IRREVERENTE

Les platico: No terminábamos de reponernos del crimen de Lourdes Maldonado en Tijuana, cuando se da el cuarto asesinato de periodistas durante enero: Roberto Toledo, en Zitácuaro, Michoacán.

El oficio atraviesa por su momento más peligroso en la historia de México.

Si la intención de los criminales es meterles miedo a los periodistas, lo están logrando.

Ejercer el periodismo en México es YA de alto riesgo.

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Los protocolos de protección con que cuenta la Secretaría de Gobernación son burocráticos, lentos e ineficientes.

Se les da más seguridad a políticos que a periodistas amenazados.

Los números no mienten: durante todo el sexenio de Peña Nieto mataron a 52 periodistas.

En los primeros tres años de AMLO van 53.

Ni cómo culpar al neoliberalismo de esto.

Ver al pasado es de retrógradas, porque el problema lo vivimos en el presente.

Señalar desde las mañaneras a la gente de los medios que criticamos al gobierno de la 4T, provoca animadversión de los leales amloístas contra este oficio.

Las agresiones se dan todos los días, por todos los medios, en todas las formas.

Amenazas, insultos, burlas, diatribas, pululan en las redes y chats convertidos en viles chales de 4o patio, no de 5o, como la canción de Emilio Tuero.

La mayoría de mis colegas aguantan vara.

Yo no.

A un pasquinero disfrazado de “periodista” que merodea en ciertos chats de Monterrey, lo tengo demandado por difamación, y aunque las leyes son lentas, le estoy haciendo pasar un mal rato.

Lo mismo le va a suceder a otro que se está pasando de rosca desde su reducto en el Barrio Antiguo, acostumbrado a que la mayoría de los periodistas los dejan hacer.

Yo no.

El presidente pone en la mira a sus adversarios de la prensa.

Los más débiles “dentales” se solidarizan con él y la emprenden contra sus críticos.

Sienten la obligación de defender al presidente, cuando éste ni siquiera los hace en éste mundo.

Y entre lo lamentable de todo esto se cuentan los descontones que pasquineros de pacotilla les asestan a periodistas de oficio.

Otro factor en contra es que a diferencia de otros gremios -médicos, abogados, contadores, Etc.- el de los periodistas es poco o cero solidario.

Yo no.

CAJÓN DE SASTRE

“Todos, sin excepción, los periodistas que han sido asesinados en México, criticaron a gobernantes y a bandas de criminales. La mayoría recibió amenazas y no fueron atendidos con atingencia por quienes tienen la obligación de hacerlo”, dice la irreverente de mi Gaby, mientras desgrana en sus manos su Rosario de todos los días…

Plácido Garza en Twitter: @PlacidoGarza