“Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspenso.”
ALFRED HITCHCOCK
Una corcholata —estatal— menos. Zoé Robledo, actual director del IMSS, ya no va como aspirante a la gubernatura de Chiapas por parte de la 4t. Las tesis que explicarían lo anterior abundan:
Que si lo bajaron por su mal desempeño al frente del IMSS y debido a los numerosos problemas que deberá enfrentar; que si fue porque López Obrador cree que Zoé es el único que podrá sacar adelante el experimento llamado IMSS-Bienestar; que si el presidente no quiere ser solo él quien cargue con el desastre de la salud pública producto de su gobierno (a Hugo López-Gatell, quien debiera ser y seguir siendo el principal receptor de todos los reclamos, lo desea mandar a contender por la Ciudad de México).
Algunos más aventuran que se trata sencillamente de una cuestión de cuotas de género. Esto es, que en Chiapas determinarán para Regeneración Nacional una candidata mujer (de las 9 gubernaturas que estarán en lisa en el 2024, cinco serían para las féminas, entre ellas Chiapas). O bien, que como parte de las negociaciones con las corcholatas perdedoras, Chiapas se le entregará a Adán Augusto o quizá a Manuel Velasco (PVEM), este por ser el primero que le aplaudió a Claudia…
Naturalmente, también mucho se ha traído a colación el fatídico elevador de una de las clínicas a cargo del Instituto y que mató a la niña Aitana en Playa del Carmen. Se dice que ello destrozó las aspiraciones del joven político, cosa que nadie tiene más que claro López Obrador.
En resumidas cuentas, hay quien dice “se bajó”, mientras otros que “lo bajaron” por instrucciones de Palacio…
El hecho es que Zoé ya no está en la competencia para Chiapas, lo que emite mensajes para diversos actores. Tanto para los morenistas que están viendo desesperadamente cómo saltar hacia el próximo hueso, como para los que saben les espera el sacrificio.
López Obrador optó por dar una sola razón del porqué Zoé se queda en su gabinete: “uno tiene que saber en dónde es más útil en un proceso de transformación… tiempo de definiciones”.
Pero también hay un aviso claro y contundente de que AMLO se sabe herido políticamente hablando, precisamente en una de las cuestiones más sentidas de la población.
¿Será, entonces, que dichas definiciones incluyen que en el actual sexenio más de 30 millones de mexicanos carecen de acceso a la salud pública? Lo dudo mucho. Cada día, México un poco más lejos de Dinamarca; instalaciones que claman por mantenimiento, pues sus averías diarias y descomposturas eternas no se arreglan con los pretextos infinitos como es el culpar al pasado. Menos aún cuando Zoé lleva en el cargo más de cuatro años…
Zoé se queda a enfrentar las compras del Seguro Social sin licitación y a sobreprecios, beneficiando a parientes de prominentes miembros de la 4t y/o a empresas de reciente creación, como SITRAVEM que no dio mantenimiento a los elevadores en hospitales y clínicas del sistema. Todo dentro del nuevo reto que significa el escenario de atender al doble de personas que hace un año, debido a la absorción de lo que fue el malogrado INSABI.
Y por lo que a política electoral se refiere, mejor sería que nadie se diga sorprendido. El único que todo lo decide en Morena es López Obrador. Mensaje para todos los aspirantes, presidenciables y locales: no se mandan solos. Han llegado y solo seguirán si Andrés lo quiere.
Por lo que a Robledo se refiere, dado que cuotas y cuetes le reventaron en la cara, ojalá pueda al menos poner un poco de orden en una institución tan cara y necesaria para millones de derechohabientes como es el IMSS. ¿Es mucho pedir?