LA POLITICA ME DA MÁS RISA

I´m sorry, amigou

En la Casa Blanca le firmaron de recibido el mensaje al Presidente López Obrador, pero la respuesta de su homólogo estadounidense Joe Biden fue clara, fuerte y contundente: él trae su propia agenda con respecto al combate a la corrupción dentro y fuera de la Unión Americana, por lo que no aceptará injerencias o exhortos de ningún tipo en relación a los apoyos que brindará su gobierno a las organizaciones de otros países que denuncien acciones contrarias a este propósito.

Así las cosas, míster Biden fue muy firme al señalar que la lucha contra la corrupción es de interés central para la seguridad nacional de los Estados Unidos y que permanentemente estarán respaldando a todas aquellas organismos de la sociedad civil que coadyuven con este objetivo, como es el caso en nuestro país de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

La exigencia del primer mandatario norteamericano para todos sus socios y amigos está más que definida, les guste o no: “todos deberán ejercer una gobernanza honesta y transparente””.

En un documento redactado desde las entrañas de la Casa Oval, Joe Biden manifestó que los Estados Unidos predicarán con el ejemplo en relación al vínculo con sus aliados destacando la importancia de la sociedad civil y el sector privado para combatir el flagelo de la corrupción, porque en ambas trincheras existen ciudadanos valientes que deben ser apoyados para fortalecer sus capacidades.

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Y aquí también destacó el papel de los medios de comunicación y otros agentes de supervisión y rendición de cuentas que realizan investigaciones y análisis de tendencias sobre la corrupción, a la que considera uno de los principales flagelos que corroen a las verdaderas sociedades democráticas.

Aquí en México este tema no debe ser tomado tan a la ligera por el actual régimen, pues se menciona que Estados Unidos está llevando a cabo un minucioso análisis de acciones tangibles y concretas contra la corrupción de sus principales socios, por lo que antes de que finalice el presente año, basados en el diagnóstico que obtengan de este análisis, estarán ejecutando acciones específicas que conduzcan a mejoras evidentes en el corto plazo.

Así las cosas, aunque todo será sonrisas y abrazos frente a las cámaras, todo indica que la visita de la vicepresidenta Kamala Harris a nuestro país, agendada para el próximo lunes, en plena efervescencia postelectoral, no será nada tersa.

Y aquí no pasa nada

Ayer jueves se cumplió un mes del accidente (que no es lo mismo que “incidente”, señora Claudia Sheinbaum) en la Línea 12 del Metro capitalino que arrojó 26 muertos y casi ocho decenas de lesionados (siete de ellos todavía permanecen hospitalizados) y las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México se siguen haciendo como el tío Lolo, evadiendo su responsabilidad en esta catástrofe y negándose a dar a conocer a los responsables y culpables de esta terrible tragedia producto de la corrupción, la incompetencia, la negligencia, la indiferencia, la impericia, el desinterés y la perversidad de funcionarios y empresarios sin escrúpulos.

¿Cuándo serán llamados a comparecer personajes como Florencia Serranía, Marcelo Ebrard, Mario Delgado y tantos y tantos más que se pasean a diario por todo el país convencidos de que el manto cuatroteísta los protegerá de cualquier investigación?

Y lo mismo ocurre con los directivos de las empresas involucradas en la construcción de esta obra de oropel, quienes cínicamente siguen beneficiándose de los negocios que hacen con la complicidad de políticos avariciosos.

¿Pero qué tal la Jefa de Gobierno de la CDMX, muy quitada de la pena, risa y risa, posando con los campeones del fútbol de la primera división del Cruz Azul, como si nada malo ocurriera en la capital?

A la mexicana

Nos guste o no, las redes sociales son el termómetro de la realidad. Y en éstas, ya son muchísimas las personas que empiezan a comparar el caso del judío-mexicano Andrés Isaac Roemer Slomianski con el del judío-estadounidense Harvey Weinstein, condenado a 23 años de prisión por crímenes sexuales.

Sin embargo, la enorme diferencia en ambos casos es que al productor de cine sí lo alcanzó el largo brazo de la ley, mientras que con Roemer, la Fiscalía capitalina inexplicablemente tardó en liberar las órdenes de aprehensión para detenerlo; lo que le permitió al ex diplomático escapar a Israel.

En fin…

¡Mi deseo de hoy!

¡Qué gane la democracia!

¡Qué gane México!