El PAN, preocupado para que a México le vaya mal, ha focalizado la atención mediática en la guerra sucia en contra del gobierno. Sabemos que el trabajo de una oposición es, en ese terreno, cuestionar como contrapeso las decisiones que se tomen, al menos en el papel de lo político. Hoy, en efecto, los liderazgos más visibles del panismo, embrutecidos y embriagados de esa ira, se vuelcan a rajatabla con una narrativa soez y punitiva. Yo no sé qué tanto peso tenga Jorge Romero en la toma de decisiones de la estructura. Lo que es un hecho, se nota, es la presencia activa de Ricardo Anaya. Pareciera que, en ese rango de responsabilidades, Romero solo está prestando su servicios. Jerárquicamente, entonces, Anaya sería el jefe político de Acción Nacional. Me da la impresión que es así, sobre todo por los reacomodos que han tenido en los últimos meses.

Desde luego que la presión recae más en Jorge Romero. Él, en este lapso de dirigente, no lo ha hecho mal, sino lo que le sigue. Ha llegado al grado de poner sobre la mesa su renuncia. Si somos objetivos, desde hace unas semanas, Jorge tendría que haber dado un paso al costado. No ha marcado los tiempos y, en ese descuido, se han puesto en la antesala del ocaso, pues el INE, ante una advertencia emitida, divulgó la mínima cantidad del padrón de afiliados con los que cuenta el panismo. Aunque el PAN no ha realizado un pronunciamiento, seguramente dirán que es una lista que no está actualizada. Pero Acción Nacional es lo que es; es decir, es una pequeña plataforma que, de a poco, fueron desarticulando sus mismos dirigentes ante el agandalle, pero sobre todo con los escándalos de corrupción inmobiliarios que salieron a la luz.

Su condición, pese a lo que digan los liderazgos, es precaria. No tienen prioridades de una agenda territorial. Su atención, repito, la han focalizado en elaborar estrategias perniciosas con la oposición. De eso se alimenta el contrapeso. Muchos, de hecho, han perdido hasta la credibilidad por el grado al que han escalado de mentiras. Cuántas veces hemos escuchado que, para el próximo proceso electoral, se evaluará la coalición con el PRI. Eso, a todas luces, está más que cantado a pesar de provocar irritación por la animadversión que siente la población. El PAN, presa de sus mismos errores, no ha podido comprender que, en sí, el respaldo se gana en los recorridos territoriales y no en la hostilidad. El PAN podrá ser ruidoso, usando mecanismos de comunicación. El problema es que, sea como sea, no logran conectar.

El PAN se aprovechó de la abundancia que otorga el poder en los gobiernos de Fox y Calderón. No ofrecieron alternativa de desarrollo y, lo peor de todo, saquearon al país hasta más no poder. Hoy, que el PAN atraviesa una crisis de esta naturaleza, se les agota el tiempo para reinventarse con esa promesa fallida de que van a aprender de los errores. Aunque ellos, cegados por la ira, no ven realmente como está convulsionando su estructura y ante el riesgo inminente de tener el mismo porvenir que el PRD. En esa dirección van encaminados al aproximarse el ocaso. Están, de acuerdo con datos del INE, al filo de la minima de registros de afiliación al padrón que, como normativa, debe mantener vigente cada fuerza política. Eso, en principio, advierte una crisis profunda que siguen ignorando. Entonces, por más que se nieguen aceptar la realidad, Acción Nacional, paralizado ante la impotencia, seguirá siendo rehén de sus propios tropiezos y hoy estan contra las cuerdas.

A estas alturas, como otras fuerzas políticas, ya están pensando en las 16 gubernaturas que estarán en juego. Hacen cuentas y cálculos para saber hasta donde les alcanzan los números. En este momento, de acuerdo con algunas encuestas, el PAN ha caído hasta la cuarta posición como fuerza política; o sea, han perdido terreno como nunca antes. Es una realidad que perderán, en ese pronóstico presupuestado, 14 estados donde Morena es inmensamente favorito. El caso de Querétaro, que hemos denominado la joya de la corona, está prácticamente en empate técnico entre Morena y el panismo. El titular del IMPI, por ejemplo, se ha convertido en esa esperanza de la coalición Seguimos Haciendo Historia para conquistar ese punto crucial. Él, que seguramente se enfrentará a Ricardo Anaya en el ejercicio democrático, está listo.

Las columnas más leídas de hoy

El PAN, en resumidas cuentas, se quedará en la orfandad al perder todas las gubernaturas y la inmensa mayoría de distritos que estarán en juego, especialmente ahora que, como sabemos, el INE hizo pública su mermada estructura de militantes afiliados.

Notas finales

Hace unas semanas, en conferencia matutina de Claudia Sheinbaum, hicieron énfasis en los alcances positivos que está teniendo el Plan México, especialmente al capitalizar los polos de desarrollo que, como tal, se han convertido en la principal columna vertebral de este gobierno. En Puebla, por ejemplo, Ciudad Modelo, por su potencial de desarrollo industrial, será merecedor del respaldo de la autoridad federal para que los empleos, en ese flujo de oportunidades, sigan en ascenso. Hay que darle el mérito al gobierno estatal de Puebla, que ha sabido coordinar eficazmente las tareas con la jefa de Estado, sobre todo para alcanzar las metas que se han trazado desde el comienzo de esta continuidad de la transformación de la vida pública del país.