Los españoles pagan carísima la luz y el gas
Ayer intercambié mensajes de WhatsApp con un hombre de campo del norte de España y con un ingeniero de ese país. Les busqué para tratar distintos asuntos personales. Los conozco bien y, como ocurre en estas situaciones, antes de entrar a los temas que nos interesaban hubo, en ambos casos —naturalmente después de los saludos iniciales—, las típicas preguntas de “¿cómo va todo en tu país?”.
Les dije que en México la política está animada y que el partido de AMLO ganará la presidencia en 2024. Ellos respondieron que, por los elevados precios de la luz y el gas, casi seguramente la derecha española volverá al poder.
Ambos están al tanto de las frecuentes críticas de Andrés Manuel a la empresa del sector energético Iberdrola, cuya sede me parece que se ubica en Bilbao.
Los dos dijeron, con diferentes palabras, lo mismo: “Qué envidia con López Obrador, que se peleó a tiempo con Iberdrola; aquí Sánchez (el presidente del gobierno) quiere pelearse con esa compañía para que ya no abuse, pero no puede: le permitieron acumular demasiado poder”.
Ojalá cambie la situación en España, donde la gente paga facturas de luz y gas verdaderamente criminales. En fin, ya les contaré a mis amigos que hubo un presidente de México empleado de Iberdrola: Calderón, en efecto.
Riva Palacio y López Dóriga
Me pregunto quién informa a los y las columnistas de México que tanto presumen de contar con fuentes confiables de primerísimo nivel.
Hoy, en Milenio, Joaquín López Dóriga asegura que el candidato presidencial de Morena en 2024 será Adán Augusto López Hernández. Este mismo día, en El Financiero, Raymundo Riva Palacio afirma que la candidata del partido de izquierda será Claudia Sheinbaum Pardo.
Según Joaquín, en pocos meses AMLO ha hecho de Adán “un candidato natural y puntero”, así que se equivocan las personas “miopes” que no ven la realidad: “no saben que en tiempos de Adán unos calientan el horno y otros se comen el pan”.
¿Es Raymundo uno de tales miopes? Y es que este columnista dice exactamente lo contrario: que Claudia “es la candidata del presidente y de su familia”.
Las memorias de AMLO
Algún día el presidente López Obrador —cuyo pecho no es bodega— nos contará qué fue exactamente lo que pensó cada día durante el actual proceso sucesorio. ¿En serio siempre vio a Claudia como la candidata de Morena? ¿Sí diseñó un plan para hacer candidato a Adán? ¿Por qué decidió enviar señales tan contradictorias acerca de Marcelo Ebrard? Le sugiero a Andrés Manuel redactar cada noche apuntes para que no olvide los detalles.
¿Qué pienso yo de la sucesión presidencial?
Que tanto Adán como Claudia serían excelentes gobernantes de México. Creo que ella lleva ventaja porque nuestra nación exige a una mujer en el poder presidencial. Si ellas no lo consiguen en 2024, ¿cuándo lo lograrán?
Nunca las señoras habían estado tan cerca de llegar a lo más alto en la estructura de la política. AMLO puede hacerlo posible. No entendería que el actual presidente se negara a dar ese paso, ya que evidentemente sería la más recordada de sus transformaciones.
Adán es todavía joven, podría seguir en el sector público y, con el apoyo de AMLO —se retirará y no— podría buscar el tercer sexenio consecutivo de la 4T. Es un reto para Andrés Manuel: que su proyecto de administración pública dure al menos 18 años. El PAN en dos sexenios se agotó y ello hizo posible el regreso del PRI, que ahora está moribundo, pero todavía con capacidad de hacer daño. De hecho, el panismo no debió haber ido más allá de seis años en el gobierno: hubo una segunda presidencia panista solo porque Calderón se robó las elecciones de 2006.
¿Qué opino de Ebrard? Que sería un mal gobernante. ¿Y de Monreal? Que sería también un mal gobernante. En algún otro artículo daré mis razones para pensar que dañaría a México cualquiera de ellos en la presidencia.