“Cuando el amor llega así, de esta manera
Uno no tiene la culpa
Quererse no tiene horario ni fecha en el calendario
Cuando las ganas se juntan…
Caballo le dan sabana porque está viejo y cansao
Pero no se dan de cuenta que un corazón amarrao
Cuando le sueltan las riendas, es caballo desbocao
Y si una potra alazana caballo viejo se encuentra
El pecho se le desgrana y no le hace caso a falseta
Y no le obedece al freno ni lo paran falsas riendas”
SIMÓN DÍAZ
“Soy del mero Sinaloa
Donde se rompen las olas
Y busco una que ande sola
Y que no tenga marido
Pa’ no estar comprometido
Cuando resulte la boda
Ay, ay, ay
Mamá por Dios”
SEVERIANO BRISEÑO
¿Cuándo pasamos de que se hacía lo que el presidente ordenaba a una realidad que básicamente es ignorada por la presidenta (con A)? Lo pregunto porque Claudia Sheinbaum anunció que ella no permitirá que se estigmatice a Sinaloa. La idea es respetable; una tierra de personas valientes, trabajadoras, que lograron hacer un vergel en medio del desierto, merecían que su tierra no la estigmatizara nadie. Mas lo cierto es que ya es tarde. Y los principales culpables de ello —además de los narcos, claro está— son los de la 4t. Empezando por el gobernador de la entidad.
Rubén Rocha Moya debiera haber sido la primera baja producto de una limpia que incluyera todos los rincones de “autoridad” en Sinaloa. Que lograra contrarrestar la guerra narca alimentada a partir de la sustracción de El Mayo Zambada por parte de un hijo de El Chapo Guzmán. Sí, una limpia que la primer mandataria no está dispuesta a hacer pues implica a sus compañeros de… Movimiento.
Ya es tarde porque la raíz del estigma surgió mucho antes del 9 de septiembre del año pasado; antes de la guerra jurada entre “los chapitos” y “la mayiza”; antes de la epístola de Ismael Zambada pidiendo calma.
Ya poco importa que Sinaloa sea el granero de México o que tenga unas playas espectaculares bañadas por el mar de Cortés o que presuma su ganado o su música de banda, una que es tan famosa que se le conoce como ‘banda sinaloense’.
Ya es tarde porque al menos el 41.8% de su población trabajadora vive en la informalidad. Y aunque no se tiene una cifra precisa, se calcula que solo en Culiacán se han perdido unos 14,000 empleos de septiembre del año pasado a abril de este año.
Tan tarde que en Sinaloa han cerrado definitivamente más de 750 empresas y otras tantas han disminuido sus horas de atención y su número de empleados.
Tarde, porque la inseguridad no perdona a nadie; porque implica siempre un incremento en el desempleo, una disminución en los ingresos y en la inversión.
La gente deja Sinaloa y emigra a otras partes de México y del mundo. Según datos del IMSS, tan solo en el primer trimestre de este año, se crearon 6,643 empleos menos que en el mismo periodo del 2024. Esto es, la creación neta de empleos fue de cero.
Ya es tarde pues el “plan Sinaloa” para impulsar la economía ha FRACASADO. Algunos señalan que los insumos nunca llegaron a donde debían, otros más que estos se quedaron en manos de pocas personas. El crecimiento económico regional es nulo y difícilmente podrá superarse prontamente.
Y en el colmo de la tardanza, el gobierno estatal insiste en construir el centro de convenciones en lugar de destinar ese recurso en apoyar a los empresarios y comerciantes que continúan abiertos en Culiacán.
Es tarde para quienes han visto incrementar la extorsión y los robos a sus negocios. También para el 30% de los restaurantes que, ya sea por salvar el pellejo, porque ya no tenían cómo cubrir las cuotas de extorsión o porque recibieron amenazas directas, decidieron cerrar. Es irremediablemente tarde para el popular restaurante de comida regional ‘Chuparrosa Enamorada‘, mismo que fue incendiado en octubre y su dueño asesinado días después. Para ellos ya no hay ni siquiera una promesa de mañana. ¡Qué va! Y es que no es el único restaurante o tienda de alimentos que ha sido incendiado o destrozado.
La autoridad no se ha hecho responsable; esa es la verdad y por eso es tarde. Terriblemente tarde.
Es tarde porque incluso la economía “negra” y de grandes lujos (pagada por los capos) ha sufrido un colapso.
Es tarde porque Sinaloa es, de acuerdo al IMSS, uno de los estados con los salarios más bajos del país, pero al mismo tiempo el sexto con mayor poder adquisitivo y entre los tres primeros con mayor crecimiento en este indicador (CONEVAL, 2024). Tarde debido a que no se necesita ser un genio para saber que esto último se explica con la GRANDÍSIMA inyección de recursos que no provienen de la economía formal. Proviene del crimen organizado.
¿Quiere la presidenta Sheinbaum que no se estigmatice a Sinaloa?
Que deje de defender lo indefendible y a los indefendibles. Que haga que no se invierta en lo innecesario. Que rompa con los que “abrazan” a los miembros del crimen. Que construya una economía alterna en lugar de que las iniciativas oficialistas sirvan para inflar los bolsillos de un puñado de morenistas. Quizá así, solo así, esa tierra revolucionaria, cuna de Venustiano Carranza, ‘Barón de Cuatro Ciénagas”, dejará de ser estigmatizada.