además.
De ahí que al examen de física en la serie le llamen “el examen imposible” y bueno hoy en día esa materia también sigue siendo aterradora e imposible para los estudiantes.
El amor, la hermandad, la diversidad en la elección de a quién elegimos o no amar, las emociones e inseguridades y fortalezas de los adolescentes que van siendo guiadas por la maestra de Inglés, que es por demás intuitiva y con vocación.
Un director voraz que minimiza hechos de bullying y otras cosas con tal de no bajar su matrícula escolar.
La maestra que en su juventud era muy buena y dulce y se encarga ahora de la materia de física , que con los años se va volviendo amargada, reconociendo justo en medio de un tema que aborda la trama como es el suicidio que puede ser menos dura y ayudar a los jóvenes a ser más felices.
El abordaje del tema del suicidio fue perfectamente planteado.
Por lo general en la vida real y cotidiana, no se habla de ello. Nadie quiere mencionar incluso la palabra porque creen que “se contagia”. Incluso en medios televisivos no se puede mencionar la palabra “suicidio”.
Así es como la trama nos presenta a un joven llamado Memo, totalmente abandonado por sus padres, que sufre y ha sufrido bullying toda su vida, que el único que le da sostén emocional es su chofer.
Y que se hace famoso y popular en la escuela porque bebió mucho alcohol en una fiesta.
Y cuando por fin logra hacerse respetar, cuando encuentra amigos e incluso se enamora, sus papás lo obligan a mudarse de ciudad y al no ver la salida, se suicida. No sin antes estar observando todos los días que encima de él en el techo hay humedad. Humedad que nadie repara porque a nadie le importa el chico más que va sus amigos.
Viendo la serie juré que le darían una salida al tema del suicidio así como que sí tomó pastillas pero logra salvar su vida y pues no.
A veces un chico con ideación suicida lo tenemos frente a nosotros sin darnos cuentas: Memo se mordía las uñas, introvertido, con poca capacidad de expresión.
Creo que para los padres y maestros de adolescentes esta serie arroja mucha luz en torno al tema.
Siempre he creído y estoy convencida de que después de la pandemia que vivimos en el 2020 se tuvieron que hacer adecuaciones curriculares pero eso no pasó.
Nadie ha sabido del tema y nadie le a querido entrar. Antes la SEP como la máxima institución educativa tenía su nombre y prestigio pero ahora va de picada.
Me siento desolada cuando veo esta serie y me doy cuenta de que el método de enseñanza en el ‘84 es igual al del 2024 y que a Mario Delgado sin tener un solo conocimiento de la educación en México le regalan esta secretaría tan importante, para que el adoctrinamiento y el estancamiento continúen.
Muy buenos actores todos, con excelente fotografía y ambientación. Y no se diga la musicalización. Sinceramente hasta me hizo llorar.
Muy al estilo de la serie española “Merlí” pero sin caer en lo mismo.
Creo que todo maestro de preparatoria y padres y madres de familia deberían de ver esta serie que es casi también como una lección de cómo poder entender a los jóvenes pero sobre todo cómo poder crear nuevas formas de enseñanza sobre todo las materias más difíciles y no quedarse nada más con escribir fórmulas y ecuaciones en el pizarrón sin sentido.
Para los padres y madres de familia les será de utilidad para entender y aceptar a un hijo o hija homosexual. Para no tener en el abandono a los jóvenes y escucharlos y validar lo que nos cuentan y nos dicen.
Finalmente, el título de la serie Nadie nos va a extrañar es ante el cuestionamiento de un adolescente que entiende a la muerte, por la pérdida de su madre y por él suicidio de su amigo y reflexiona acerca de ello:
“En un mes o menos nadie se va a acordar de Memo… Van a seguir con sus vidas y así es el mundo cuando te mueres… El mundo sigue sin ti y te chingas porque ya estás muerto”.
Y sí...
Excelente serie. Véanla no nada más maestros y padres o madres de familia. Inviten a sus jóvenes a verla si es que no ya la vieron en su profunda soledad y aislamiento.
Es cuanto