Lucha de gigantes

Convierte

El aire en gas natural

Un duelo salvaje

Advierte

Lo cerca que ando de entrar

En un mundo descomunal

Siento mi fragilidad

Vaya pesadilla

Corriendo

Con una bestia detrás

Dime que es mentira

Todo

Un sueño tonto y no más

Me da miedo la enormidad

Donde nadie oye mi voz

Nacha Pop, ‘Lucha de gigantes’

Como se lleva un lunar

Todos podemos una mancha llevar

En este mundo tan profano

Quien muere limpio

No ha sido humano

Si vieras qué terribles

Resultan las gentes

Demasiado buenas

Como no comprenden

Parecen que perdonan

Pero en el fondo

Siempre nos condenan

Álvaro Carrillo, ‘Como un lunar’

Ricardo Anaya dice que se fue porque la persecución es política.

López Obrador replica que ‘el que nada debe, nada teme’. ¡Ah! Y que no se ampare (lo cual es un despropósito, siendo la figura del amparo un derecho; y no cualquiera, sino una de las mayores garantías que ha producido el hombre).

Y las redes sociales se dividen (¡cuándo no!, sobre todo si el asunto tiene que ver con aquellos dos personajes...) Unos defienden al joven, señalando abuso y autoría del viejo. Otros han evocado a quienes fueron los primeros en acusar al queretano hace unos pocos años.

Lo que estamos atestiguando es a un excandidato presidencial, que luego de meses de reiterado éxito, había perdido el foco y la cámara en su gira por el interior del país. Con este anuncio vuelve a ser noticia. ¿Buena o mala?

Dependerá de Ricardo Anaya el que esta “cacería” lo haga más fuerte o lo mate. Indudablemente mucho tendrá que ver de si hay fechorías de por medio o puros cuentos. Mala fe del aparato gubernamental o vil pretexto de la otra parte.

Si lo primero es cierto (o por lo pronto convence lo suficiente, aunque no lo sea), ya podrá Anaya convertir esta acusación en una plataforma para —ahora sí—, lanzarse como el candidato de la oposición que está siendo perseguido injustamente por la 4T y tratar de aglutinar las menguadas fuerzas políticas opuestas al lopezobradorismo.

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En caso de que fuese solo una mentira para regresar a Atlanta (perdón pero en mi opinión Atlanta no vale una misa) —y, de nuevo, tristemente importa más lo que concluya la opinión pública que la realidad—, deberá ser su tumba política por haber enardecido aún más el tenso ambiente que rige en nuestro país. Ya lo he dicho antes: como crítica del régimen que soy, considero que el divisionismo debe ser potestad exclusiva de López Obrador. O, para mayores señas, el encono, la polarización, la victimización y el lloriqueo debe ser asociado únicamente al presidente y a nadie más.

Pero, vayamos al fondo del asunto. Cierta o no una y otra versión, el hecho es que esta historia no es nueva. Ya la vimos antes, pues.

En junio de 2018, Ernesto Cordero, calderonista confeso y senador del PAN en ese momento, denunció ante la PGR a Ricardo Anaya por lavado de dinero. La respuesta del albiazul (controlado entonces —¿ahora ya no?— por el grupo de Anaya) fue la expulsión inmediata de Cordero de las filas de ese instituto político.

Así que, si bien esta trama no es nueva, el escenario fue… distinto. Ocurrió al interior de Acción Nacional. Y me pregunto: ¿no será que ahora la motivación es la misma?

El anuncio hecho por Ricardo Anaya tiene muchas aristas. De bote pronto se me ocurren dos:

1) falta de confianza en un sistema de justicia que mantiene, por ejemplo, recluida a la ex titular de la SEDATU en el gobierno de EPN, Rosario Robles quien ilegalmente está prisión.

2) un doble rasero: ahí tenemos a Ovidio Guzmán liberado, al ex titular de PEMEX Emilio Lozoya, libre y un gobierno repartiendo abrazos a criminales confesos.

Pero no hay que perder el foco: la dimensión principal aquí es la lucha por el control del PAN. Así. Y en ese sentido, la huída del político es un elemento de la guerra interna de Acción Nacional.

Los enemigos del queretano siguen relamiéndose sus heridas y él tampoco les perdonará la afrenta de hace años, que nunca cuajó pero sí impactó en quienes pensaban votar por él.

Hoy que el PAN debe decidir rumbo a través de la votación para elegir a su dirigente, las diferencias entre grupúsculos renacen para impulsar a uno u otro personaje.

Marko Cortés actual presidente de Acción Nacional y quien busca su reelección ha sido culpado de mover a casi todos los consejeros del partido para asegurar su reelección. Y si bien ante la situación de Ricardo Anaya el primero en apoyarlo ha sido Marko Cortés, no hay que olvidar que a finales de 2018 se deslindó de él cuando ambos personajes fueron acusados de la desbandada en el albiazul, siendo las salidas más significativas la del expresidente de México Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala.

Esta última, por cierto, a principios de este año halagó a Cortés diciendo que era mucho más abierto que Ricardo Anaya, con quien de plano no se podía hablar. Fue gracias a dicha “apertura” que Margarita obtuvo la candidatura para la diputación federal, ganando la misma.

Y parte de esa división se deja ver en redes. Calderón no dedicó un solo tuit al respecto del affaire Anaya. Solo compartió el siguiente de su esposa; uno que hace pensar que se trata de Anaya, pero que ni siquiera mereció llamarlo por su nombre: “Este gobierno constantemente persigue desde el poder. Más allá de filias y fobias, debemos exigir un alto al acoso a la crítica y la oposición legítima. El uso faccioso de los órganos de Estado anula la democracia hace imposible la justicia y niega la libertad.”

Pero no solo eso. Aunque Marko Cortés mostró su apoyo al chicken, llama mucho la atención que el PAN no se ha declarado al respecto, ni siquiera en redes o de manera informal.

El asunto es que teniendo el pretexto ideal para aglutinarse todos ante la 4T, prefieren seguir en guerras intestinas y no presentar un frente común.

Ante lo cual, reitero lo dicho en otras ocasiones: si ni la oposición se puede poner de acuerdo de manera interna, mejor ni intenten combatir a Andrés Manuel.

O dicho de otro modo, si no hay políticos decentes afuera (que sí los hay, pero con esto da la impresión de que no), ¿qué le hace que sean iguales y hasta peores los de la 4T?

Triste la tragedia —de comedia nada— en la que hemos caído como país. Una donde ni siquiera una persecución política (real o no) puede ser utilizada para aglutinar a la oposición. AMLO sigue ganando y se ríe de los demás.

¿Revivirá Anaya en lo individual? No cabe duda, los golpes te pueden hacer crecer. Por lo pronto en las noticias ya está.

¿Quién más revivirá? ¿Cordero?¿Regresará al PAN? ¿Es un anunció de que, junto con Javier Corral, se une a las filas de Morena? Hagan sus apuestas.