Aunque en política nada está escrito y todo puede pasar (como que Carlos Lomelí no fuera candidato a gobernador), hay tendencias que parecen irreversibles. La ventaja de Pablo Lemus Navarro, aspirante de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Jalisco, parece ser una de estas.

Todas las encuestas serias le dan al ex alcalde de Zapopan y Guadalajara una ventaja mayor a los 10 puntos porcentuales. Además de las cualidades del emecista, su contrincante más cercana parece no sumar puntos. Claudia Delgadillo tiene bajo nivel de conocimiento entre la población, se le sigue relacionando a lo más corrupto del PRI y no ha logrado unificar a los partidos que conforman la alianza que la postulan.

Si no se equivoca, Pablo Lemus será gobernador de Jalisco. Y ahí está la clave. Quedan muchos meses para la elección del 2 de junio. Tanto él como su equipo deberán ser cuidadosos de no caer en la soberbia o en errores estratégicos.

En la precampaña, el emecista se vio bien. Se concentró principalmente en los municipios fuera de la zona metropolitana. Él sabe que en 2012, Enrique Alfaro perdió ahí la elección frente a Aristóteles Sandoval. La experiencia dice que fue correcto hacer ese recorrido que sin duda le significará mayor apoyo.

En política todo se puede, sí, pero lo que no se vale es engañar al electorado. Hay una tendencia clara. Dependerá de Pablo Lemus si se conserva y se le da alguna esperanza a Claudia Delgadillo.