Valladolid, España.- La cuidadora uruguaya Graciela Baravran, imputada por la muerte de tres niños, de 3, 9 y 14 años, asumió hoy los tres asesinatos de los que la acusa el fiscal y aceptó la imposición de una pena de 45 años de prisión.
Así lo informaron a Efe fuentes del caso, que señalaron que la acusada reconoció que mató a los niños, durante la audiencia preliminar desarrollada hoy en un Juzgado de Instrucción de Valladolid (centro de España).
Tras esta admisión de culpabilidad, previsiblemente no llegará a celebrarse juicio con jurado popular.
Los hechos ocurrieron el 15 de agosto de 2011, cuando la cuidadora decidió dar muerte a los tres niños, que padecían discapacidad física y psíquica y que se encontraban dormidos en sus respectivas camas y cunas, en un centro gestionado por la ONG Mensajeros de la Paz en la localidad de Boecillo (Valladolid).
Las acusaciones contra la imputada se centran en que cogió de la cocina del centro un rollo de film transparente y una bolsa de basura y asfixió a los pequeños, quienes no pudieron defenderse.
Ello representa alevosía y por tanto un delito de asesinato en lugar de homicidio, precisaron las fuentes.
Baravran, nacida en Montevideo en noviembre de 1955, obtuvo la nacionalidad española en marzo de 2007.