El pasado fin de semana el lopezobradorismo mostró civilidad y responsabilidad ante los retos que se avecinan. De hecho, durante mucho tiempo se especuló qué pasaría en la antesala del Consejo Nacional de Morena, pues uno de los grandes desafíos era construir la anhelada unidad, debido a los capítulos de piso disparejo que vivimos en el lapso de casi dos años consecutivos siendo Ricardo Monreal, el actor político que padeció esa dura estrategia de segregación.

Durante muchos espacios de opinión advertimos el costo político que pudo llegar a provocar una división, sí las condiciones hubieses seguido igual. Sigo insistiendo que, las piezas que movió el presidente Obrador en el ajedrez político, dieron un giro total al paradigma sucesorio. La clave, en ese sentido, estuvo en la maniobra que llevó a cabo el mandatario federal. En efecto, hubo momentos en que, la fragmentación, era latente ante los signos claros que dinamitaron el encono. Desde entonces, hasta la fecha, el escenario cambió y ahora todo depende de que las reglas qué han fijado se cumplan.

Lo que pasó en el Consejo Nacional de Morena, acota toda probabilidad de división. Es más, me atrevo a decir que, todos, sin excepción, se sujetarán al resultado de la encuesta que aplique el partido, especialmente por el pacto de civilidad que han firmado. Recordemos que, el mecanismo que se pondrá en práctica, tendrá una metodología de evaluación paralela a través de cinco estudios espejo que cotejarán los resultados recolectados.

Debido a que hay más certeza democrática, habrá un proceso transparente y vigilado, sobre todo porque ha quedado claro que, las reglas internas de participación, están avaladas por el órgano rector, pero, también, por los presidenciales de Morena que, poco a poco, han ido esbozando el día de su salida definitiva de sus funciones que cada uno encabeza. De hecho, durante estos días ha trascendido lugar, hora y fecha, para que cada uno presente formalmente su separación. Algunos, por ejemplo, han confirmado el evento ante la opinión pública.

Lo ha hecho, en ese orden, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Asimismo, ayer lo anunció el Secretario de Gobierno, Adán Augusto, que confirmó su registro ante la dirección interna del partido el próximo viernes. Eso, de entrada, permite ir visualizando la actividad que, la próxima semana, arrancará. De hecho, algunos han compartido parte de la agenda territorial que llevarán a cabo en las 32 entidades federativas del país.

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Lo más importante de ello es que, en ese clima de efervescencia, fluye la unidad interna del partido de Morena. Atrás ha quedado otra etapa y, hoy por hoy, se respiran aires que permitan atestiguar la cohesión interna que tejió el presidente Obrador. Eso permitirá, en dos meses y medio de activismo de las corcholatas, que el movimiento se fortalezca hacia dentro; hay ánimo y voluntad para velar no solo por la unidad, sino para refrendar el triunfo electoral del lopezobradorismo en 2018.

A propósito, ha culminado la etapa de Ricardo Monreal en el Senado de la República que, al igual que los dos aspirantes que mencionamos en un fragmento anterior, el próximo viernes se registra en la dirección general del partido para contender por la candidatura de Morena a la que, por cierto, tiene grandes posibilidades de llegar avante.

De hecho, Ricardo Monreal se despidió formalmente del Senado. La Comisión Permanente aprobó la licencia que solicitó para separarse de sus funciones legislativas, a partir del próximo 16 de junio, pues ese día se registrará como aspirante de Morena para encabezar la Coordinación para la Defensa de la Transformación.

Legisladores de todos los grupos parlamentarios reconocieron su labor para, a pesar de las diferencias ideológicas, debatir, construir acuerdos y desahogar la agenda legislativa del Congreso. Luego, cortesía de su equipo de trabajo, al Salón de Sesiones entró un mariachi para dedicarle “La Marcha de Zacatecas”.

Desde el 1 de septiembre de 2018, Ricardo Monreal se desempeñó como coordinador del Grupo Parlamentario de Morena y como presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores.

Además, destacó que en 42 años de servicio público siempre ha entregado todo su tiempo, capacidad e inteligencia, y que nunca ha tenido acusación ni sanción alguna por malversación de fondos, violación de derechos o abuso de autoridad.

El senador dio cuenta de su gestión en estos casi cinco años de trabajo legislativo: 36 reformas constitucionales, 22 en vigor y el resto aún en revisión en la Colegisladora y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Además, de 45 nuevas leyes, 39 vigentes y seis por ser aprobadas.

El próximo lunes, 19 de junio, inicia sus recorridos por el país para promover los logros de la Cuarta Transformación y su proyecto de nación, documento, que por cierto, ya está muy avanzado. Lo hará en el Monumento a la Madre, que está ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc, demarcación territorial que ya gobernó.

Ricardo Monreal ha dejado en claro que quiere suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador, que profundizará la vida democrática de México y la transformación política de las instituciones que inició en 2018.

Por lo pronto, este martes lo despidieron del Senado con la famosa canción de José Alfredo Jiménez, “El Rey”, y con “Cómo han pasado los años”, de Roberto Livi y Rafael Ferro García. Más de 26 años de acompañar a López Obrador en su lucha por transformar a este país, desde que ganó la gubernatura de Zacatecas en 1997, precisó en una entrevista.