Vamos “requetebién” no es un indicador para medir el comportamiento de la economía de un país, sin embargo, para el presidente y su 4T es un éxito porque consideran al menos tres variables: El súper peso, las reservas del Banco de México y las remesas.
Pero no toman en cuenta otras variables como el crecimiento económico, incremento de la pobreza, distribución del ingreso, empleo y acceso a los servicios de salud.
Aman el neoliberalismo
Efectivamente, Andrés puede presumir que gracias a no haber tocado los fundamentos macroeconómicos que dejaron sus archienemigos neoliberales, los resultados han sido muy favorables en cuanto a crecimiento económico, oportunidades de trabajo y desarrollo personal, tres puntos en los que AMLO presume se sostiene la economía nacional, que obedecen a factores de la macroeconomía que nada tienen que ver con las políticas que impulsa.
El súper peso
Los más importantes analistas económicos de dentro y fuera de la 4T han explicado la fuerza de nuestra moneda, tiene que ver con factores externos y políticas bien ejecutadas por el Banco de México que se relacionan con las altas tasas de interés, la parálisis de la actividad económica y a que el nearshoring, turismo, nómadas digitales, y la tolerancia al narco han favorecido el arribo de divisas.
Las reservas
Han llegado a un récord histórico gracias a las políticas monetarias del Banco de México que, dicho sea de paso, ha tenido que lidiar con AMLO para mantener su autonomía y poder lograr estos resultados, mismos que han generado las condiciones en que se apoya el súper peso.
Las remesas
Significan el mayor ingreso de divisas al país y se mantienen únicamente porque exportamos pobres y Estados Unidos -pese a la crisis por la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania- mantuvo sus niveles de empleo lo que permitió que los migrantes que salieron de México por la falta de oportunidades, pudieran trabajar y enviar dinero a sus familias.
La realidad nos alcanza
Lamentablemente, el ingreso se concentra en pocas manos, la oligarquía mexicana ha repuntado significativamente mientras que el número de mexicanos en situación de pobreza creció más que en los últimos 30 años.
Entre 2008 y 2018, la pobreza en México había disminuido de 44.4% a 41.9%, sin embargo, de 2019 a la fecha tuvo un importante repunte. En los primeros dos años del actual sexenio, aumentó de 51.9 a 55.7 millones de mexicanos y en cuanto a pobreza extrema creció de 8.7 a 10.8 millones.
Son datos duros y fidedignos de Coneval, con indicadores como el rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a los servicios básicos en la vivienda y acceso a los niveles de alimentación nutritiva, en cada uno se registran importantes bajas en detrimento de las clases más desfavorecidas.
En resumen, la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingreso pasó de 6.4% en 2018 a 11.8% en 2020 y sigue creciendo. La población inferior a la línea de pobreza por ingreso creció de 38.6% a 43.8% en el mismo periodo.
Concentración de la riqueza
En contraste, en los pasados tres años, las seis personas y familias que concentran la mayor cantidad de riqueza en el país vieron multiplicarse su patrimonio hasta seis veces más que lo producido por la economía en su conjunto para repartir entre la población.
De acuerdo con la lista de Forbes, los empresarios ligados al grupo asesor de AMLO incrementaron su riqueza. Carlos Slim, quien posee una fortuna estimada en 81.2 mil millones de dólares, la incrementó un 45.3%; Germán Larrea, con 38.8 mil millones de dólares, creció un 22.5%; Ricardo Salinas Pliego con 12 mil 450 millones de dólares la aumentó un 26%.
Otras empresas que han crecido de manera desmedida durante esta administración son las de Carlos Hank González, presidente de Grupo Financiero Banorte; Bernardo Gómez, copresidente ejecutivo de Grupo Televisa; Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas; Olegario Vázquez Aldir del Grupo Empresarial Ángeles; Miguel Rincón, director de Bio Papel; y Raúl Gutiérrez Muguerza, presidente de Deacero.
Durante este sexenio ocho de los 10 principales multimillonarios del país lograron en promedio un incremento del 28% en sus fortunas, y habrán de sumarse otros que de la noche a la mañana aumentaron su riqueza de forma impresionante.
Grandes “emprendedores” como los de la Chocolatería Rocío, que en 2018 no sabían a qué se dedicarían una vez que su padre ganara las elecciones presidenciales, pero, a tres años de haber montado su emprendimiento, ya facturan más de 300 millones de pesos anuales.
“Primero los pobres”
Uno de los temas centrales de la campaña de AMLO que resultó nada más que un eslogan publicitario. Una quimera más de sus dicharachos “falsarios” y de su discurso vacío, demagógico y vano.
En los hechos, el gobierno de Andrés favorece a la oligarquía, a “la mafia” que siempre se ha sabido mantener cerca del poder y a los “nuevos” que han sabido sacar ventaja de su amparo. Son los que han impedido que este país se desarrolle económicamente, que buscan mantener sus monopolios y salvaguardar sus intereses, los mismos a los que AMLO prometió combatir, pero al final, resultó más importante el dinero y el apoyo de los poderosos para sus campañas.
Para AMLO, la unidad de medida del “éxito” económico de su gobierno son los votos que pueda comprar, las voluntades que logre manipular, los favores que le puedan deber, pero nunca, el bienestar de la población.