En días recientes la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) anunció que busca combatir la corrupción a lo interno de la institución; por tal motivo, tal y como lo dio a conocer Reforma a través de una nota de Saraí Cervantes, la agencia “publicará un código de conducta que sirva como referencia para el comportamiento de las personas que trabajen en el organismo”.
El proyecto se encuentra en la Comisión de Mejora Regulatoria (Conamer), y establece que los servidores públicos que, con motivo de su empleo, cargo o comisión, participan en contrataciones públicas o en el otorgamiento, prórroga de licencias, permisos, autorizaciones y concesiones, deben conducirse con transparencia.”
Y queda claro que este tema de las auditorías es a lo interno, y tiene además una finalidad específica, derivada de una serie de quejas existentes durante muchos años, por ejemplo respecto al manejo de la entrega de licencias para el personal aeronáutico. Otro tema desatendido es transparentar y mantener actualizada toda la información relativa a las concesiones a las aerolíneas, lo mismo que el resto de las acciones que lleva a cabo la AFAC.
Pero vamos al origen de todo, ¿qué hace la AFAC? Su misión y visión, según la página de la propia institución (y cito textual) son las siguientes:
- Misión
Asegurar que el transporte aéreo participe en el proceso de crecimiento sostenido, sustentable y seguro, que contribuya al bienestar social, al desarrollo regional, a la conectividad y a la generación de empleos, apoyando la conformación de una sociedad mejor integrada, comunicada e igualitaria.
- Visión
Ser la autoridad aeronáutica que estimule y fomente un transporte aéreo seguro, eficaz, eficiente, y competitivo, que satisfaga las necesidades de la sociedad mexicana, proporcionando servicios de calidad, siendo un pilar para el desarrollo económico y social del país, buscando el liderazgo en la región, siendo un referente mundial.
Traigo a colación el tema, porque a lo mejor la población en general desconoce qué es lo que hace la AFAC, responsabilidades, obligaciones y facultades; a lo mucho, la habrán escuchado nombrar en las noticias cuando degradaron a la autoridad aeronáutica del país a categoría 2, o tal vez cuando la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) hizo una auditoría en nuestro país, para verificar que se cumplan con los anexos que hacen más seguro al transporte aéreo.
Sin embargo, me deja con la boca abierta que una representante sindical de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA), de plano desconozca a qué se dedica la AFAC. Dejen les cuento la historia.
El día de ayer se llevó a cabo la Asamblea Ordinaria en ASSA, en la que rinden sus informes tanto el comité ejecutivo, como las comisiones de hacienda, vigilancia, y el tribunal de honor y justicia.
El panorama al interior de la vida de este sindicato no es nada halagüeña, al contrario; quien hoy encabeza ASSA se ha empeñado en quitar de en medio a todo aquel “que le estorbe”, motivo por el que la presidenta de la comisión de vigilancia no pudo presentarse a rendir su informe, pues la secretaria general no autorizó que la empresa Aeroméxico reprogramara el adiestramiento periódico de la representante sindical.
Por tal motivo, la presidenta de la comisión de vigilancia, días antes de la asamblea mandó un comunicado a la base de trabajadores explicando los porqués de su ausencia durante esta asamblea. Esto fue aprovechado por la vocal del tribunal de honor y justicia, quien hizo circular un escrito en grupos de WhatsApp de sobrecargos de Aeroméxico. El mensaje dice así:
“En relación al escrito recién publicado por la Presidenta de la comisión de Vigilancia, Yared Giles cabe remarcar lo siguiente:
Este tema no compete a la Secretaria General. Ella no puede gestionar cambios en los adiestramientos periódicos. En dado caso le corresponde a la Secretaria del Trabajo el apoyo y solo en casos de extrema importancia/urgencia.
La AFAC está auditando a los representantes sindicales, cambios como este no son posibles, ya que no se trata de una solicitud por asuntos judiciales o de emergencia de salud.
Si queremos cambiar la historia de nuestro sindicato y sus representantes debemos respetar los lineamientos y reglamentos estipulados para todos sin distinción alguna.
Es importante mencionar que las Comisiones de Vigilancia y Tribunal somos colegiado; no tiene relevancia que uno de sus miembros no se encuentre en alguna asamblea, ya que cualquiera de los otros dos miembros pueden presentar sus informes.
Antes de emitir juicio, acérquense a más representantes para tener una visión amplia de los hechos y así evitar confusión y desinformación. Gracias.
Amparo Trejo”
Amparo Trejo, vocal del tribunal de honor y justicia de ASSA
Este texto firmado por la vocal del tribunal de honor y justicia del sindicato tiene puntos importantes para desglosar: lamentablemente en el sindicato hoy no hay un secretario de trabajo porque la autoridad correspondiente les negó la toma de nota. Es cierto, la decisión está el litigio desde enero de este año, e incluso puedo decirles que al día de hoy está en “revisión” la demanda de amparo que interpuso el sindicato en contra de la decisión del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral.
El asunto aquí es que el cargo de secretario de trabajo de ASSA está acéfalo y quien de acuerdo a los estatutos sindicales debe sustituirlo es una persona que hoy está reintegrada a la línea por órdenes expresas de la secretaria general; así que el texto comienza con una mentira, y de las grandes.
Después asegura que la secretaria general no gestiona los cambios en los adiestramientos periódicos, pero me compartieron la respuesta que dio Aeroméxico a la solicitud de la presidente de la comisión de vigilancia de reprogramar su adiestramiento para poder asistir a la asamblea sindical a presentar su informe: “Por política interna para el cumplimiento del rol de servicios no podemos aplicar el ajuste ya que debe ser solicitado por la secretaria general de ASSA”.
Y no hablemos del tema “colegiado”, pues de los tres representantes que integran la comisión de vigilancia, sólo dos tienen toma de nota, al no estar la presidenta, solo queda un miembro, pues el auxiliar que nombró la secretaria general, es de chocolate. Por lo tanto no se cumple con la premisa de “cuerpo colegiado”, para tal efecto deben estar dos representantes sindicales mínimo con toma de nota.
Sin embargo, todo lo anterior es “pecata minuta”, pues la cosa se pone color de hormiga cuando el texto mete en este asunto a la AFAC: “La AFAC está auditando a los representantes sindicales, cambios como este no son posibles, ya que no se trata de una solicitud por asuntos judiciales o de emergencia de salud”. Y yo lo digo con todas sus letras: en ninguna parte de las obligaciones de la AFAC está la de “auditar representantes sindicales”.
Primero ¿por qué la AFAC le haría una auditoría? ¿a razón de qué auditaría a los representantes sindicales de ASSA?, ¿qué sabe la AFAC de asuntos sindicales?, porque se supone que los representantes sindicales trabajan para velar por la correcta aplicación del contrato colectivo de trabajo, y la Agencia Federal de Aviación Civil no tiene injerencia en el ámbito laboral, para eso está la Secretaría de Trabajo y Previsión Social y el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL).
Más bien parece que la autora del texto que circula por WhatsApp leyó mal, pésimamente mal, la nota sobre las próximas auditorías internas que llevará a cabo la AFAC para su personal, y decidió ocupar esta información para intentar tapar el sol con un dedo, y de paso los gazapos, inconsistencias y contradicciones en decisiones recientes de quien encabeza el sindicato.
Ahí están las pruebas: para evitar voces críticas en las asambleas sindicales, la secretaria general o “manda a volar” (literalmente, quitándolos de sus cargos y reintegrándolos a la línea) o bien, mandándolos a un adiestramiento periódico, seleccionando a los representantes que no son de su agrado.
Con este actuar deja ver que poco entiende esa mujer de procesos democráticos, y para no mancharse las manos, pone a su fiel escudera (la vocal del tribunal) a verter en la planta de sobrecargos una serie de mentiras, una cada vez más escandalosa que otra.
Me interesa que al público lector le quede muy claro cuál es la función de la AFAC, y que ninguna de sus atribuciones tiene que ver con “auditar representantes sindicales”, sino que todo va encaminado al fortalecimiento de la industria aeronáutica, de su infraestructura, así como a la coordinación, vigilancia y control sobre la prestación de servicios que hacen las líneas aéreas nacionales e internacionales.
Todo con la finalidad de tener una aviación segura, tanto para usuarios como trabajadores, dentro de la industria aeronáutica. Recomiendo que la AFAC tome cartas en el asunto, porque la forma en que una persona de la industria está mintiendo sobre las facultades de la AFAC me parece, por decirlo suavemente, peligroso.