En un acto histórico, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se quitaron la toga y se arremangaron la camiseta para iniciar una gira por fábricas y talleres de todo el país para pedir apoyo, pues se sienten dolidos porque les acaban de quitar el dinero de sus fideicomisos, recursos para sus pensiones y prerrogativas; así buscan llevar la voz del Poder Judicial a cada centro de trabajo para hacer conciencia de su situación laboral.

Sin dejar de lado las camionetas blindadas ni los guardaespaldas, porque una cosa es presentarse ante los trabajadores de México y otra mezclarse como si fueran iguales, tocarán las puertas en los centros de trabajo para hacer asambleas informativas, en donde esperan que los millones de trabajadores se sumen a su causa, generando conciencia social sobre las atrocidades que sufren los trabajadores de México.

Todo parecía un buen plan, sobre todo cuando los sesudos asesores lo plantearon en el escritorio de la ministra Piña, con planos del país, calendario de actividades, el contacto con cámaras industriales y sindicatos charros, que les reunirán a manera de mitin priista a miles de trabajadores para exponer de su ronco pecho el coraje que han rumiado noche tras noche, al enterarse de la noticia. La lógica es simple, si al presidente le funcionó recorrer cada rincón del país, ¿por qué a ellos no?, si son otro poder público igualito.

Ya sin la toga y estrenando guayaberas de lino finas, se disponían a ir al norte, comenzando por Baja California para saludar a los trabajadores de los centros de investigación de CONACYT, pero que se acordaron que hace dos años ellos mismos aprobaron una cambio de jurisprudencia en la cual le habían cambiado el régimen laboral del apartado A del artículo 123 Constitucional, borrando de tajo 30 años de lucha sindical y contratos colectivos de trabajo, afectando la estabilidad en el empleo de todos los trabajadores de los organismos descentralizados, así que mejor decidieron cambiar el rumbo. Pero la guayabera ya se estaba arrugando, había que moverse, tal vez a un lugar más cercano, con los trabajadores del Metro, del Servicio Postal Mexicano o de la Lotería, que están a minutos del edificio de la Corte, pero tampoco era opción, a ellos también los habían afectado con la misma jurisprudencia. Ese día fue un fracaso, pero la guayabera sirvió para ir a comer al restaurante el Círculo del Sureste, con cargo al erario, así que no todo fue perdido.

Bueno, pues, entonces reiniciemos la gira mejor por el Bajío y el Estado de México, tocando la puerta a las grandes empresas que allí se encuentran, pero algo los frenó, y fue el recuerdo de que a todos esos millones de trabajadores los habían afectado cuando la Suprema Corte aprobó la constitucionalidad de la reforma a la subcontratación en 2012, por lo que la mayoría de ellos habían sido contratados con esa modalidad, pauperizado sus salarios y prestaciones, borrando su antigüedad, pero eso sí, cumpliendo las reglas del Estado de derecho. Por esta razón, el segundo día tampoco fue productivo para la causa.

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Lo que quedaba era hacer un gran mitin en el Zócalo, pues después de todo es el espacio de todos los mexicanos, pero alguien recordó que hace poco acababan de aprobar otro criterio en donde le ponían tope a las pensiones del IMSS e ISSSTE, afectando a millones de trabajadores pensionados, así  que presentarse ante todos ellos también era un riesgo que tampoco podían correr.

Ya con la desesperación en el rostro, sabiendo que no pueden sostener sus resoluciones ante el pueblo de México sin tener que dar explicaciones de las decisiones de por qué han afectado a millones de trabajadores, lo que decidieron es realizar una acción novedosa y definitivamente contundente, propias de las tácticas de guerra de guerrillas de Mao, Ho Chi Min y el CGH: hacer un paro el día lunes 16 de octubre de 2023, como si los paros tuvieran algún efecto político y no sólo afectarán a los miles de personas que están esperando justicia de su parte. El siguiente acto de protesta será suscribir en letras doradas la frase de Morelos que reproducen en cada tribunal, con un adendum: “que todo aquel que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el arbitrario” … SIEMPRE Y CUANDO NO TOQUEN SUS FIDEICOMISOS.

Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en Derecho por la UNAM.

X: @riclandero