“Listen to your heart when he’s calling for you

Listen to your heart, there's nothing else you can do

I don't know where you're going and I don't know why

But listen to your heart before you tell him goodbye”

ROXETTE

“Strangers in the night

Exchanging glances

Wandering in the night

What were the chances

We'd be sharing love

Before the night was through?"

FRANK SINATRA

Uno más. Un gobernador saliente más (PAN/PRD) que al terminar su sexenio —y luego de ver como la entidad se pintaba de guinda—, se le ofrece una embajada. Carlos Joaquín González, originalmente de raigambre priista, deja Quintana Roo en manos de Mara Lezama de la 4T.

En ningún momento se le escuchó reclamo, impugnación, enojo, frustración algunas. Hoy, como premio (¿y es que se puede entender de otra forma?), el gobierno federal morenista le manda como embajador de nuestro país a Canadá.

No cualquier embajada. Canadá, además de ser nuestro socio en el T-MEC —o como consecuencia de ello— es nuestro segundo socio comercial (y nosotros para ellos el sexto en mercancías).

Se suma a Quirino Ordaz, Claudia Pavlovich y Carlos Miguel Aysa, exgobernadores priistas que ya recibieron un consulado o una embajada por parte de López Obrador

Por eso surge la duda: ¿qué le va a ofrecer la 4T a Del Mazo para que no meta las manos en las elecciones que ya están a la vuelta de la esquina (2023)? Y es que el Estado de México tiene su significado; características especiales al ser el origen del priismo y electorales (prácticas) por el importante número de electores que en él habitan (el padrón más grande de todo México).

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Los puristas señalarán que en el 2017 el Estado de México lo ganó el PRI y que ello no significó nada para que en el 2018 Morena arrasara en las presidenciales. Sin embargo, el número de votos que tuvo la maestra Delfina frente al hoy mandatario Del Mazo, permitían barruntar que no sería nada sencillo para el PRI retener en esta ocasión la entidad. Por cuanto a que si el Revolucionario ganara en Estado de México en el 2023, ello no sería sinónimo de que Morena perdiera en el 2024, pero al menos la oposición tendría un hálito —que no Alito— de posibilidad para competir en las elecciones presidenciales venideras.

Del Mazo (hijo y nieto de gobernadores mexiquenses y primo de un presidente de la república) ofreció su 5º informe de gobierno. Educado en el priismo más añejo (se desconoce si el puro o el anquilosado de mañas) dio el banderazo de arranque de las carreras para las elecciones del 2023. ¿Defenderá Del Mazo la plaza (Federico Berrueto, dixit) o preferirá una embajada? ¿O qué pedir a cambio por entregar al partido oficialista un estado tan importante y emblemático?

Parte de la ecuación para saber si Del Mazo buscará un intercambio o tratará de mantener al Estado de México dependerá del manto de impunidad ofrecido/requerido. Otra parte muy importante de la ecuación es que lo que importe o no la opinión y capacidad de decisión de Del Mazo en la entidad.

Seamos —además de honestos— prácticos: en estos momentos, para como están las cosas, el PRI equivale a Morena o, mejor dicho, Morena es el PRI. Alejandro Moreno y muchos otros en el PRI emigran/se refugian/vuelven a sus orígenes que hoy están en Morena.

No solo eso, ¿quién le creerá a un priista como Del Mazo cuando el primero en barrer con la confianza en el PRI fue el mismo presidente del partido? ¿Quién querría ir en alianza con el PRI para el 2023 o el 2024 después de atestiguar las trapacerías de Alito?

Para muestra dos cosas que sucedieron ayer en la Comisión de Puntos Constitucionales:

  • Morena y el PRI plantearon ampliar la militarización del país (el ejército en las calles) 10 años.
  • Invadiendo la autonomía de los poderes de la Unión, los legisladores de la bancada oficialista y aliados buscan eliminar la facultad interpretativa de la Constitución de la Suprema Corte de Justicia.

Pronto sabremos si Alfredo Del Mazo es de los democráticos e institucionales del PRI (sí, aunque usted no lo crea, los hay) o de los de siempre… Todo hace pensar que cae en la segunda categoría, pero vale otorgarle el beneficio de la duda. Esta será resuelta antes del 4 de junio del 2023 (fecha en que tendrán lugar elecciones en Estado de México y Coahuila).

Me gustaría pensar que defenderá (dentro de los cauces democráticos) al Edomex, pero tal vez ya pactó una representación diplomática o, de perdida, una senaduría plurinominal representando al PRIMOR…

Quizá Del Mazo se vea forzado a sacrificar para ayudar a su primo. Después de todo, el ex presidente no asistió a la discreta boda por lo civil de su hija, la cual tuvo lugar en el Estado de México. Este hecho grita y mucho.

El nuevo fichaje del gobernador de Quintana Roo para la 4T da para especular sobre Del Mazo, sobre todo ahora que al rendir su informe de labores congregó a varios connotados morenistas. Curioso, a partir de lo que sucedió en ese evento, uno se pregunta si Del Mazo trabajará para la 4T o serán los morenistas “no queridos” (Ricardo Monreal, Higinio Martínez) quienes terminarán apoyando la candidatura del PRI en la entidad. En cualquier caso, todo termina sumando para lo mismo...

Por lo pronto, la percepción eleva la presión y se complica creer a Del Mazo. En política la forma es fondo y viendo todo lo que sucede en la cuna priista, pareciera que Atlacomulco será nacimiento y tumba.

¿Será que Del Mazo vuelva a sus orígenes o que corra para salvarse? ¿Qué le ofrecerá AMLO? Pronto, aunque será demasiado tarde, sabremos las respuestas a estas preguntas.