En la historia moderna de México ya vivimos una sucesión altamente accidentada, la de Carlos Salinas de Gortari, cuando ocurrió el magnicidio del candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio.
Quien herede el poder - si lo deja- heredaría un país quebrado, sin recursos y fracasado.
Las similitudes entre lo que dejo Salinas y Andrés, que han querido gobernar y trascender como los más populares y que coquetearon con el tema de la reelección, son muy evidentes, pero Salinas tenía una popularidad del 74%, mientras que AMLO, a pesar de todo, mantiene un 58%. Otra característica que comparten es que como mandatarios han sido los más inestables, rencorosos, vengativos y caprichosos.
En el juego de su sucesión, Salinas empoderó a su amigo, el entonces regente de la CDMX, Manuel Camacho Solís, su “bombero”, una especie de secretario de Gobernación alterno, al igual que AMLO lo hizo con Marcelo Ebrard, el hijo político de Camacho, a quien le hizo creer que sería “el bueno” para sucederlo. Salinas al final traicionó a Camacho y se decantó por Luis Donaldo Colosio, quien representaba la sangre nueva del priismo y entendía que había que avanzar en la democratización del país.
Sin embargo, Salinas al sentir que no controlaba a Colosio, alentaba la descomposición y promovía un posible relevo del candidato presidencial:
“El trabajo del licenciado Manuel Camacho se ha realizado con lealtad al Presidente de la República, con lealtad a las instituciones y con lealtad al país y mostrando eficacia”
Carlos Salinas de Gortari
Y sobre Luis Donaldo Colosio, expresó:
“Para evitar confusiones y tener claridad, permítanme la expresión coloquial, ¡que no se haga bolas nadie! El PRI tiene el candidato que lo llevará a la victoria democrática. El voto de los mexicanos hará triunfar democráticamente a Luis Donaldo Colosio”.
Carlos Salinas de Gortari
Sin embargo, Colosio supo leer el juego perverso de Salinas, tal como lo comentó Don Federico Arreola:
“Luis Donaldo comentó no saber si esto le beneficiaba o perjudicaba, ya que el Presidente de la República no tenía por qué volver a intervenir en su candidatura, que la prensa criticaría, además de que Manuel Camacho seguiría con sus actividades en el Estado de Chiapas”.
Federico Arreola
Al final, Colosio se separó del proyecto salinista y días después de pronunciar el famoso discurso del 6 de marzo fue cobardemente victimado.
Salinas ya no pudo poner al relevo de Colosio, tuvo que ceder y aceptar que Ernesto Zedillo ocupara la candidatura y a la postre, continuara con el proyecto colosista. Zedillo también logró sacudirse al viejo PRI y a Salinas, sembró las bases para sanear la economía nacional y a partir de su mandato ya no se registraron las graves crisis económicas de fin de sexenio, también estableció las bases para la democratización del país con la creación del IFE-INE y de la reforma al Poder Judicial.
El juego de AMLO
En su cuarto año de gobierno AMLO adelantó su propia sucesión y juega con Marcelo Ebrard igual que Salinas jugó con Camacho. Pero para nadie es un secreto que la favorita es la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y que busca descarrilar a cualquier otro precandidato que le pueda hacer sombra.
Marcelo sin la tutela de AMLO, decidió abrir sus cartas y lo hizo en Jalisco, un estado que no es gobernado por Morena y en redes sociales como TikTok ya suma 220 mil seguidores, frente a 64 mil de Sheinbaum, pero AMLO lo descalifica:
“Yo soy un anti-TikTok, no es que este en contra de esa manera de informar, pero yo no hablo de corrido, yo hablo despacio y a mí me gusta siempre contextualizar, pero lo que tiene más éxito es lo que tarda un segundo”.
Andrés Manuel López Obrador
Ebrard ataca, Andrés replica
A propósito de redes, el fin de semana comenzó a circular una canción en apoyo a la posible candidatura de Marcelo Ebrard con un slogan que confronta al presidente: “Con Marcelo sí vamos a avanzar, el que une a todos, ya llegó el carnal”. La respuesta de AMLO no se hizo esperar, en la mañanera de este martes lanzó un mensaje claro y directo a Marcelo:
“Pero cuando se entiende que el poder es aprovecharse de un cargo para enriquecerse y se piensa que el fin justifica los medios, como decía Maquiavelo, que se puede mentir para llegar al cargo y luego ya gobernar en beneficio propio, pues ese no es político ni puede ser servidor público… Pero no se pueden fabricar candidaturas. Antes sí, porque avasallaban con las campañas publicitarias y había mucha repetición, todavía con la consigna de Goebbels, que una mentira que se repite muchas veces puede convertirse en verdad”.
Andrés Manuel López Obrador
En el escenario actual, con la descomposición política creciendo, la inseguridad incontrolable y con AMLO atrincherado detrás de las fuerzas armadas, tal vez ocurra lo que ha advertido Porfirio Muñoz Ledo, si no es Claudia, habrá estado de excepción y no habrá elecciones; por su parte, Marcelo ve un rompimiento irreconciliable con AMLO y la oportunidad en Movimiento Ciudadano. Pero entre todo esto, esperamos que surja un Zedillo que salve a México.