Vamos, hablemos de corrupción de este gobierno donde en los hechos van “primero los ricos”, aunque su lema de campaña era “primero los pobres”.

Y no, no me refiero a los multimillonarios a los que les asignan más contratos y sus fortunas que aumentan considerablemente, me refiero a que la corrupción de la Cuarta Transformación ha permitido que ricos de la clase media alta y ricos que no eran millonarios, reciban mucho, muchísimo dinero, capitales enormes que no recirculan en la economía nacional, porque la mayoría de ellos están saliendo del país. Sí, específicamente hablo del dinero que ha generado la corrupción y de “nuevos ricos”, que salen de México para vivir cómoda y plácidamente en el extranjero.

¿Cómo hemos llegado a esto?

Una práctica que ya se ha vuelto común en esta administración es otorgar contratos por la vía de la adjudicación directa, es decir, se han dejado de seguir los lineamientos de trasparencia para las licitaciones públicas, que mal que bien funcionaron en pasadas administraciones.

Este gobierno llegó eliminando contratos para eliminar la “corrupción”, como ejemplo el caso de los medicamentos, bajo argumentos pocos claros y sin datos duros, canceló los contratos anteriores para repartirlos entre varios laboratorios, lo que generó más riqueza para varios empresarios y un grave desabasto en el sector que no ha sido resuelto en lo que va del sexenio.

Me refiero también al Tren Maya, cuyo costo ya va por el doble del presupuesto original y que, en vez de dar el contrato de obra a una sola empresa, se reparte entre varias y el sobrecosto nos cuesta a todos los mexicanos y de nada sirve el argumento de que en la construcción se generan empleos para residentes de la zona si consideramos un par de factores, que en Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Chiapas, estados eminentemente turísticos, no es muy difícil conseguir empleo temporal, como es el caso de las obras del Tren; el otro factor, el papel de los programas sociales y para jóvenes que, tal como funcionan, dejan sin hacer nada a muchísimas personas, estamos manteniendo a través de estos programas sociales a una gran cantidad de desempleados que, efectivamente, reciben dinero, una “redistribución” de la riqueza a corto plazo, que no significa un beneficio estable para estos grupos de población.

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La refinería que no refina

Lo mismo pasa con Dos Bocas que ya rebasó por mucho el presupuesto planeado, donde, en lugar de otorgar la obra mediante licitación pública, el gobierno de López Obrador prefirió hacerlo mediante “invitación restringida”, es decir, entre cuates y empresas a modo, algunas de ellas, seguramente, impulsadas por la seguridad de poseer información privilegiada. Así, la obra se dividió en varios contratos, el más importante para la empresa holandesa Van Oord en conjunto con Huerta Madre, un consorcio mexicano que se constituyó apenas unos días antes de que le adjudicaran obras por más de cinco mil millones, donde, se dice, uno de los socios es compadre de Rocío Nahle.

En su calidad de secretaria de Energía Rocio Nahle encabeza el mayor proyecto del gobierno lopezobradorista en materia energética. No tenía experiencia en política energética, pero sí grandes dotes para hacer negocios, principalmente en favor de su círculo más cercano.

Con Rocío Nahle al frente de Sener el presupuesto ejercido ha crecido exponencialmente llegando en 2021 a 45 mil millones de pesos y, según datos de la SHCP y de la ASF, tan solo en gasto registró un aumento superior a 271 mil millones de pesos que corresponden a un 602 por ciento más que el anterior ejercicio fiscal. No es de extrañarse, porque según documentos oficiales consignados en diversos medios, el círculo empresarial cercano a Nahle ha recibido más de 4 mil millones de pesos en distintos contratos, mientras su círculo familiar, ampliamente beneficiado en diversos rubros, facturó aproximadamente 600 millones.

Eso tiene muy contentos a muchos ricos que ya eran ricos,p ero ahora son mucho más ricos, lo malo es que mucho de ese dinero sale del país y, ejemplificando, es como tener una tarjeta de crédito con un límite muy alto y te dedicas a gastar como loco, todos piensan que te está yendo muy bien, hasta que llega el momento de pagar y llegará el momento en que México tenga que pagar este cúmulo de malas decisiones, ocurrencias y, sobre todo, corrupción.

Todo este desastre de las compras directas y más, se puede resumir en la decisión de reventar el “Compranet”, el instrumento por el cual se podría dar seguimiento público de las licitaciones y las compras de gobierno. Ahora ya no.

México empobrecido

La 4T ha generado más de 4.5 millones de pobres, escasez de medicinas, obras innecesarias insuficientes e inservibles y ha hecho ricos a los ricos, a los más ricos y a los multimillonarios.

Tan solo el subsidio a las gasolinas que se aplica al 80% de la población, es suficiente para cubrir varias veces el presupuesto del sector salud, y se podría utilizar para implementar programas sociales reales, eficientes, con verdaderos objetivos. Pero todo esto pasa mientras el presidente sigue con sus distractores y retrocedemos a las políticas de Echeverría, que regresó el saqueo, a la fuga de capitales y al endeudamiento.

Con este presidente estamos viviendo momentos en donde el “primero los pobres” pasó a ser el “primero los ricos” y lo peor, es que, una buena parte del empobrecido “pueblo bueno” lo sigue apoyando

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