Shirley Manson: “Amamos realmente a su nueva presidenta, Claudia Sheinbaum. Ella puede ayudar a resolver muchos de los problemas que existen en este mundo, ciertamente está ayudando… al menos desde nuestra perspectiva … nos gustaría ver más mujeres en el gobierno”.

Fran Drescher, actriz principal de la serie The Nanny La Niñera en México—, recientemente le dijo al embajador de nuestro país en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, que comparte muchos puntos de vista con la presidenta Sheinbaum, a quién desea conocer personalmente para expresarle su admiración e interés en trabajar conjuntamente en temas de la mujer y ambientales.

En el New York Times la periodista Michelle Goldberg publicó el artículo “Is Claudia Sheinbaum the Anti-Trump?” —“¿Es Claudia Sheinbaum la anti-Trump?”—. Pocas personas gobernantes en el mundo han merecido que se les elogie tanto como lo hizo Goldberg en relación a Claudia en el diario más influyente de Estados Unidos.

En el mismo periódico, Claudia Sheinbaum ha estado no pocas veces en la portada, por ejemplo con la nota “… ‘Eres dura’: Cómo la presidenta de México ganó los Elogios de Trump”.

El presidente de Estados Unidos ha difundido las campañas de Claudia contra las drogas, especialmente contra el fentanilo.

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El rotativo británico Financial Times, considerado la biblia del capitalismo, incluyó a Sheinbaum entre las mujeres más influyentes de 2024. Lo mismo hizo la revista Time.

Ya en tiempos de la crisis arancelaria mundial, al FT le llamó la atención la forma en que la “mexicana Claudia Sheinbaum se beneficia de la guerra comercial de Donald Trump”.

Otro importante diario británico, The Guardian, destacó lo siguiente: “Sheinbaum de México gana aplausos por su cabeza fría en los tratos con Trump”.

En Alemania, en Der Spiegel, se narró con lujo de detalles el mitin en el Zócalo en el que Claudia Sheinbaum celebró con decenas de miles de personas la primera vez que México fue considerado una excepción en la aplicación de las reglas arancelarias de Trump.

El principal diario de Suiza, Neue Zürcher Zeitung, editado en Zúrich, no logra entender que le vaya tan bien a Claudia: “La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum es diferente a Donald Trump en casi todo: ¿por qué los dos todavía se llevan bien en el tema de los aranceles?”

En la prensa de todo el mundo se han difundido notas acerca de la elevada aprobación de la presidenta de México, de 80%+, la más alta entre quienes gobiernan las principales naciones.

En la cumbre de la CELAC de hace unos días, la gran figura fue Sheinbaum; desplazó, por así decirlo, al brasileño Lula, quien en otros tiempos invariablemente era el gran protagonista de las reuniones de países de América Latina.

Este jueves 10 de abril Donald Trump elogió ya por enésima ocasión a la presidenta Sheinbaum: “Es fantástica y muy elegante”.

Sin duda, Claudia es elegante, pero no viste ropa de marcas caras. Su distinción surge de su excelente condición física. Se nota que durante toda su vida ha cuidado su alimentación y realizado ejercicio.

¿Claudia fantástica? Trump también ha dicho de ella, varias veces, que es una mujer maravillosa. Estoy de acuerdo con el presidente de Estados Unidos: la presidenta Sheinbaum está recorriendo un camino que, si cuida sus pasos como lo ha hecho hasta el momento, la llevará a ser legendaria.

¿Cuál es el secreto de Sheinbaum? No hay secreto. La presidenta mexicana simple y sencillamente es honesta, trabajadora, modesta en su estilo de vida, no abusa de la comida ni de las bebidas alcohólicas, hace ejercicio, convive con su familia, lee, no se atraganta a lo tarugo de series de Netflix, no defiende fanáticamente la perfección de su partido político—si se aferrara a tan irracional convicción no habría corregido lo que se hizo mal en la compra de medicinas ni, tampoco, habría exigido un mínimo de ética a quienes hacen mala política, como la senadora de Chihuahua que abusó de sus contactos en la cúpula legislativa—, invariablemente defiende sus principios progresistas y de izquierda y no pelea si no tiene necesidad de hacerlo. Virtudes todas juntas que no parecen poseer quienes gobiernan otras naciones; de ahí el trato de privilegio que recibe del presidente más poderoso e impredecible del mundo.