La Tierra ya está lista para el impacto de un asteroide y todo gracias a DART.
La misión DART es un experimento y el primer intento humano por darle a la Tierra una forma de defenderse del impacto de un asteroide.
El pasado septiembre del 2022, se logró el objetivo. El impactador cinético chocó contra la órbita del asteroide Dimorphos, logrando modificarla.
El impacto de la sonda DART contra el asteroide Dimorphos, produjo la expulsión de más de cinco millones de kilogramos de material.
Con ello, se demostró que la tecnología es una “técnica viable para potencialmente defender la Tierra de un asteroide”.
Así lo dijo Derek Richardson, profesor de astronomía de la Universidad de Maryland (UMD) y jefe del grupo de trabajo de la investigación DART:
“Aún no podemos detener los huracanes ni los terremotos, pero hemos aprendido que podemos evitar el impacto de un asteroide con tiempo, avisos y recursos suficientes. Con tiempo suficiente, un cambio relativamente pequeño en la órbita de un asteroide haría que no llegara a la Tierra, evitando que se produjera una destrucción a gran escala en nuestro planeta”.
Derek Richardson
¿Qué es la misión DART? La Tierra está lista para defenderse de un asteroide
DART era un impactador cinético sin carga explosiva, que se lanzó a unos seis kilómetros por segundo contra Dimorphos.
Este asteroide de tamaño similar a la pirámide de Keops, sufrió la disminución de su periodo orbital de 11 horas y 55 minutos a 33 minutos.
Ahora, cinco estudios internacionales indican que la modificación de su órbita arroja luz sobre cómo podríamos defender a la Tierra de posibles colisiones.
Las pequeñas partículas que fueron inmediatamente lanzadas al espacio en dirección opuesta al proyectil, quedaron sometidas a la presión de radiación de la propia luz del Sol.
La misión DART fue seguida desde la Tierra por numerosos telescopios, incluida una red de ciencia ciudadana, además de por los ubicados en el espacio como el Hubble.
El telescopio tomó imágenes desde el momento del impacto y hasta varios meses después para caracterizar su evolución.
Hasta la llegada de DART al sistema binario de asteroides, situado a 11 millones de kilómetros de la Tierra, poco se sabía de ambos.
Ahora, gracias a las imágenes que se obtuvieron del asteroide Dimorphos se conoce que su superficie está sembrada de enormes rocas y no se le observan cráteres de impacto.
Con información de Europa Press