Una dieta es la pauta en el consumo habitual de los alimentos, la palabra dieta proviene del griego “dayta” que significa: régimen de vida. Las personas preocupadas por la salud o por mantener cierto peso corporal son las que practican dietas, otras tantas hacen dieta aunque no quieran, es decir por indicaciones del doctor o porque ya no les queda otra.

Existen dietas que parecen de broma, pero los expertos dicen que son científicamente comprobadas cada una de ellas.

Algunas de las dietas que investigué para usted amable lector, son:

Dieta del cucurucho: comer poco y follar mucho.

Dieta del melón: siempre con el mismo cabrón.

Dieta del tlacoyo: con una mano en la boca y otra en el… corazón.

Dieta de la lagartija: primero con la madre y después con la hija.

Dieta de la pasta: follar y follar hasta decir basta.

Dieta del pollo con pan: un muslo por aquí, un muslo por allá y pan pan pan pan.

Dieta del lagarto: comer mucho y coger harto.

Dieta del bichito: mucho amorchito y harto bechito.

Dieta del caracol: puro sexo y alcohol.

Dieta del kiwi: come todo menos kiwi.

Dieta del poeta: “follo, luego existo”.

Dieta del hijo abandonado: maruchan todo el día.

La dieta del mendigo: ve al gimnasio y después te la digo.

La dieta del divorcio: si yo como, no te aviso.

La dieta del gobierno: llamada también “la dieta de ajo y agua” a´joderse y aguantarse.

 

Otro tipo de dietas:

 

La dieta del aire: tiene un grave peligro de salud, es un truco de faquires, pero el chiste es comer sólo aire.

La dieta del repollo: atascarse todo el día de sopa de repollo, bajas 10 kilos en un mes, el repollo es un quema-grasa fabuloso.

La dieta del astronauta: son tres días seguidos, se baja un kilo por día. Cucharadas de leche deslactosada disueltas en café o té y huevos duros.

La dieta del vodka: el vodka tiene menos calorías que otras bebidas embriagantes, así que a chupar tranquilamente vodka, ya que no engorda tanto.

La dieta del fracasado: es cuando no puedes bajar de peso con las dietas anteriores, y entonces mandas todo al diablo y comienzas a comer de manera abominable y descarada todo lo que evitaste en aquel tiempo que estuviste atado a la dieta.

La dieta de las muelas del juicio: esta dieta no necesita explicación.

La dieta del zombie: todo lo que su cerebro quiera consumir, es para los noctámbulos que buscan de noche el néctar a sus neuronas hambrientas de psicodelia, melomanía y otras tintas, (oyesamamada, ya se, pero así decía la dieta).

Dieta del ibuprofeno: tomar ibuprofeno cada mañana antes del desayuno para una relajación y disminución de estrés (esa yo la inventé).

La dieta del rencor: alimenta a tu corazón de odio, traiciones, decepciones y desilusiones.

 

Algunas de estas dietas son más que conocidas y practicadas, algunas viejas, otras no tanto. Quiero aclarar que las dietas citadas en este escrito, usted puede googlearlas, o investigar por su propia cuenta.  Aun no me titulo como Nutrióloga, y no podría recomendar alguna de las dietas anteriores, me han contado que TODAS son efectivas mientras se hagan con disciplina y rigor.  Cuánta variedad ¿no creen?.