Lo compuso el flautista Richard Egües, de la Orquesta Aragón. Se llama “El bodeguero”. Por supuesto, es el chachachá favorito del presidente López Obrador. Y lo es por seis sabias palabras: “Toma chocolate, paga lo que debes”.
Cada vez que se entera de la existencia de alguien que debe fuertes cantidades de dinero al SAT, en vez de enredarse en debates fiscales que no tienen sentido, Andrés Manuel canta ese chachachá, que es una forma de decirles a los evasores: “ya no le hagan al tío Lolo, paguen o aténganse a las consecuencias”.
Por eso lo odian, por cobrón. La mafia del poder —políticos enriquecidos y grandes empresarios— se habían acostumbrado a deber y deber y nunca pagar.
Ese paraíso de evadir impuestos se acabó, y qué bueno. Lo mejor, aunque se sepa odiado, es que AMLO cobra absolutamente alegre a ritmo de chachachá.
Merecerá el flautista Egües un homenaje en México, en la mañanera o en el desfile del 16 de septiembre. Porque gracias al “Bodeguero” hay dinero para las obras de infraestructura de la 4T y, también, para los programas sociales.
Por cierto, Egües compuso más canciones. Cito una página de internet: “…‘La sabrosona’, basada en un popular anuncio de cervezas; ‘El trago’, que reflejaba la preocupación de Egües, a quien le gustaba empinar el codo, por mantenerse sobrio y listo para sus deberes musicales; ‘La muela’, pena universal inspirada en los dolores de muela de su hermana Norma; ‘La cantina’, que describía una forma muy típica de almorzar de un obrero urbano”.
En fin, qué bueno que tantos empresarios y tantos políticos que no pagaban impuestos estén entendiendo que la política fiscal de “El bodeguero” va en serio: pagan porque pagan y que sigan tomando su chocolate.