La película "The King's speech" (El discurso del rey) ha arrasado esta noche en la ceremonia de entrega de los premios BAFTA de la Academia Británica al alzarse con siete de los catorce galardones a los que aspiraba.
La cinta del director Tom Hooper, que partía como gran favorita de la noche, cumplió las expectativas que se habían depositado sobre ella y logró los premios al mejor actor, para Colin Firth, por su interpretación del rey Jorge VI, y a la mejor película, así como los galardones a los mejores secundarios que fueron para Helena Bonham Carter y Geoffrey Rush.
La lluvia que cayó durante toda la tarde en Londres -un clásico en los BAFTA británicos- deslució el "glamour" de una alfombra roja que las estrellas tuvieron que recorrer protegidas por paraguas.
Entre las anécdotas destacó el discurso de Bonham Carter, que preguntada por los periodistas sobre la posibilidad de que en la Casa Real británica hayan visto la película, bromeó: "En todo caso, si no les gusta no podrán cortarnos la cabeza".
Sobre el escenario de la Royal Opera House, Colin Firth explicó que la primera reunión que mantuvo con el director Tom Hooper le permitió cancelar un "incómodo examen médico".
"Aunque a decir verdad, finalmente los métodos de trabajo de Tom resultaron tan sorprendentes y efectivos como los del doctor, así que quizás nadie puede escapar de su destino", ironizó Firth.
El equipo de "The King's speech" vivió una noche de éxito en la que no faltó el buen humor.
La conferencia de prensa de Hooper tras la ceremonia tuvo que ser interrumpida por una interferencia entre el equipo de sonido y los teléfonos móviles de los periodistas, una situación que el director salvó diciendo: "es normal que haya problemas con el discurso al hablar de esta película", centrada en el tartamudo rey Jorge VI.
Además del aclamado actor, el joven protagonista de "The social network", Jesse Eisenberg, era uno de los más esperados en la Royal Opera House.
Eisenberg, que en dos semanas se enfrentará a la ceremonia de los Oscar, aseguró no estar "muy seguro" de cómo comportarse en un acto repleto de estrellas a quienes ha "admirado" durante muchos años, y aseguró estar "sobrecogido" por la experiencia.
La cinta de David Fincher logró tres BAFTA esta noche, al mejor director, al mejor guión adaptado -para Aaron Sorkin- y a la mejor edición.
"Inception" no fue más allá de un reconocimiento menor en los BAFTA, al lograr únicamente tres estatuillas en apartados técnicos, a los mejores efectos especiales, sonido y producción.
Los representantes hispanoamericanos vivieron una noche aciaga en Londres, ya que ni el español Javier Bardem, nominado a mejor actor, ni los filmes "Biutiful" (España-México) y "El secreto de sus ojos" (Argentina), candidatas a mejor película de habla no inglesa, lograron una estatuilla.
Bardem, que no acudió a Londres, ya que prefirió cumplir con su cita en los premios Goya en Madrid, fue derrotado, como se esperaba, por el británico Colin Firth.
En cuanto a las películas de Alejandro González Iñárritu y de Juan José Campanella, quedaron desbancadas por la sueca "The girl with the dragon tatoo" ("Los hombres que no amaban a las mujeres"), la primera película de la saga Millenium basada en los libros de Stieg Larsson.
En la alfombra roja, Iñárritu no las tenía todas consigo, y aseguraba que el hecho de estar nominado ya supone un reconocimiento para su cinta.
"Es tan difícil ganar como perder, hay que estar preparados para las dos cosas. Pase lo que pase, nos daremos unos buenos tragos esta noche", afirmó el mexicano.