Rerum Novarum

Por: Eugenia Jiménez Cáliz

El analista en religión Guillermo Gazanini criticó desde un inicio la falta de protocolos sanitarios para aplicar esas pruebas, ahora que se desconoce quiénes las aplicaron, considera que “sólo se montó un circo”.

El cardenal Carlos Aguiar Retes no ha transparentado esa información y Javier Rodríguez Labastida, responsable de comunicación del arzobispado, quien informó sobre la aplicación de éstas, prefirió guardar silencio.

Javier Rodríguez Labastida en una entrevista (1) en 2020 informó que “las pruebas fueron proporcionadas por el Instituto Nacional de Medicina Genómica y los tubos de ensayo para las muestras fueron suministradas por la Universidad Nacional Autónoma de México”.

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Además, se contaban con las pruebas suficientes para la detección del Covid-19 en el presbiterio arquidiocesano.

Sin embargo, esas autoridades a través de la Infomexdf y la Plataforma Nacional (documentos en poder de Agenda Propia), indicaron no tener información al respecto.

En respuesta a las solicitudes de información formuladas por Guillermo Gazanini el 18 de marzo de 2021, los Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México nformaron que ese organismo “no tiene conocimiento sobre convenio específico por el que las autoridades sanitarias de la Ciudad de México facilitaran personal a la Arquidiócesis de México para la aplicación de pruebas para la detección de COVID-19″.

La Ciudad de México abundó al señalar que no cuenta con registro particular de “Autoridades Sanitarias de la CDMX” específicas mandatarias y responsables, así como personas designadas para la aplicación de las pruebas COVID-19 a sacerdotes de la Arquidiócesis de México.

Y pese a que Rodríguez Labastida dijo que fue un epidemiólogo llamado Luis Alberto Reyes el encargado de las pruebas, “las autoridades sanitarias de la Ciudad de México” no designaron ni facilitaron personal a la Arquidiócesis de México para la aplicación de pruebas para la detección de COVID-19.

La UNAM y el Instituto de Investigaciones Genómicas, en noviembre de 2021, corroborando lo que se suponía, respondieron que “ninguna reconoce participación alguna en entregar materiales, el tratamiento de pruebas y de resultados”.

Guillermo Gazanini detalló que la UNAM y el Instituto referido emitieron respuestas en noviembre, donde afirmaron no tener antecedente documental alguno de convenio para suministrar los diversos materiales para la toma de muestras de Covid-19 y tampoco de persona alguna autorizada por la UNAM para la toma de muestras.

El Instituto Nacional de Medicina Genómica dio una pormenorizada resolución emitida el 5 de noviembre de 2021 en la Décima Cuarta Sesión Extraordinaria del Comité de Transparencia. La solicitud se turnó a tres unidades responsables: las direcciones de Investigación, de Administración y la Subdirección de Asuntos Jurídicos. Todas esas responsables concluyen lo mismo: no se encontró antecedente alguno de la información solicitada.

El analista consideró que se vulneró la protección de datos de los sacerdotes porque los protocolos obligan que los resultados sólo se entreguen al interesado.

Los resultados de esas pruebas Covid-19 tuvieron “un mal tratamiento llegando a terceros, en este caso, pasando por las manos de los vicarios territoriales dándose así la presunta vulneración de los datos personales y sensibles de los interesados”.

Hasta septiembre de este año en la Arquidiócesis de México fallecieron 27 clérigos por Covid-19, entre estos un obispo auxiliar Daniel Rivera Sánchez.

Se espera que el cardenal Carlos Aguiar Retes y Javier Rodríguez den una respuesta pública sobre la aplicación de estas pruebas.