La candidata de Fuerza y Corazón por México Xóchitl Gálvez avanza con firmeza enfrentando a dos poderosos adversarios, los enemigos de casa y la elección de Estado.
Y es que Xóchitl ha tenido que hacer gala de sus dotes políticos frente a las viejas y caducas estructuras de los partidos que la postulan, con dirigentes impresentables que han actuado en contra del proyecto que deberían impulsar; una alianza electoral con la sociedad civil.
Es momento de definirse y actuar
Pero, poco a poco, Xóchitl, la militancia y la sociedad civil han ido superando los obstáculos puestos desde un principio por Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, que nunca han definido claramente su postura en favor del proyecto y, por el contrario, mantienen abiertos canales de comunicación con el oficialismo.
Las consecuencias se reflejan en los resultados de las elecciones del Estado de México, de Coahuila y en los posicionamientos de las bancadas en el Congreso frente a iniciativas del ejecutivo, a las que, de acuerdo con las órdenes del jefe de la mafia de Palacio Nacional, no se les debe mover ni una sola coma.
Quien al parecer ya entendió cuál es la postura del frente amplio opositor, y también el hecho de que se juega la sobrevivencia de su partido, fue el líder del PRI. Alito, a pesar de todas las críticas, ha mostrado signos de unidad y congruencia en algunos asuntos, como postular candidatos con perfiles de primera categoría, tales como Ildefonso Guajardo, Aurelio Nuño o el anuncio de que Alessandra Rojo de la Vega va por la alcaldía de Cuauhtémoc.
Buscar beneficios a largo plazo
Y algo difícil de creer, en lugar de caer en la polarización, inteligentemente, el PRI en su plenaria evitó la controversia y le arrebató a AMLO y a Morena el discurso populista sobre la reforma a la Ley de Pensiones.
Al celebrar su reunión plenaria previa al inicio del periodo ordinario de sesiones, el PRI aseguró que apoyarán la iniciativa, con la salvedad de que se haga bien y sea realmente para beneficiar a los trabajadores. De hecho, lo que se plantea es mejorar la Ley de Pensiones que se logró en la administración de Zedillo y que permitió la jubilación digna de millones de trabajadores durante estos 25 años. Evidentemente se requiere actualizar y mejorar, como ya ocurrió en 2020 con la reforma impulsada por el sector privado y los partidos de oposición.
Ahora, lo que la bancada del PRI exige, es que se tengan los estudios precisos y buscar que no sea un tema electorero, sino, como la reforma de 1997, sea de largo plazo y en favor de los mexicanos.
En estos mismos términos, Xóchitl Gálvez informó que no solamente el PRI, sino también el PAN y el PRD aprobarán la iniciativa: “Por supuesto que nosotros estamos absolutamente de acuerdo con que los mexicanos tengan una pensión digna. Lo comparto, [y] lo vamos a apoyar”. Justamente, Xóchitl tiene en su equipo a uno de los personajes involucrados en el diseño de la reforma de 1997, José Ángel Gurría, exsecretario de Hacienda y el único que ha cumplido tres periodos al frente de la OCDE.
Arrebatar la agenda al presidente
La posición asumida por la oposición dejó “encuerado” al presidente, a Morena y a su incansable afán de dar un manejo electorero a los asuntos nacionales, haciendo a un lado el bien para la ciudadanía.
El presidente solo alcanzó a balbucear en su mañanera: “Entonces, planteo que viene una reforma a las pensiones y me dio mucho gusto porque ayer dice el dirigente del PRI que van a apoyar la reforma y luego me entero que también la candidata del bloque conservador dice que van a apoyar la reforma. Qué bueno, lo celebro. Ahora ojalá, nos apoyen también con esta nueva reforma que tiene que ver con fortalecer la industria eléctrica y las empresas públicas”.
Enfrentar una elección de Estado
Hemos visto a muchos integrantes de los tres partidos que postulan a Xóchitl Gálvez renunciar a su militancia, pero no al frente opositor.
Xóchitl y el frente Fuerza y Corazón por México enfrentan una elección de Estado, donde el presidente usa todo su poder y las instancias de gobierno en favor de su candidata, quien nada “de pechito” sin entrarle al debate ni aparecer en medios que no estén controlados por el gobierno, y porque la instrucción es que todos los cuestionamientos se redirijan a AMLO.
Pero paulatinamente las estructuras de los partidos y la sociedad civil empiezan a rebasar a los dirigentes y las decisiones van tomando forma en torno a la propuesta de un gobierno de coalición, donde participen valiosos personajes que vendrán a fortalecer las instituciones democráticas del país.
Así, aunque la contienda continúe siendo contra la mancuerna Claudia/AMLO, Xóchitl va. Ya el presidente lo ha reconocido, lo hizo cuando afirmó que tiene 20 millones de votos seguros, cuando en 2018 el ganó con 30, y también cuando señala que hay muchísimos “conservadores, entre 20 y 25 millones de personas”. Vamos, si él lo acepta, es porque sabe que Xóchitl sube en las preferencias.
Y están las redes sociales, basta un vistazo para saber que Xóchitl duplica las “vistas” sobre la candidata oficialista.
Xóchitl y el frente opositor ¡van!
X: @diaz_manuel