El fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a favor de Sasha Sokol en su demanda por daño moral contra Luis de Llano Macedo trasciende el ámbito jurídico para convertirse en un hito en la lucha contra el abuso a menores y la revictimización. Este caso, lejos de ser un simple litigio, ilumina las oscuras prácticas que durante años han prevalecido en la industria del entretenimiento y, más ampliamente, en nuestra sociedad.
El 8 de marzo de 2022, Día Internacional de la Mujer, la cantante denunció públicamente que en 1984 mantuvo una relación con Luis de Llano cuando ella tenía 14 años y él 39. Además de ser su productor musical, él ocupaba una posición de poder en la industria, lo que generó una relación profundamente desigual.
La denuncia de la ex Timbiriche surgió después de que en una entrevista con Yordi Rosado en marzo de 2022, Luis De Llano minimizara la situación y la calificara como una relación “abierta y consentida”, revictimizando a la jovencita.
La narrativa de Sasha es un crudo testimonio de la vulnerabilidad de los jóvenes talentos ante figuras de autoridad. Su relato, cargado de dolor y desamparo, revela la manera en que la edad y la inexperiencia son aprovechadas por sujetos sin escrúpulos, como su agresor. La frase “sin herramientas para comprender lo que me estaba pasando, mucho menos para defenderme” resume la impotencia de una niña frente a un adulto que abusó de su confianza y su posición para ultrajarla.
En septiembre de 2023 el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México declaró a Luis de Llano civilmente responsable, no solo por la relación que mantuvo con una menor, sino también por sus declaraciones vertidas sin pudor y con cierta burla en aquella entrevista...
La sentencia original ordenó al productor ofrecer una disculpa pública, abstenerse de mencionar a Sokol públicamente, tomar un curso sobre prevención de conductas de abuso sexual y pagar una indemnización por daño moral, cuya cantidad se determinará posteriormente.
Ante esta resolución, Luis de Llano interpuso un amparo argumentando la prescripción del derecho de Sasha Sokol para demandarlo, es decir, que ya había transcurrido el tiempo legalmente permitido para iniciar un proceso civil.
Argumentó que la relación ocurrió hace más de tres décadas y que Sokol no presentó ninguna denuncia al alcanzar la mayoría de edad. Sin embargo, la SCJN concluyó que cualquier término de prescripción vulneraría los derechos de acceso a la justicia, a la libertad y seguridad sexual, a vivir una vida libre de violencia y a la integridad personal de las personas que sufrieron violencia sexual siendo menores.
La lucha de Sasha no ha sido en vano y no solo expone la desigualdad de género inherente a este tipo de abusos, donde las mujeres y niñas son las víctimas más frecuentes, sino que también desenmascara la complicidad silenciosa que durante años protegió al abusador.
La decisión de la SCJN no solo reivindica a Sasha, sino que sienta un precedente crucial, empoderando a otras víctimas a alzar su voz y denunciar sin temor a represalias.
La cantante ha anunciado que cualquier compensación económica que reciba será destinada íntegramente a ADIVAC, una organización dedicada a la prevención y combate del abuso sexual infantil.
El camino hacia la erradicación del abuso de poder es largo y requiere un cambio cultural profundo. Es fundamental seguir denunciando, visibilizando y combatiendo estas prácticas, para que casos como el de Sasha Sokol no vuelvan a repetirse.