Jack Sweeney, un joven estudiante universitario residente de Florida, es el encargado de varias cuentas de Twitter dedicadas a llevar a cabo un monitoreo de los viajes en avión o jet privado que hacen figuras de la tecnología y el entretenimiento, cómo Elon Musk, las Kardashian y muchos otros.
El caso del oligarca sudafricano Musk es paradigmático, ya que gusta de tomar vuelos de menos de 5 minutos con tal de ahorrarse 20 o 30 minutos de tráfico en la zona de Los Ángeles, por ejemplo.
Mientras que la “prole” dejamos de utilizar objetos de plástico y los medios masivos de comunicación señalan que debemos de apretarnos el cinturón para salvar el planeta, lo cual me parece bueno, personajes cómo la multimillonaria conductora Oprah Winfrey ha lanzado 3 mil 500 toneladas de CO2 al ambiente, de acuerdo a la información recopilada por el portal thetab.com.
Esto se trata, por ejemplo, de 500 veces más las emisiones de una persona “normal” en occidente, y de miles de veces las que una persona con una baja huella de carbono en la India o en África emite no digamos en un año, sino en toda su vida.
Los vuelos de Kim Kardashian, Taylor Swift y Steven Spielberg
En esta lista de la ignominia también está la infradotada Kim Kardashian, quién emponzoña el ambiente con 4 mil 268 toneladas de carbono emitidas anualmente. La Kardashian no duda de publicar decenas de fotos dentro de su jet privado en su cuenta de Instagram.
El director de cine Steven Spielberg anda por las mismas, con 4 mil 465 toneladas de carbono anuales; el rapero Jay-Z parece sobrecargo, acumulando 136 vuelos en el transcurso de un año con casi 7 mil toneladas emitidas; el aburrido boxeador Floyd Mayweather, quién es tan pobre que tiene sólo dinero, emite 7 mil 76 toneladas de CO2 en el transcurso de un año con sus vuelos.
Sin embargo, quién se lleva el “premio” es la cantante pop y country Taylor Swift, quién hace todo lo posible por destruir la biósfera con 170 vuelos y 8 mil 293 toneladas del peligroso contaminante emitidos en el transcurso de apenas un año.