El ciclista colombiano Ivan Ramiro Sosa, del equipo Movistar, fue golpeado con la cacha de la pistola que un camionero sacó luego de un altercado con el ciclista mientras ambos circulaban en la carretera. Sosa fue trasladado al hospital tras el incidente y tendrá que dejar de entrenar 15 días, retrasando así su inicio de temporada.
Lo curioso del lamentable hecho es que el ciclista y el chofer del camión tendrán que declarar ante la justicia, pues las acusaciones son en ambos sentidos. El camionero se queja de que Sosa le aventó agua en la cara y piedras a su vehículo, lo que provocó que se bajara del camión y golpeara al ciclista con su pistola, mientras varios balazos se lanzaron accidentalmente aunque ninguno tocó al ciclista.
Este altercado me hizo recordar una salida sabatina con el club regiomontano “Biscauch”. Durante nuestro entrenamiento rutinario en la carretera nacional, un camionero, para variar, nos dio un cerrón a los más de 30 ciclistas que veníamos en el grupo.
Afortunadamente había semáforo metros adelante y le dimos alcance al camionero. Fue entonces cuando Marco Antonio López, primer ciclista profesional mexicano, y el resto de los que veníamos rodando le reclamamos airadamente al chofer.
A escasos metros una patrulla con policías estatales observaba la agresión de nosotros hacia el camionero y nos amenazaron con llevarnos presos si no dejábamos de molestar. ¡Pero no sabían de lo acontecido metros atrás!
Ante la impotencia de Marco, agarró una piedra de muy buen tamaño y le rompió el parabrisas al camión. Y esposados él y el chofer fueron a declarar ante un juez que al final nos dio la razón. Esta no es la única anécdota que he experimentado en carretera, desafortunadamente los ciclistas somos vulnerables contra los vehículos motorizados y la cultura vial no nos respeta.
Tal parece que es un cuento de nunca acabar ya que todos los que traemos vehículos motorizados nos sentimos dueños del camino. Pero debemos recordar que los ciclistas somos seres humanos, que arriba de la bici va una vida y que las carreteras son de todos.