Ya pasó la discusión de la reforma judicial en la Cámara de Diputados, y los diputados de la oposición no lograron que pasaran sus argumentos ni sus observaciones. Por fortuna la mayoría se impuso y en esta cámara se avaló la reforma a la Constitución para un cambio radical en el Poder Judicial federal. Y es que, a decir verdad, los de la derecha, pocos argumentos tuvieron durante la discusión. Bueno, también debieron de haber entendido que eran un grupo que, aunque fuera notoriamente gritón, era minoritario por decisión del pueblo. Y También deben de entender que el talento anda muy escaso dentro de esos cerebros irreverentes.
De los escombros, casi sin humo, de los residuos malolientes de su propia esencia que los ha distinguido siempre y que los llevó a su derrota el 2 de junio pasado, apenas y pudieron rescatar los mismos y debilitados argumentos de siempre. Algunos de estos argumentos fueron similares a los usados durante la campaña pasada cuando pretendían engañar al pueblo presentándose como los buenos. Recordemos que, por un lado, mientras su candidata de la derecha firmaba con sangre que no iba a quitar los programas sociales, por el otro lado, varios de ellos, incluido el expresidente de triste memoria Vicente Fox, con sonrisa desvergonzada, decía que los programas sociales deberían de acabarse.
A pesar de que nunca pudieron disfrazar su verdadero rostro, aun así, los de la derecha se hacen llamar víctimas de lo que el pueblo ha construido para ellos. Sin duda, el pueblo ya esculpió una estatua con los rostros transfigurados de cada uno de ellos y, también, al pie de esa estatua, el mismo pueblo escribió unas letras grandes que se pueden leer desde muy lejos: en honor a la vileza y a la traición. Ah, pero ellos señalan de traición a los legítimos representantes del pueblo insurgente. Decía Maquiavelo: hazle creer al pueblo que lo que tú eres eso mismo es tu enemigo.
Se atrevieron, durante la sesión, a llamar traidores a los diputados que simpatizaban con la reforma al Poder Judicial. Lo que ellos son, lo que es su inocultable esencia, eso quieren hacer creer que son los que con sus hechos defienden la soberanía de la nación. ¡Vaya que son cínicos! En ese recinto soberano, falsamente dijeron varios de estos diputados de la derecha que estaban muy preocupados por los derechos de los trabajadores del Poder Judicial. ¡Yo digo que mienten y que son hipócritas! Aborrecen al pueblo, pero dicen que lo quieren; odian a los trabajadores, pero dicen que se preocupan por ellos; dicen defender derechos, pero son ellos quienes los violan; salen a la calle a marchar, pero no quieren parecerse a los que siempre luchan desde esa trinchera; dicen ser luchadores, pero pagan para que otros griten por ellos. ¡Esa es la derecha!
Yo soy de Puebla, trabajo en la Sierra Norte de esta entidad y viví muy de cerca cuando, en el 2009, el panista Felipe Calderón, decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro. Empresa que manejaba un complejo de varias presas para producir energía eléctrica y surtir con ella a entidades como Puebla, Hidalgo, Estado de México y lo que hoy es la Ciudad de México. En ese año, 44 mil familias quedaron en la calle. El calderonismo les dio a los despedidos las liquidaciones que quiso y más tarde los dejaron en la más absoluta indefensión cuando la Corte falló en contra de los trabajadores. ¿Acaso en esos momentos aciagos para estos trabajadores, los panistas de ahora salieron a la calle para apoyar a los miles de despedidos? La inmensa mayoría de estos trabajadores eran gente humilde de los pueblos aledaños a la empresa y por respeto a ellos, no mencionaré nombres, pero algunos, incluso, se quitaron la vida ante esta acción atroz e inhumana de la derecha. Ante la desgracia, muchos otros fueron esquilmados por funcionarios panistas desalmados que les vendieron alguna plaza en la administración pública estatal con sueldos pírricos, muy inferiores a lo que antes ganaban. Curiosamente estas plazas costaban el equivalente a las indemnizaciones recibidas. ¡Esa es la catadura de la derecha!
Ahora Javier Lozano, quien era el secretario del Trabajo de Calderón y artífice de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, presume que ya se reunió con los trabajadores del Poder Judicial para apoyarlos pues, según dice con voz vociferante, está preocupadísimo de que pierdan sus derechos los trabajadores del Poder Judicial. Igual cosa dijo Germán Martínez en una reciente entrevista. ¡Vaya con estos panistas!
Como ya dije, los diputados del PRIAN y de MC, dicen que están preocupados por los derechos de los trabajadores del Poder Judicial. Margarita Zavala, esposa de Calderón, en su participación ante el pleno de la cámara de diputados, mientras se discutía la procedencia de la reforma al Poder Judicial, trató de hilvanar un discurso gris y trompicado. Es que a la diputada Zavala, la coherencia en sus expresiones se le da muy poco. Dijo que, su participación, la hacía a nombre del PAN. Esa intención se le entendió un poco mejor que lo que dijo después. Encarrerada, abundó: “... más que una reforma, es una venganza; más que una reforma, es una sustitución de personas, porque es el despido masivo del personal del Poder Judicial de cada uno de los poderes judiciales. Sustituyen a las personas, las despiden. Claro que tocan a los trabajadores. Nada más los van a correr y los van a sustituir. Claro que les tocan sus derechos adquiridos, claro que les aplican el principio de retroactividad en su contra. Es un despido injusto y cruel, y además es profundamente ineficaz e inequitativo en lugar de castigar los excesos se ceban con la clase trabajadora…”
El de la diputada fue un discurso desgarbado y poco coherente; veamos esta expresión: “porque es el despido masivo del personal del Poder Judicial de cada uno de los poderes judiciales”. ¿Qué habrá querido decir la diputada con esta expresión extremadamente incoherente? ¿Y aun así los de la derecha quieren ganar los debates en el congreso? ¡Vaya que les falta talento y razón!
Pero supongamos que la diputada Margarita ha estado verdaderamente muy preocupada por los derechos de los trabajadores del Poder Judicial, pero entonces, ¿por qué no dijo nada cuando su marido dejó en la calle a 44 mil empleados de Luz y Fuerza del Centro? ¿Es que acaso aquellos trabajadores de Luz y Fuerza del Centro valían menos que los del actual Poder Judicial?
Además, quiero aclarar un poco sus dudas de la ex primera dama y ahora diputada pues, pudiera suceder que, ella y sus compinches no saben leer muy bien y acaso por eso no se han dado cuenta que la reforma garantiza los derechos de los trabajadores de base del Poder Judicial.
Mi admiración, cariño y respeto a los miles de jóvenes estudiantes universitarios que los días 4 y 5 de septiembre salieron a las calles en respaldo a la acción del Legislativo y ellos, como hijos del pueblo de México, plantean claramente su apoyo a la reforma al Poder Judicial para que, de una vez por todas, podamos sacudirnos a esta derecha que no entiende que los mexicanos ya nos cansamos de sus trapacerías.
Pero como dijo el diputado Ricardo Monreal en esa misma sesión: ”No admitimos la tiranía de la toga y el birrete de jueces incompetentes que ahora los quieren colocar como héroes; no son más que vulgares violadores de la Constitución…” Además, tal vez Monreal no lo quiso decir, pero aquí lo decimos: el que tenemos es un Poder Judicial dictatorial que quiere erigirse como autónomo, suprapoderoso, sin rendir cuentas a nadie, no quiere aceptar que está lleno de corrupción y que su sello es ese espíritu entreguista a los intereses transnacionales. Por eso y más, deben de irse ya.
Mtro. Juan Durán Martínez. Docente de escuela pública. Puebla, Puebla.
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