La iniciativa de reforma eléctrica del compañero presidente y camarada presidente Andrés ha resultado una farsa, porque tiene detrás la única intención de obtener el control total del poder político, económico y social.
¿Qué pasaría si ,como estaba previsto, la iniciativa se presenta a finales de noviembre y de manera contundente fuera rechazada ? AMLO llegaría a su fiesta de la consulta pública con un importante grado de debilidad.
Lo cierto, es que ya no se le están dando los tiempos a AMLO y ya dilapidó el bono democrático con el que llegó a la presidencia. La oposición tiene ahora la invaluable oportunidad de retomar el camino democrático y buscar y presentar alternativas viables que mejoren las condiciones para México; sacar al país de la polarización en que se encuentra con propuestas informadas y consistentes con nuestro entorno y realidad.
Sería el desastre
Una quimera más, las tarifas eléctricas no bajarán como se ha prometido, sino que aumentará el subsidio para mantener los precios como están actualmente, tal como ocurre con las gasolinas, endeudando más al país. Tampoco contribuye a bajar los índices de CO2, como fue el compromiso de la COP26, por el contrario, el uso intensivo de carbón, combustóleo y diésel incrementará el índice de contaminantes.
En cuanto al tema económico, aparte de que es mucho más caro producir energía eléctrica a partir de combustóleo y carbón porque son poco eficientes, se daña a la inversión nacional y extranjera y, con ello, al empleo y crecimiento económico y nos aleja de las energías renovables, mucho más baratas, eficientes, que a paguen a la transición energética y atraen inversiones.
La propuesta del compañero presidente no admite discusiones ni debates, no atiende argumentos técnicos, económicos, financieros y medio ambientales. La iniciativa es meramente ideológica y basada en la polarización de la sociedad mexicana con base en preceptos políticos e ideológicos que convienen al interés del compañero y camarada presidente.
No existe un debate sobre el sector eléctrico:
a) AMLO plantea una propuesta ideológica que respalda su visión de control gubernamental mediante un control arbitrario de todos los factores económicos y políticos para consolidar el poder.
b) Los partidos opositores, por su parte, enfocan el debate hacia posicionamientos político-electorales, sobre todo de cara a las elecciones del próximo año en que se renuevan seis gubernaturas y, claro, en la elección presidencial del 2024.
c) Estados Unidos y Europa ejercen presión en defensa de los intereses económicos de las empresas extranjeras que operan en nuestro país.
Es por estos factores que el debate de la reforma eléctrica no está realmente en el Congreso, sino en los medios de comunicación y en declaraciones tanto en México como en el exterior. Hasta hoy el Congreso no ha sostenido un debate técnico, económico ni medio ambiental, y los legisladores no han presentado una posición informada y sustentada.
Pospuesta
Claramente AMLO no cuenta con los votos suficientes para aprobar su iniciativa y para evitar un daño mayor a la imagen del “todopoderoso” presidente, Morena, junto a las bancadas del PVEM y PT, decidieron posponer el debate hasta después del ejercicio de la revocación de mandato.
Aunque democráticamente hablando, posponer la discusión de la iniciativa resulta positivo, el verdadero objetivo es el de salvaguardar la imagen de AMLO.
Con la propuesta del grupo morenista, se abrió la posibilidad de lograr un “parlamento abierto” en el que participen especialistas en materia eléctrica, empresas, economistas, financieros y organizaciones medio ambientalistas que en conjunto puedan aportar elementos que ayuden a los legisladores a tomar una decisión más consciente e informada.
El berrinche
Sin embargo, al presidente, que “si pierde arrebata”, no le gustó la alternativa. No está dispuesto a negociar ni una sola coma y le resurgió su carácter autoritario.
Después de que sus partidos aliados manifestaran su posicionamiento, lanzó una fuerte ofensiva, ordenó a Manuel Rodríguez, presidente de la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados, retractarse, por lo que el morenista aseguró que era falso que en San Lázaro la reforma eléctrica se vaya a discutir hasta el próximo 15 de abril y aseguró que será debatida durante el presente periodo ordinario de sesiones.
Mario Delgado, presidente de Morena, fue citado por AMLO en Palacio Nacional y después publicó un desplegado incendiario para convocar a las bases de su partido a defender la iniciativa en las calles, para, a como dé lugar, sacar el debate del Congreso, quizá porque saben que frente a los especialistas lo tienen perdido y de paso, para presionar y lograr imponer la iniciativa sin discusión.
Lo más perverso es que Mario Delgado, con total cinismo, salió de Palacio Nacional con dos maletas, cargadas ¿de qué?, no se sabe, pero -y saque usted sus conclusiones- sacar a los mercenarios a las calles, no sale nada barato.
Los argumentos que AMLO ofrece para soportar su propuesta no son nada convincentes, sin elementos, manipula información con ejemplos como que en España existe una crisis porque se inclinaron hacia las energías renovables. La realidad es que España, al igual que la mayoría de los países europeos, dependen del gas natural que les vende Rusia, país que prácticamente cada invierno los coacciona para dárselos y efectivamente, tienen problemas de incrementos importantes de la luz, lo curioso es que, y sobre todo en España, han sido los renovables precisamente, la alternativa que ha permitido no caer en una crisis eléctrica como la que plantea AMLO.