Dice por ahí un dicho, originado en el partido de los Panteras Negras, “rasca a un liberal y sangrará un fascista”.
La respuesta en redes sociales de los liberales simpatizantes de la fallida candidata demócrata Kamala Harris simplemente lo comprueba.
En su insensatez y falta buscan usar a los latinos y otros grupos como los afroamericanos y los musulmanes como chivos expiatorios. Pero esto no es propio únicamente de los liberales blancos protestantes anglosajones, quienes poco hacen para sacudirse de su fama de racistas, sino que incluso personas de color se suman a este linchamiento digital.
Por ejemplo, un liberal de origen afroamericano de nombre “Eddie Smith” señaló, abiertamente en su cuenta de Twitter/X
″Hey, latinos que votaron por el criminal: Así voy a reaccionar cuando deporten a sus familiares indocumentados”.
Otro simpatizante de la pésima candidata Kamala, un liberal LGBT del partido demócrata que se identifica como @gregoryh325, señaló: “Qué se jodan los latinos y los árabes. Ahí está. Lo dije. Espero que los deporten y prohíban a todos”.
Con estas amenazas e insultos se comprueba que los liberales y el Partido Demócrata que los representa es incapaz de aprender de las duras lecciones del 2016 y del desastroso cuatrienio de Joe Biden, quién de acuerdo a encuestas internas difundidas en el programa “Pod Save America”, hubiera perdido de manera aún más desastrosa ante Trump en caso de empecinarse en seguir en campaña con todo y su obvia demencia senil.
¿Quién creía, más allá de la desconectada masa de asesores y consultores liberales que intentar engañar a los electores estadounidenses pretendiendo que la economía y el costo de vida iban de maravilla, cuando no hace falta más que abrir YouTube y teclear “calles de San Francisco” o “calles de Filadelfia” para ver la severa crisis económica, política y social que atraviesa dicho país.
Y aún así, los liberales del Partido Demócrata no aprenderán. Prepárense para un cuatrienio en donde ambos, liberales y republicanos fascistoides aplaudirán a rabiar las mismas políticas anti mexicanas, anti inmigrantes y hasta anti personas LGBT en “venganza” por la imaginada “traición” de los millones de votantes que se negaron a dar su apoyo a un genocidio y a la destrucción de su economía de sus vidas.
Parafraseando al derechista británico Eric Arthur Blair:
”No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los liberales. Los humanos, asombrados, pasaron su mirada del liberal al facho, y del facho al liberal; y, nuevamente, del liberal al facho; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quien era otro”.