TENGO OTROS DATOS

El repunte de la inflación de la primera quincena de junio registró un avance mensual del 0.34 por ciento, mientras que a tasa anual se ubicó en 6.2 por ciento, esto significó un 1.52 veces el aumento estimado para el 2021 por el Banco de México. Esta carestía ocasiona mermas en el poder adquisitivo de los consumidores; por lo que el aumento generalizado de los precios de los productos y servicios abre otra vez dilema de ¿inflación o crecimiento?

El índice de precios al consumidor (Inpc) en los primeros quince días del sexto mes del año, nos habla de que la inflación subyacente, la que excluye de su medición los productos de alta volatilidad de precios como los energéticos, se ubicó en 4.58 por ciento a tasa anual, mientras que en los primeros quincena del mes junio repuntó 0.35 por ciento. Esto contrasta con el crecimiento de la economía de México que se disparado 24.8 por ciento en mayo respecto de igual mes del año pasado, de acuerdo a las cifras preliminares emitidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En el 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) de México registró la mayor contracción desde 1932 al confirmarse una caída de 8.5 por ciento en el año de la pandemia, reveló el Inegi,

Por otro lado, y de acuerdo con el Informe Trimestral abril-junio 2020 elaborado, por el Banco de México (Banxico), se observa que la inflación general anual promedio disminuyó, al pasar de 3.39 a 2.77 por ciento del primero al segundo trimestre de 2020; así, se estableció por abajo del objetivo de inflación de 3.0 por ciento.

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Estos datos lo que hacen es que queremos ¿carestía o crecimiento?; lo mejor sería aumento del PIB pero sin una alta inflación.

La inflación puede empezar a generar distorsiones en las expectativas del Gobierno de la Cuarta Transformación (4T), sobre todo en lo referente al poder adquisitivo del salario mínimo y un endurecimiento de la política monetaria del Banco central que haría que la tasa de interés de referencia aumente lo que encarecería el crédito afectando la reanimación de la producción por lo que es necesario que los actores económicos le den a un manejo bastante sólido y transparente a la política de precios al consumidor.

La Junta de Gobierno de Banco de México incrementó este jueves 24 de junio la tasa de fondeo interbancario a 4,25 por ciento, al incorporar el comportamiento reciente de la inflación y el riesgo de afectación que sí puede generar en la formación de precios.

El proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción (oferta) y la demanda; causa una subida continuada de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos o hacer uso de ellos.

Los productos que más aumentaron sus precios en la primera quincena de junio de este año fueron Jitomate: 13.89 por ciento, naranja 9.95, transporte aéreo: 7.67 y servicios turísticos: 3.33 esto con cifras del Inegi.

Las causas de que haya aumentado la inflación en México se deben al alza de los costos de los energéticos, la sequía en varias zonas del país que afecta la producción agrícola y ganadera aunado a un aumento del más del 100 por ciento de la inflación objetivo de los Estados Unidos, que es el principal socio comercial de México y de donde se importan muchos productos que se consumen en el país azteca.

México no podría estar exento después de la crisis pandémica de encontrar fórmulas que permitan hacer crecer a la economía y que está no este acompañada de una alta inflación; de tal forma que en el plazo más breve posible se alcance el nivel del PIB anterior a la pandemia. Es indudable que, como consecuencia de la mayor integración comercial, tanto la expansión económica como la inyección de recursos para las familias, los negocios y el desarrollo de la infraestructura en Estados Unidos favorecen potencialmente a México.

Esa expectativa favorable podría en cierta forma revertirse si por el incremento de la tasa inflacionaria, se elevarán las tasas de interés en los Estados Unidos. Durante el año pasado, la política monetaria en México tuvo un carácter expansivo, para ubicarse al final del año en 4 puntos, pero dadas los últimos informes sobre la inflación el Banco central ha aumentado la tasa de referencia interbancaria en un cuarto de punto.

El dilema ahí está ¿crecimiento o inflación?

En mi opinión los índices inflacionarios bajaran y tendrá que bajar la tasa de interés de Banxico, la economía mexicana crecerá en un 5.8 por ciento este año según pronostico de instituciones financieras internacionales y del propio Banco de México.