Aunque el nivel del mar ha oscilado algunos centímetros en los últimos siglos, hace miles de millones de años, los océanos pudieron alcanzar grandes alturas, casi al nivel de las montañas más altas del mundo.
De acuerdo con un estudio publicado en el ‘Advancing Earth and space science’, sugiere que entre 4 mil y 3 mil 200 millones de años, el planeta Tierra albergaba un volumen de agua de casi el doble del actual, suficiente para sumergir por completo los continentes.
La gradual desaparición del agua se debió a un proceso geoquímico llamado hidratación
Según esta investigación, la gradual disminución de los océanos se debió a un proceso geoquímico llamado hidratación, en el cual, gran parte del agua se convierte en rocas de la corteza y del manto.
Los científicos señalan que diversos minerales que se remontan al periodo ‘Arcaico temprano’, contienen más hidrógeno y oxígeno de lo que deberían.
Los cálculos previos al estudio, informan que las temperaturas del manto eran cuatro veces superiores cuando la Tierra era todavía muy joven, ya que la radioactividad que calentaba al planeta era considerablemente más potente que la actual.
Estas condiciones no permitían que el manto tuviera muchos hidratos, que hoy en día son abundantes y permiten que las rocas 'almacenen' agua. El hecho de que en esa época las rocas fundidas del manto tuvieran poca capacidad para almacenar agua significa que el agua debía estar en otro lugar.
Para realizar el estudio, el equipo se enfocó en los cristales de circón más antiguos
La investigación fue realizada por científicos de la Universidad de Harvard y el University College de Londres, quienes utilizaron un modelo termodinámico para determinar que los océanos arcaicos eran más grandes que los que existen en la actualidad.
Los científicos informan que el volumen de agua adicional equivaldría a la masa oceánica superficial moderna. Eso significaría que el nivel del mar rebasaba la cima del Monte Everest, el pico más alto del mundo. Sin embargo, esta afirmación todavía es una hipótesis, pero podría tener importantes implicaciones.
Para realizar esta hipótesis, el equipo se enfocó en el estudio de los cristales de circón más antiguos existentes debido a que su estructura y composición sugieren que se formaron hace 4 mil millones de años en lo que hoy es Australia Occidental, pero bajo el agua.
Los basaltos acojinados de Australia y Groenlandia, también se formaron en el mar hace 3 mil millones de años. Además, dos variantes de olivino, un mineral de color verde que son expulsados a la superficie con las erupciones volcánicas contienen mucha agua.
Los investigadores determinaron que las rocas ricas en estos minerales constituyen el 7% de la masa del planeta, mientras que solo el 2% del peso total de la Tierra es propiamente agua.