En el discurso oficial, obras como el Tren Maya, el AIFA, Dos Bocas y la nueva Mexicana de Aviación se presentan como impulsores del renacimiento económico. Pero tras esa narrativa se ocultan proyectos costosos, poco transparentes y dependientes del erario, que han contribuido a un déficit histórico con efectos inminentes en la economía.
En 2022, la ASF detectó irregularidades por casi 10 mil millones de pesos en estas obras, contradiciendo la supuesta honestidad del gobierno.
Con el tiempo, los costos se han disparado: el Tren Maya ronda 554 mil millones; el AIFA, considerando la cancelación del NAIM, 253 mil millones; Dos Bocas, 398 mil millones; y Mexicana, más de 20 mil millones, superando en conjunto el billón de pesos.
Además, requieren subsidios millonarios: solo en 2024, el Tren Maya, el AIFA y Mexicana recibieron 18,511 millones de recursos públicos, mientras Dos Bocas aún no refina a niveles relevantes ni entrega los beneficios prometidos.
Tienen que cancelarse
Tren Maya: un tren de millones… Para pocos
El Tren Maya terminó costando casi tres veces más de lo prometido. Aunque se anunció como un proyecto de 120 a 150 mil millones de pesos, los estados financieros muestran que la erogación rebasó los 550 mil millones.
Además del sobrecosto, surgieron severas deficiencias: cambios abruptos de trazo, uso de materiales inadecuados, fallas de seguridad y un saldo humano trágico, con más de 60 muertes laborales reportadas en 2025. Hubo también descarrilamientos y denuncias de corrupción en la compra de balasto, en esquemas que presuntamente involucraban a los hijos del expresidente y al empresario Amílcar Olán, señalados públicamente por Xóchitl Gálvez y en reportajes de Latinus.
Sin embargo, el mayor problema del Tren Maya es su inviabilidad operativa. En 2024 generó apenas 276 millones de pesos en ingresos propios, frente a 2,800 millones en gastos. Por cada peso que ingresa, recibe 108 pesos en subsidios: un subsidio equivalente al 10,700 %. Para 2026, se estima que 96 % de su presupuesto operativo provendrá del erario, sin un horizonte real de autosuficiencia.
AIFA: un aeropuerto que no despega
El AIFA fue presentado como la solución al congestionamiento aéreo de la capital. No obstante, desde su inauguración ha dependido de subsidios crecientes. En 2024, AIFA y Mexicana recibieron más de 3,300 millones de pesos en transferencias gubernamentales, contradiciendo la narrativa de un aeropuerto “autosuficiente”.
Aunque el gobierno presume avances en operaciones de carga, el tráfico de pasajeros sigue lejos del nivel necesario para garantizar rentabilidad. Ante la baja demanda, el gobierno emitió un decreto obligando a las empresas de carga a mudarse al AIFA. La medida provocó fricciones con el gobierno de Estados Unidos, que respondió anunciando restricciones a rutas y operaciones por incumplimientos del acuerdo bilateral.
A esto se suma el costo hundido de cancelar el NAIM —cuya indemnización fue más cara que la construcción del propio AIFA—, las inversiones de emergencia para rehabilitar el AICM, y el hecho de que el costo del AIFA también se elevó por encima de lo previsto. El resultado: un “aeropuerto alterno” cuyo costo total ha sido comparable al del Tren Maya o Dos Bocas… Y que tampoco resuelve los problemas para los que fue creado.
Dos Bocas: la refinería más cara de la historia moderna del país
Diseñada para procesar 340 mil barriles diarios, Dos Bocas terminó convertida en un monumento al sobrecosto. Su presupuesto inicial de 8,900 millones de dólares escaló a más de 16,800 millones, y estimaciones independientes lo ubican incluso cerca de 22 mil millones, casi el triple de lo prometido.
La ASF ha documentado irregularidades graves: facturas sin validar, ausencia de supervisión técnica, fallas en reportes físico-financieros y un desorden administrativo generalizado. Bloomberg Línea y otras fuentes han señalado que los informes públicos carecen de un desglose claro del gasto real.
Pero el dato más contundente es su desempeño: en diciembre de 2024 solo procesó 43,100 barriles diarios, una fracción mínima de su capacidad teórica. La promesa de reducir la importación de gasolinas no solo no se ha cumplido, sino que las importaciones se mantienen elevadas: 421 mil barriles diarios en el primer trimestre de 2025 y un promedio anual de más de 390 mil en 2024.
Mexicana de Aviación: resucitar para depender del erario
Relanzada bajo control de la Sedena, Mexicana volvió con la promesa de tarifas accesibles y rutas estratégicas. Pero la realidad muestra una aerolínea totalmente dependiente del gobierno. En 2024 recibió 1,353 millones en subsidios —un incremento del 1,030 % respecto a lo previsto— y manejó un presupuesto operativo de 8,221 millones.
Sus ingresos por boletos, apenas 385 millones, cubrieron solo una cuarta parte de sus costos. Lejos de ser una aerolínea competitiva, Mexicana se sostiene por completo con recursos públicos, generando distorsión en el mercado y socializando pérdidas.
Un patrón común: sobrecostos, déficits y opacidad
Las cuatro megaobras comparten el mismo ADN:
•Sobrecostos masivos, en varios casos superiores al triple de lo presupuestado.
•Operaciones deficitarias, sin viabilidad económica y con dependencia crónica de subsidios.
•Opacidad y corrupción, con auditorías que revelan inconsistencias, contratos cuestionables y la participación de figuras clave del gobierno y allegados al presidente.
AMLO no solo ignoró advertencias técnicas, desde especialistas en energía y aeropuertos hasta su propio secretario de Hacienda, sino que además emitió decretos para clasificar la información como de seguridad nacional, cerrando el acceso público tanto a los detalles de construcción como de operación.
Estas obras, lejos de impulsar el desarrollo, se han convertido en un drenaje constante para el presupuesto nacional y en símbolos de improvisación, opacidad y uso político de los recursos públicos.
X: @diaz_manuel




