Nos vamos a detener un poco en este asunto en vísperas de que el presidente López Obrador tome la decisión final de quién será su abanderado en las elecciones presidenciales del 2024, dado que la distancia entre los aspirantes ha cerrado la brecha y, en estos momentos, el juego se tornó más parejo luego del crecimiento acelerado de Ricardo Monreal. De hecho, desde que el mandatario federal levantó el veto, la realidad política es otra y, los pronósticos para el coordinador de los senadores de Morena, son inmejorables.
Al mismo tiempo, las propias encuestas de opinión o los cuestionarios que se recolectan a través de distintas casas encuestadoras demuestran que, las tendencias y la disputa por la silla presidencial, han dado un giro sustancial. De hecho, tras la confrontación abierta entre dos corcholatas, se provocó un punto de inflexión y, por ende, un terreno fértil. Mientras esa situación está a la vista de todos, Ricardo Monreal, aspirante a suceder a López Obrador, ha sabido aprovechar la coyuntura para capitalizar a los simpatizantes que han perdido el interés por otras corcholatas.
En ese clima de confrontación que están protagonizando dos corcholatas, o mejor dicho desde sus estructuras territoriales a través de las redes sociales, generó una puerta de acceso para que otros aspirantes ganen posicionamiento y presencia entre la militancia y simpatía de Morena. Fue el caso de Ricardo Monreal que, hace unos días, avanzó significativamente en la carrera. Subió, de acuerdo con una ponderación de los candidatos a la presidencia que semana a semana evalúa el desempeño de estos, 11 posiciones con respecto a esa medición.
Sabemos que, en este momento, la competencia sigue mostrando signos desiguales. Por un lado, existe un aparato propagandístico que se ha extendido a todo el territorio nacional. Paralelamente, el activismo en los servidores y funcionarios públicos, como hemos atestiguado, es totalmente abierto. Algunos gobernadores han cumplido la instrucción presidencial y otros, sin duda, se hacen de la vista gorda porque decidieron, no sé si por indicaciones o por cargada, respaldar a una de las corcholatas de Palacio Nacional.
Aun así, tal parece que todo ese aparato de publicidad no da para más. Es decir, ha llegado el punto en que, la sucesión presidencial, está sumamente dividida y, con esa tendencia o comportamiento numérico, es muy probable que rápidamente haya cambios. A nivel de competencia, por ejemplo, hay aspirantes que han llegado al techo de crecimiento, incluso, han perdido protagonismo. En cambio, se nota el claro ascenso de Ricardo Monreal; no lo digo yo, lo dicen los propios números donde la disputa, hasta ahora, se ha cerrado porque el momento crucial lo vive el zacatecano.
Dicho en otras palabras, y como lo demuestran las encuestas, la contienda interna se ha cerrado y, en este instante, el título de favorito sucumbe solamente en esa narrativa propagandística que, desde hace más de veinte meses, han puesto en marcha. No hay, en este momento, alguien que lidere de pies a cabeza el proceso interno. Las condiciones políticas han cambiado desde que Ricardo Monreal fue reconocido porque eso, sin duda, le ha metido competencia y nivel. Además, se nota que el coordinador de los senadores apretó el acelerador y la presencia territorial.
Por lo tanto, veremos un cierre espectacular de lo qué puede llegar a ocurrir. Siempre he asegurado con fundamentos que, en esta contienda interna, no hay que perder de vista a Ricardo Monreal, que a pesar de las condiciones desiguales que ha vivido en carne propia, se ha mantenido en las preferencias de la opinión pública, tal y como lo mostró en estos días un ejercicio demoscópico que circuló. Eso refuerza claramente que la disputa interna está para quien demuestra más habilidad.
A propósito, el oficio político está saliendo a flote, y la determinación que tomó Ricardo Monreal de resistir hasta el final, está cosechando frutos importantes. En efecto, la competitividad del zacatecano tiene gran respuesta popular. Este fin de semana, por ejemplo, dos nutridos eventos ratificaron que Monreal, está de lleno en la pelea por la silla presidencial. Tlaxcala e Iztacalco fueron testigos de ese poder de convocatoria que han reconocido las propias calificadoras. Por ello creo que, hasta ahora, no hay nada para nadie, incluso, pasando las elecciones del Estado de México y Coahuila, veremos, ahora sí, el acelerador al máximo y, como el impacto positivo ha ido en ascenso, la lógica apunta a que el coordinador de los senadores de Morena seguirá creciendo; su momento crucial es éste.