Una vez más expreso lo que he escrito tantas veces: que admiro, aprecio y respeto a dos hombres fundamentales de la izquierda mexicana, Rafael El Fisgón Barajas, colaborador de La Jornada, y Andrés Manuel López Obrador, presidente de nuestro país.

Ambos han sido muy críticos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero me parece que el día de hoy sin argumentos válidos.

El cartón de El Fisgón de este lunes en La Jornada es una durísima crítica a la SCJN. En la viñeta dialogan una ministra y un hombre pobre. Reproduzco el diálogo:

Dice la ministra: “Te explico cómo funciona la división de poderes: el poder del dinero siempre gana y lo que opina el pueblo nos vale”.

Replica el hombre pobre: “Entonces espérense a que el pueblo vote en el 2024″.

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En la conferencia de prensa mañanera de este 9 de mayo AMLO se lanzó durísimo contra la corte: “No tiene remedio el poder judicial, está podrido, están actuando (ministros y ministras) de manera facciosa”.

El presidente llamó “su alteza serenísima” al ministro Alberto Pérez Dayán, quien propuso invalidar la primera parte del plan b electoral, proyecto que logró el apoyo de la mayoría de sus colegas; les menciono: Norma Lucía Piña Hernández, Margarita Ríos Farjat, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Javier Laynez Potisek y Luis María Aguilar Morales.

Solo votaron contra la propuesta de Pérez Dayán dos ministras, Loretta Ortiz Ahlf y Yasmín Esquivel Mossa.

Primeras dos preguntas a AMLO y El Fisgón: Cuando el presidente López Obrador propuso para llegar a la corte suprema a Ríos Farjat y a González Alcántara Carrancá dijo de ella y él: son gente honesta, juristas de primer orden, personas íntegras, no aceptan consigna de nadie, no son serviles, no son sumisos, no están al servicio de intereses creados.

  • 1. ¿En serio cambiaron tanto en tan poco tiempo?
  • 2. ¿Solo porque Margarita y Juan Luis honraron lo que AMLO dijo, eso de no aceptar consigna de nadie —ni del presidente de la república, como debe ser—, ya no son decentes?

Tercera y cuarta preguntas a AMLO y El Fisgón: Hace años, en el momento político más difícil de Andrés Manuel López Obrador, cuando el entonces presidente Vicente Fox le quitó el fuero a AMLO con el apoyo de toda la derecha empresarial y mediática, una terrible injusticia que estuvo a punto de llevarlo a la cárcel y cancelarle sus derechos electorales, hubo un juez, uno solo que se opuso al desafuero, actuando contra la propia corte suprema de entonces —sin duda totalmente controlada por Fox—. Ese juzgador, que tiene un lugar, pequeño si se quiere, pero de privilegio en la historia reciente de México, se llama Alberto Pérez Dayán.

  • 3. ¿Era entonces Pérez Dayán, cuando contra todo el sistema se opuso a destruir a AMLO, también un hombre al que podía llamársele “su alteza serenísima”?
  • 4. ¿Pérez Dayán es ahora un ministro “podrido” solo porque encontró que el poder legislativo, dominado por Morena, metió las patas cuando aprobó tan tontamente a la carrera el plan b electoral?

Quinta y sexta preguntas a AMLO y El Fisgón: La corte suprema hizo lo único sensato, invalidar el pésimo trabajo del grupo legislativo de Morena. Entonces:

  • 5. ¿No deberían más bien criticar a los y las morenistas tan incompetentes del Senado y de la Cámara de Diputados y Diputadas?
  • 6. ¿O de lo que se trataba era de lograr una derrota en la SCJN para tener un argumento de campaña electoral para el 2024?

Posdata:

Dejo aquí los argumentos de dos juristas en quienes AMLO ha confiado y que me parecen nada indebido han hecho:

Juan Luis González Alcántara Carrancá:

“Se analizan (en la propuesta de Pérez Dayán) los vicios del procedimiento legislativo del proyecto impugnado. Y se concluye que por la afectación que genera en la equidad de la deliberación democrática del órgano legislativo, estas violaciones conllevan la invalidez del proceso mismo. Coincido con la propuesta… Sin embargo, las múltiples irregularidades detectadas y su magnitud me llevan a expresar con mayor detalle mis razonamientos”. Es decir, si hubieran sido menores las irregularidades no habría sumado Alcántara Carrancá sus propias críticas a las de Pérez Dayán.

Margarita Ríos Farjat:

“En este caso, un grupo parlamentario presentó una iniciativa, tenemos entonces que ese grupo la conoce bien. Pero, al dispensarse todos los trámites, el resto de las fuerzas políticas de la cámara la desconocían, así que el equilibrio al que me refiero, al que se refiere la doctrina de la corte de que todos los grupos parlamentarios voten las propuestas con conocimiento, en libertad y en igualdad de condiciones, quedó en entredicho, y esto genera una violación que invalida el proceso legislativo”.

“Invalidar un proceso legislativo no prejuzga sobre las normas de ahí emanadas. Siempre existe la posibilidad de que esas normas contengan cuestiones positivas para el orden jurídico, que entrañen ajustes importantes y necesarios para mejorar las instituciones de la Unión y la armonía de nuestra sociedad”.